"Hijas del uno al uno" evoca con canciones y humor una era contradictoria

"Hijas del uno al uno" evoca con canciones y humor una era contradictoria

Angie Camuñas y Juliana González recuerdan las costumbres y los gustos de la década del 90.

RECUERDOS COMPARTIDOS. Juliana González (arriba) y Angie Camuñas (abajo) pasaron la infancia y adolescencia durante la convertibilidad monetaria. RECUERDOS COMPARTIDOS. Juliana González (arriba) y Angie Camuñas (abajo) pasaron la infancia y adolescencia durante la convertibilidad monetaria.

La actividad teatral en la provincia tiene una nutrida y variada agenda para esta noche, tanto en espectáculos locales como visitantes, y con un abanico que expresa distintos estilos (ver notas aparte). Y como es casi una costumbre semanal, con estreno incluido.

Hoy debuta “Hijas del uno a uno”, un espectáculo que mezcla canciones propias, monólogos de humor, sketchs y teatro, desde la lógica de café concert en interacción directa con el público. A cargo de Angie Camuñas y Juliana González en textos, canto y actuaciones, habrá función hoy y mañana a las 20.30 en la sala Orestes Caviglia (San Martín 251).

“Rompemos la cuarta pared para meternos junto con el público en un universo cargado de reminiscencias de los años 90, porque quienes integramos esta propuesta crecimos en la infancia o la adolescencia en esa época. Había mucha tela para cortar en relación a las experiencias y a los recuerdo y el título lo dice todo”, remarca González, acerca de un tiempo atravesado por las contradicciones.

Hijas del uno al uno evoca con canciones y humor una era contradictoria

El nombre del espectáculo sintetiza la era de la famosa ley de convertibilidad, cuando un peso valía un dólar, evoca: “eso marcaría un antes y un después en la historia del país y la economía diaria de cada hogar. Parecía que todo estaba bien, pero vivimos en carne propia la inestabilidad social. En ese contexto, recordamos nuestra formación en escuelas públicas, el universo juvenil desfachatado y rebelde, las modas que vuelven a resurgir (jeans tiro alto, vestidos estampados, remerones, etcétera), la música que hasta el día de hoy seguimos escuchando con cierta nostalgia, y las novelas nacionales e internacionales que veíamos en la televisión, como ‘Montaña rusa’, ‘Celeste siempre Celeste’, ‘Perla Negra’, ‘Amigovios’, ‘Muñeca brava o las novelas de Thalía y ‘Friends’, entre otras tantas. Reconstruimos parte de entonces, sin olvidar el presente”, alerta.

Esta creación colectiva empezó con encuentros con Gabriel Carreras, cuando el actor tucumano radicado en Barcelona visitó Tucumán este año. “Nos ayudó a jugar con nuestras anécdotas. Con guitarra de por medio fuimos repasando nuestro pasado y cuando tuvimos una estructura aceleró todo nuestra productora Carolina Bloise. También están en el grupo Jorge Pérez Lucena y Mariana Delgado, una pequeña familia de amigos predispuesta para el laburo, con la voz en off de Catto Emmerich. El teatro es intercambio energético y estamos encantadas que haya alguien en la platea que se sienta identificado con esa época o interpelado con nuestra actualidad, porque hay temas que nunca pasan de moda: tomamos el pasado pero desde nuestro presente. Lo que van a ver es un viaje punk, el arte de nunca volver por donde fueron, de tropezar 1.000 veces con la misma piedra. Échenle la culpa al menemismo en todo caso”, puntualiza.

Hijas del uno al uno evoca con canciones y humor una era contradictoria

Uno de ellos, remarca, es “el compromiso de ser mujeres en los 90, que fue igual de complejo que ahora y en eso también nos hacemos cargo”. “El planteo es una propuesta escénica divertida pero con una bajada de línea en torno a nuestras vivencias, a nuestra insistente búsqueda de la libertad. Cuestionamos de forma metafórica el patriarcado y la desigualdad. Nuestra obra también es una forma de revolución, aunque ansiamos volver a hacer reír, a buscar esa adrenalina que hemos perdido en la pandemia”, admite.

“El shock del encierro nos ha interpelado. ‘Hijas del uno a uno’ es una revancha a todo lo que hemos sufrido y qué mejor que hacerlo desde el humor, hablando desde nuestras vísceras, desde nuestros desencuentros, desde nuestros deseos, y reconfigurando otra idea del amor y de los vínculos.

También semanalmente se demuestra que Tucumán es un foco de atracción de cuanta propuesta escénica en gira haya por el interior del país. Y esta noche a las 21 llega a La Veleta Cultural (Crisóstomo Álvarez 124) desde la Capital Federal el show “Canciones que sería mejor que no existieran”, con Ezequiel Aguilera y Rocío Ramírez.

La propuesta tiene a Tenaza como eje en cuanto se presenta como un actor viajero frustrado, que cree saber más de lo que sabe y que propone un prometedor espectáculo con temas que sería mejor no escuchar.

La actuación, el canto y la comicidad del clown se conjugan en una propuesta escénica con entrada a la gorra siguiendo la tradición circense y popular de sus protagonistas.

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