Olores por vinazas
11 Octubre 2021

Juan Antonio González

Doctor en Ciencias Biológicas

El olor nauseabundo que emana de la oxidación de las vinazas (producto de la destilación del alcohol) pone en evidencia la ausencia de políticas públicas sustentables que tiendan a favorecer la producción de alcohol, pero considerando los efectos sociales de los desechos que se producen. De nuevo se alimenta un desequilibrio: se favorece a un sector sin considerar las externalidades que perjudican a miles de ciudadanos. Se conoce desde hace mucho que los olores son producidos por un compuesto que se genera a partir de las vinazas y que se denominan melanoidinas. Los químicos, fisicoquímicos y biotecnólogos, entre otros profesionales que existen en la provincia, conocen los procedimientos para degradar las melanoidinas tanto con otros compuestos químicos como con otros organismos. Solo hay que visitar las bibliotecas de los institutos de investigaciones para acceder a la información mencionada. Por otro lado, asusta la falta de “correas de transmisión” entre el conocimiento que se genera en la universidades o institutos y el poder político. Como es posible que, frente al avance de la ciencia, la tecnología y la biotecnología en particular, todavía tengamos que soportar externalidades, como el olor en este caso, mientras otros, que se benefician con la obtención del alcohol, esgriman solo argumentos económicos clásicos sin considerar los costos sociales. Mas de allá de cualquier posición ideológica en este caso no nos vamos a salvar solos, el olor, con las sustancias químicas que conlleva, no selecciona ciudadanos: nos afecta a todos. Sin duda un tema que debe ser considerado en discusiones amplias, sinceras, con sectores empresarios, investigadores y sobre todo con la decisión política de enfrentar el problema. No creemos más condiciones para seguir debilitando nuestro sistema inmunológico.

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