¿Por qué es tan importante la ortodoncia?

¿Por qué es tan importante la ortodoncia?

Los tratamientos permiten corregir malas posiciones dentarias para lograr una mordida adecuada y así, mejorar distintas funciones como la masticación y deglución.

¿Por qué es tan importante la ortodoncia?
27 Septiembre 2021

¿Quién no sueña con tener una sonrisa perfecta? Lucir una dentadura reluciente, alineada y similar a las de las famosas propagandas de pasta dental es posible gracias a distintos tratamientos dentales. Uno de ellos es la ortodoncia.

Aunque la mayoría cree que sus beneficios se orientan y limitan íntegramente a embellecer nuestra boca, lo cierto es que su impacto en la salud bucodental es mucho más amplio. Pero, para entenderlo, primero es necesario tener una aproximación más precisa de estos tratamientos.

“No es solo una cuestión de estética. Es salud y función, permite la correcta higiene de los elementos dentarios, teniendo acceso a todas sus caras, a través de la correcta ubicación de los mismos”, explica la ortodoncista Alejandra Noguera y remarca que con ella es posible prevenir la formación de caries y enfermedades de las encías como gingivitis o periodontitis -que pueden llevar a la pérdida de las piezas dentarias-, y soluciona problemas en la articulación temporomandibular.

En tanto, la odontóloga diplomada en ortopedia funcional de los maxilares, Jaqueline Leone, señala que, de la correcta mordida, dependen funciones como la masticación, deglución, postura y la primera fase de la respiración. “Por ello, seguir un trabajo transdisciplinario es fundamental para el éxito del tratamiento”, sostiene.

Señales

Para saber si necesitamos seguir algún tratamiento ortodóncico es necesario estar alerta a algunas señales. En el caso de niños, algunas de ellas pueden ser chuparse el dedo, dormir con la boca abierta y mojar la almohada; cortar los alimentos con los dientes anteriores. Además, Leone señala que hay que estar atentos al tamaño de los maxilares y al modo en cómo ejecuta la función de deglución -cómo traga saliva, come y bebe- y a su respiración habitual (si es nasal o bucal).

“Hay que tener en cuenta que estos problemas también pueden producir dolor de cabeza. Es necesario que observemos si cambia los dientes de leche a tiempo (entre los 6 a 9 años) y si los dientes están muy juntos o muy separados”, advierte la ortodoncista Adriana Argañaraz.

Las especialistas explican que, si bien cada niño tiene sus particularidades, es conveniente hacer la primera consulta de rutina a partir de los 7 años para hacer correcciones a tiempo, generar buenos hábitos y solucionar problemas en la oclusión.

Aunque el principal motivo de consulta en adultos se vincula con las ansias de lograr resultados estéticos, también hay que identificar si aparece algún tipo de incomodidad en la mordida, mala posición dentaria, dificultad para realizar una correcta higiene bucal, desgastes dentarios, entre otros.

Tratamientos

Noguera hace un racconto de los principales tratamientos disponibles. En niños con dientes temporarios y permanentes (dentición temporaria o mixta), se puede optar entre la ortopedia maxilofacial y la ortodoncia fija. La elección final dependerá de la edad y necesidades de cada paciente.

El primer caso (exclusivo para niños) consiste en la utilización de aparatos removibles que controlan el crecimiento excesivo o escaso de los huesos maxilares, cuando estos están en etapa de crecimiento. “Al igual que la ortopedia pédica controla mediante el uso de zapatos especiales el crecimiento de los huesos de los pies, la ortopedia maxilofacial -a través de aparatos bucales removibles- controla el crecimiento de los maxilares”, precisa.

Para adultos, Leone indica que los tratamientos son de tipo correctivo. “Se denominan así porque buscan corregir o reparar problemas ya instaurados, como ser oclusopatías (problemas de mordida), malas posiciones dentarias, diastemas (espacios), apiñamientos (falta de espacio), entre otros”, añade.

Las alternativas varían entre brackets fijos (metálicos o estéticos) y ortodoncia invisible. Noguera precisa que la ortodoncia fija consiste en la cementación de brackets, que pueden ser metálicos, estéticos (transparentes) o blancos (zafiro o cerámicos), sobre los dientes, produciendo movimientos dentarios.

“La ortodoncia invisible corrige la posición de los dientes a través de placas alineadoras plásticas que el paciente retira para comer e higienizarse. “Se deben usar todo el día, son fabricadas con sistemas de programas digitales en donde se planifica todo el tratamiento y se los cambian en el consultorio cada 15 días”, describe. Sus ventajas yacen en que son predecibles, es decir, se conoce cómo terminará el tratamiento desde el inicio del mismo; estéticas, porque, al ser transparentes, nadie nota su presencia; cómodas dado que no interfieren en el habla y no lastiman las mucosas e higiénicas, ya que se las retiran para cepillar los dientes.

Acondicionar

Antes de iniciar cualquier tratamiento ortodóncico es necesario acudir al odontólogo para realizar un acondicionamiento previo de la boca y así descartar o tratar posibles infecciones bucales, caries y/o alguna enfermedad periodontal.

“Los dientes y encías deben estar sanos, para ello se deben realizar restauraciones de caries y limpieza profesional, eliminando el sarro de las piezas dentarias”, apunta Noguera.

Leone enfatiza sobre la importancia de este paso dado que un control adecuado permitirá que, al momento de la instalación de la aparatología, las estructuras de sostén (como la encía y el hueso) estén perfectas, o en las mejores condiciones posibles. “Esto es fundamental porque con el tratamiento de ortodoncia se ejercen presiones y movimientos que deben realizarse sobre tejidos sanos capaces de tolerarlos”, indica.

Cuidado diario

Para lograr óptimos resultados, el requisito primordial es la higiene. En este sentido, la técnica de cepillado debe realizarse cumpliendo todas las pautas. Además, Argañaraz menciona que hay otros factores que debemos tener en cuenta como la importancia de asistir a los controles recomendados por el ortodoncista -generalmente son una vez al mes- y usar todos los aditamentos que éste indique como las gomas y/o elásticos intermaxilares.

La alimentación también ocupa un rol importante. “Durante todo el tratamiento con ortodoncia fija (brackets), no así con ortopedia o con Alineadores (ortodoncia invisible) se deben evitar alimentos duros o pegajosos como caramelos pochoclo o maní. Se aconseja, además, cortar todo con cuchillo y tenedor antes de llevar a la boca para evitar que los brackets se despeguen”, añade la especialista.

Sobre las molestias típicas que aparecen tras la colocación, indica: “pueden ser llagas o sensibilidad. Lo importante es entender que son pasajeras y se puede solucionarlas con cera para ortodoncia o cremas especiales que serán indicadas dependiendo el caso”. (Producción periodística: Guadalupe Pereyra)

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