Entre los efectos colaterales que nos ha dejado la pandemia de covid-19 están unos cuantos kilos de más en la balanza. Para las personas que ya tenían sobrepeso, la situación se agravó. Los expertos creen que cuando la emergencia por coronavirus haya pasado, habrá las consecuencias nutricionales en la población serán aun más graves.
Sobre este tema hablará la doctora María Elena Torresani en el ciclo de conferencias organizado por la UNSTA, en el marco del Día del Nutricionista. La disertación será el miércoles a las 19.30. Los interesados pueden inscribirse en forma on line ingresando a la página www.unsta.edu.ar. Otras cuestiones que abordará la experta tienen que ver con el compromiso que ya tienen las nuevas generaciones si no se modifica cuanto antes la forma en que nos alimentamos y con los hábitos más comunes que nos hacen subir de peso.
Torresani, que es docente, investigadora y directora de la carrera de Especialización en Nutrición Clínica de la UBA, habló con LA GACETA sobre la obesidad, la pandemia ignorada.
- ¿Cómo nos afectó a nivel nutricional la pandemia de covid y los confinamientos?
- Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), así como la obesidad es un factor de riesgo para otras enfermedades, la realidad actual y los meses transcurridos en cuarentena agravaron esta pandemia escondida. A su vez, un informe recientemente publicado en la revista Actualización en Nutrición, de la Sociedad Argentina de Nutrición (SAN) refiere que en este contexto el 62,1% de las personas encuestadas aumentó de peso. Seis de cada 10 personas mencionaron al aumento de la ingesta de alimentos y bebidas, y a la disminución de actividad física como principales causas: el 68,2% reportó bajo nivel de actividad física. Esta situación se dio de manera más marcada en quienes ya padecían sobrepeso. El informe de la SAN detalló que la chance de ganar peso entre los que tenían exceso de peso previo fue un 42% superior que la chance de quienes no tenían exceso de peso antes del aislamiento. Los cambios más frecuentes en la alimentación fueron el picoteo entre comidas y la ingesta de porciones abundantes de comida, así como una alimentación menos saludable y equilibrada. El incremento del consumo de alcohol durante el aislamiento también pareció ser un factor de riesgo para el aumento de peso.
- ¿Las emociones tuvieron algún impacto en el aumento de peso de una buena parte de la población?
- El encierro y la situación global provocaron que nuevas emociones y sentimientos atravesaran la vida. De acuerdo al estudio, realizado sobre la base de una encuesta a 5.635 participantes, el 69,2% de los encuestados se reconoció comiendo ante una o más emociones; las más referidas son la ansiedad (50,6%) y aburrimiento (39,6%).
- ¿Qué efecto tendrá esto en nuestra salud y cómo afectará a las nuevas generaciones?
- La obesidad tiene un impacto devastador sobre la calidad de vida y los riesgos en salud, sobre todo en aspectos físicos de movilidad cotidiana, aunque también se ven afectadas parcelas relacionadas con la vida social y la salud mental En tiempos de Covid-19, sí hay un proceso inflamatorio dado por el sobrepeso u obesidad, y a eso se le asocian profundas causas de estrés, como ser el temor por la enfermedad o muerte de los seres queridos, o el miedo de que nosotros también no podemos enfermar. Todo esto hizo que la pandemia por el coronavirus lleve a potenciar la pandemia crónica de la obesidad. Por otra parte, entre las personas que tuvieron Covid, el riesgo de ingreso hospitalario tras la infección fue un 30% mayor en las personas con un IMC superior a 30 Kg/m2, según el trabajo publicado en la revista Diabetes, Obesity and Metabolism. La investigación, realizada en la Clínica Cleveland de Estados Unidos, mostró que las personas con obesidad moderada o severa pueden tener un mayor riesgo de experimentar consecuencias a largo plazo de la enfermedad, en comparación con los pacientes con peso normal. Además, el exceso de peso debilita al sistema inmunológico y crea un estado inflamatorio crónico, todas condiciones que pueden conducir a un cuadro complejo al transitar la infección por SARS-CoV-2, pero también después, más allá de la fase aguda.
- ¿Qué consejos podría darnos para mejorar nuestros hábitos y alimentación?
- Mejorar la salud y la calidad de vida es clave en la población en general y en los pacientes que presentan sobrepeso u obesidad en particular. Es fundamental, y se hace mucho énfasis, en la modificación de conductas tanto para prevención como para el tratamiento de la enfermedad. Es fundamental tener una alimentación saludable y hacer actividad física en forma regular. Cambiar los hábitos es un proceso que involucra varias etapas. Algunas veces, lleva tiempo, y podría enfrentar obstáculos en el camino. Por ello, la ayuda profesional es esencial.