Los discursos, la otra batalla entre Jaldo y Manzur

Osvaldo Jaldo apuesta a la vieja estrategia peronista: potenciar los discursos en la masividad de los actos partidarios. Así, el vicegobernador dedicó ayer varios párrafos de su alocución, como precandidato a diputado nacional por "Todos por Tucumán", teledirigidas hacia la Casa de Gobierno. Al aludir en Monteros a la falta de unidad dentro del Partido Justicialista, el presidente de la Legislatura señaló que dentro del manzurismo prevalecen las ambiciones personales por sobre el interés general, del conjunto. "No sienten al peronismo porque no son peronistas. No salen de la oficina de capital y no conocen el interior", arengó Jaldo en clara referencia a los funcionarios y dirigentes que acompañan al gobernador Juan Manzur.  Pero su mensaje no se quedó sólo en la cuestión de la militancia partidaria, sino en las definiciones políticas e institucionales con vistas a 2023, un objetivo que se puso el vicegobernador para encabezar, dentro de dos años, la fórmula gubernamental. Jaldo ya jubiló a Manzur y al resto de sus colaboradores. "Quienes están en la Casa de Gobierno comenzaron a ser parte del pasado de la provincia de Tucumán", enfatizó en su discurso preelectoral. Y continuó: "no le tenemos miedo a nada ni a nadie". Se espera lo que hoy pueda llegar a decir Jaldo en el acto organizado en el Aeroclub de Yerba Buena.

¿Qué responde el manzurismo? El gobernador no quiere entrar en la confrontación pública del discurso agresivo, indican desde su entorno. Varios de los dirigentes intentan salir a contestar, pero es el propio Manzur el que le dijo que no es conveniente, porque no sólo profundizaría la diáspora interna, sino que sería una mala señal para aquel que aún no ha decidido su voto en las PASO. "No hay que ponerse nerviosos; es mejor esperarlos y ganarles en las internas", indicó en las reuniones que viene manteniendo en su residencia privada con dirigentes territoriales. Anoche fue el turno de los dirigentes y funcionario del Departamento de Lules.  No obstante, esta mañana, en una entrevista en el programa "Buen Día" de LG Play, el diputado y cabeza de lista de senadores por Lealtad Peronista, Pablo Yedlin, ha golpeado donde más le duele al vicegobernador: la posibilidad de que, si resulta electo, desista de cubrir la banca en el Congreso. “Entiendo que Jaldo vuelve a ser candidato testimonial. Perdí la cuenta de las veces que lo ha sido, incluso, con firmas en escribanías. Antes había dicho que no iba a ser, y terminó siendo testimonial”, expresó.

El jaldismo y el manzurismo estuvieron a pocos kilómetros de distancia en el mismo Yerba Buena. Mientras la militancia jaldista se dirigía al Aeroclub, los precandidatos de Lealtad Peronista cumplían con la liturgia electoral: las tradicionales fotografías que se difundirán en redes sociales y también en los afiches hacia las PASO del 12 de septiembre. Además, según pudo establecer LAGACETA.COM, ya se encuentran en Tucumán algunos consultores que generalmente participan de las campañas manzuristas y que vienen desde Buenos Aires para afinar la estrategia. Manzur está dispuesto a presentarle batalla a Jaldo. Y viceversa. No hay lugar a la reconciliación si se toma en cuenta la forma de actuar de cada uno de ellos. Jaldo se apoya en la estructura de los dirigentes territoriales de los cuatro puntos cardinales de la provincia. Manzur en las promesas de fidelidad que le hicieron intendentes, legisladores, concejales y comisionados rurales, además de dirigentes territoriales. También en el apoyo de la Casa Rosada. La novela peronista tiene segunda temporada, la de una confrontación interna que puede seguir desintegrando a aquella familia feliz que fue antes de marzo.