“La escuela pretende demasiado y no garantiza lo básico”

“La escuela pretende demasiado y no garantiza lo básico”

Guillermo Jaim Etcheverry demostrará hoy, en una charla por el canal de YouTube, que la FACE UNT que la tragedia educativa continúa.

NO ABANDONAR LAS EVALUACIONES. Esta es una de las prédicas del autor de “La tragedia educativa”. NO ABANDONAR LAS EVALUACIONES. Esta es una de las prédicas del autor de “La tragedia educativa”.

A los argentinos siempre nos puede ir peor, y no sólo en economía. Eso es lo que demostraba el reconocido académico Guillermo Jaim Etcheverry cuando escribía hace 20 años “La tragedia educativa”, libro de cabecera de generaciones de pedagogos y funcionarios de la educación. Pero la situación seguía empeorando y Etcheverry escribe “Educación. La tragedia continúa”. El libro se publica cuatro meses antes de la pandemia, en 2019, por lo que la hipótesis inicial de la primera frase queda confirmada por la propia realidad.

Etcheverry hablará hoy sobre su último libro y la situación actual de la educación argentina por el canal de You Tube de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNT. La charla magistral se transmitirá en vivo esta tarde a las 19. El título es “Educación. La tragedia continúa”. Lo que sigue es un ping pong de preguntas que el afamado académico concedió a LA GACETA.

- ¿Qué panorama observa hoy en la educación, a un año y medio de la pandemia?

- Nuestra educación ya se encontraba en una situación crítica antes del comienzo de la pandemia. Pocos días antes de la cuarentena apareció mi libro “Educación. La Tragedia continúa” en el que intentaba describir la magnitud de esa crisis. Se trata de un nuevo análisis al cabo de 20 años de publicada “La tragedia educativa”. Argentina tiene pocas personas con educación secundaria y universitaria completa en comparación con países desarrollados e inclusive con algunos vecinos. Además, hay una gran desigualdad en la distribución de la educación en los distintos niveles socio-económicos y, por supuesto, entre las distintas jurisdicciones del país. A ello hay que agregar que padecemos serios problemas de calidad educativa. Entre los jóvenes que completan la educación secundaria, la mitad tiene dificultades para comprender lo que leen y dos de cada tres son incapaces de realizar una simple operación matemática que supone la capacidad de abstracción. La pandemia ha aumentado sensiblemente las desigualdades en materia educativa y, además, ha provocado un alarmante incremento en la deserción: se estima que más de un millón de alumnos se han desvinculado de sus escuelas y resultará muy difícil recuperarlos.

- ¿Esta situación es reversible?

- Sin duda será muy difícil conseguir que los alumnos recuperen el conocimiento que no han adquirido durante estos largos meses. Es preciso determinar en cada caso cuáles son los aprendizajes logrados por los alumnos para intentar ayudarlos a adquirir aquello de lo que carecen y que es imprescindible para su progreso académico. De allí la importancia de no abandonar las evaluaciones que constituyen una herramienta adecuada para determinar el estado en el que se encuentran los alumnos.

- ¿Cómo cree que nuestro país ha manejado el tema educativo con relación a otros países?

- La pandemia ha enfrentado a la humanidad con un desafío para el que no estaba preparada. En materia educativa se ha hecho un gran esfuerzo para evitar que se perdiera el vínculo de los niños y jóvenes con las instituciones educativas a las que concurren. Todos los países han experimentado las mismas dificultades y en todos se han experimentado situaciones críticas en lo que respecta a la continuidad pedagógica. Como señalé antes, entre nosotros esto no ha sido sencillo por problemas técnicos y por determinantes sociales que no siempre hicieron posible mantener ese vínculo. Los docentes han hecho un gran esfuerzo pero, muchas veces no se logró conservar ese vínculo. Esta experiencia es un llamado de atención que nos debería hacer aumentar los esfuerzos para extender la cobertura de las redes que permiten la conexión remota así como para garantizar que los alumnos cuenten con los equipos que les permitan mantenerse únicos a sus escuelas.

- Hay una gran discusión sobre si conviene o no avanzar en la presencialidad en las escuelas cuando la pandemia todavía no está derrotada. ¿Qué posición toma usted?

- Nadie sabe exactamente cómo proceder en estas circunstancias inéditas y en todos los países se recurre a la prueba y el error. La experiencia que hemos vivido durante la pandemia demostró la importancia que tiene la presencialidad en la educación. Por eso la urgencia de recuperar el contacto directo con los maestros y con los compañeros que resultan esenciales para el aprendizaje. Tal vez esta comprobación contribuya a desterrar la idea de que la educación se hará cada vez menos personal. Evidentemente la tecnología contribuirá crecientemente a apoyar la educación pero la presencialidad seguirá siendo imprescindible, al menos en la educación inicial y primaria.

- ¿Qué cambios urgentes piensa usted que habría que hacer hoy en la escuela para poder salvar a los chicos de este naufragio educativo?

- Considero que hay que encarar un plan agresivo que permita garantizar que los alumnos logren manejar con soltura su lengua, tanto escrita como oral, que desarrollen su capacidad de abstracción mediante el aprendizaje de la matemática y que consigan ubicarse en el tiempo y espacio históricos. Hoy la escuela pretende hacer demasiado y no consigue garantizar los aprendizajes básicos que permitan a nuestros jóvenes intentar comprender un mundo tan complejo y a sí mismos.

Perfil: Guillermo Jaim Etcheverry

Médico y doctor en Medicina. Miembro correspondiente de la Academia Ciencias Médicas de Córdoba y miembro de número de las Academias Nacionales de Educación, de Ciencias de Buenos Aires y de Artes y Ciencias de la Comunicación. Escribió “La tragedia educativa” y “Educación. La tragedia continúa”.

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