Los capitanes de los seleccionados se oponen a jugar el certamen en Brasil

El 26 de agosto del año pasado, los jugadores de Milwaukee Bucks, equipo de la NBA, decidieron no presentarse a jugar su partido de playoffs ante Orlando Magic. “En los últimos días en nuestro estado natal de Wisconsin, hemos visto el horrendo video de Jacob Blake recibiendo siete disparos por la espalda de un oficial de policía en Kenosha, y los disparos adicionales a manifestantes. A pesar de la abrumadora petición de un cambio, no ha habido ninguna acción, por lo que nuestro enfoque hoy no puede estar puesto en el básquet”, fue parte de la explicación leída por George Hill, capitán del equipo. El racismo insuflado por las propias autoridades fue protagonista durante gran parte de 2020 en Estados Unidos y provocó esta reacción. Con ella, comenzó un boicot que duró días y en los que incluso se discutió si iban a volver a jugar o daban por terminada la temporada.

¿Hasta dónde puede llegar el compromiso social de los deportistas? ¿Es probable ver una respuesta similar en otros deportes? La nueva generación de futbolistas, por ejemplo, está catalogada de apática, neutral y hasta “tibia”. Si hablamos de la Selección, el legado de Diego Maradona es infinito. Y no sólo en lo futbolístico, sino justamente en la capacidad para alzar la voz en donde y contra quien sea. Una nueva prueba de ello hubiese sido definitivamente el momento actual que atraviesan las selecciones de la Conmebol. En plena ventana de Eliminatorias, todavía se discute la decisión de Brasil de organizar la Copa América que abandonaron Argentina y Colombia por la pandemia y la situación sanitaria. La discusión todavía no salió a la superficie, pero tras el Brasil-Ecuador del viernes, pudieron conocerse detalles que invitan a creer en lo impensado: un boicot al máximo torneo de selecciones del continente.

Lionel Messi y el combinado nacional se preparan para la fecha 6 de las Eliminatorias, el martes en Colombia. Justamente se enfrentarán los dos países que se negaron a organizar un torneo en medio de la segunda ola de covid-19 y a punto del colapso hospitalario. El gobierno de Brasil no solo aceptó la propuesta sino que desafía en hacerlo con público. Paralelamente, Messi, Radamel Falcao García (capitán colombiano) y el resto de los referentes de las selecciones planean oponerse a la realización del torneo, pero por ahora lo hacen de forma privada. Después de todo, así como lo dijeron los Bucks -aunque el tema sea diferente- pareciera que el enfoque ahora no puede ser el fútbol.

Así lo confirmó el defensor ecuatoriano Robert Arboleda, tras el 0-2 encajado ante el “Scratch”. “Tengo poco que decir porque quienes están hablando son los capitanes, entre los capitanes. Mi capitán se está encargando de eso”, reconoció. “Hay mucha gente muriendo. Tiene que pasar algo porque para nosotros como jugadores es muy difícil”, agregó Arboleda.

Casemiro, jugador de Real Madrid y referente brasileño, también habló y aunque no dio precisiones, dio a entender mucho. “Nuestra posición ya se conoce No podemos hablar más porque todo el mundo sabe qué pensamos. Más claro, imposible. Hay respeto mucho respeto de nuestra parte. Cada vez que queremos opinar ocurren muchas cosas. Queremos hablar después del partido con Paraguay porque el camino para el Mundial es nuestro foco. Queremos expresar nuestra opinión”, aseguró.

En estas horas, antes de la declaración del volante, algunos medios habían sugerido que la postura contra la realización del torneo era sólo de los jugadores que jugaban en Europa. Casemiro respondió: “no es así. Es la posición de todos los jugadores del plantel y también del cuerpo técnico y de Tite”.

El boicot todavía está lejos. Los futbolistas contemporáneos no han dado muestras de compromiso social real, pero sus charlas apuntan a eso. ¿Se animarán? ¿Recordarán el enfrentamiento de Diego Maradona con João Havelange? ¿O el arrodillamiento de Colin Kaepernick en la NFL durante el himno de Estados Unidos, también por motivos raciales y que no sólo lo enfrentó a Donald Trump sino que lo dejó sin equipo? Veremos.