Cartas de lectores IV: “¡Hola, papá!”

Cartas de lectores IV: “¡Hola, papá!”

04 Junio 2021

Me levanto muy temprano. Vivo desde hace años en el campo muy cercano al límite Este de Tucumán con Santiago del Estero. Al encender mi celular me informo que tengo un mensaje de texto, en el que rezaba "¡Hola, papá!". Cómo padre y como casi todos los padres, me puse contento. Pero en muchos casos esa caricia al alma suele transformarse en un pedido de ayuda, generalmente monetaria (mangazo como dicen en el campo). No me molestó, porque ya tengo mis años y dije: al final dentro de poco esto será de ellos que de seguir así todo, solo serán dueños de la propiedad pero la producción la administrara el Estado con la batería inaguantable de impuestos y manipuleo malintencionado. Pero a esto lo comparé con el actual gobierno, al que no se le cae una idea y seguido hace llegar su mensaje que atormenta y desilusiona al productor, que en resumen es el bebedero dónde por lo menos hasta ahora el gobierno siempre encontró la solución para saciar su sed. Ahora con la suspensión de la exportación de carne, cortes estos que suman un 20% de la producción nacional y de ese 20%, el 16% es carne de vaca que en la Argentina actual aún con pobres y con hambre no se la consume por su baja calidad. Son vacas flacas en mal estado que lo único que les falta es dejar de existir porque son un estorbo en cualquier establecimiento ganadero. Por ejemplo la vaca de tambo que se la vendía ya vieja y descartada para la exportación, era bien remunerada por los frigoríficos exportadores. Hoy su precio cayó de $150 kilo vivo a $70 u $80 kilo vivo y esa vaca no tiene más uso que ir a embutidos de mediana o mala calidad o morir en el campo. Este negocio que le reportaba al país la entrada de 3 mil millones de dólares por año, o sea 250 millones de dólares por mes, en este mes de parar la exportación podríamos haber comprado las 17 millones de vacunas de Pfizer a 10 dólares cada una y con el sobrante de 80 millones disponerlos para comedores de bajo recurso. Pero el enemigo elegido que es el campo, seguramente tendrá la culpa más adelante cuando digan que los ganaderos dejan morir las vacas antes de darles a los pobres. También seguramente, me volverá a sonar el celular muy pronto y está vez no será mi hijo sino algún amigo campesino para decirme que volvieron a aumentar las retenciones. Por eso prefiero escuchar “¡Hola, Papá!”. Que al menos me da cariño y no amargarme cuando veo como se quedan con nuestros esfuerzos sin tener la menor idea de cómo salir de la pobreza, de los problemas inflacionarios y económicos. Al campo sáquenle las esposas y los grilletes de sus piernas. Déjenlos libre y oblíguenlos de forma proporcional a sus hectáreas cultivadas, a tomar gente que hoy depende del gobierno: en blanco. Los productores agropecuarios son casi 400.000 personas. Si lográramos esto, le podríamos sacar al gobierno alrededor de 10 millones de personas que saldrían de la pobreza y sobre todo de la humillación. Pero al gobierno no le interesa un criadero de pollos, un criadero de cerdos, un rodeo de vacunos ni tampoco plantaciones de frutales, etc. Solo les interesa un criadero de pobres para que el día de las elecciones con una palmada en la espalda y algunas monedas, se sigan perpetuando en el gobierno sin importarles la Patria que está de rodillas sin sus senos llenos de leche y sus venas vacías de sangre.

Hugo Roberto Panella

El Palomar

Santiago del Estero

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