18 Mayo 2021
Audiencia judicial. El efectivo tiene la cabeza vendada, porque recibió una pedrada.
El domingo 16 de mayo pasado, en un establecimiento cercano a la exterminal de ómnibus, un policía tucumano le disparó por la espalda a una mujer. La hipótesis de la investigación afirma que el sargento Juan Federico Islas, de 49 años, habría acudido al lugar para contratar los servicios de una trabajadora sexual. Pero supuestamente al advertir que se trataba de una mujer trans, protagonizó una discusión con la encargada del local. Primero, el uniformado habría atacado a golpes con un palo a esta mujer, siendo retirado del lugar. En ese momento, se dirigió hasta su automóvil, donde tomó un arma de fuego y comenzó a efectuar disparos, hiriendo a una de las mujeres que se encontraba allí, para luego darse a la fuga, siendo interceptado posteriormente por bici policías.
En la noche del lunes 17 de mayo se realizó a pedido del Ministerio Fiscal la audiencia correspondiente a la convalidación de la aprehensión, formulación de cargos y pedido de medidas de coerción en contra del efectivo acusado.
La instrucción penal preparatoria del caso es llevada a cabo por la Unidad Fiscal de Delitos en Flagrancia II, cuyo titular, el fiscal Ernesto Salas López, intervino en la audiencia junto a la auxiliar de fiscal Fernanda Antoni Piossek.
Salas López acusó al detenido por el delito calificado provisoriamente como homicidio agravado por odio a la orientación sexual e identidad de género, en grado de tentativa, en calidad de autor.
"Se trató de una acción deliberada del imputado, que por la cantidad de disparos que realizó podría haber herido a muchas personas. Afortunadamente no estamos hablando de víctimas fatales. Todo fue por el odio a la identidad de género que mostró en ese momento el acusado contra una persona transgénero", señaló el fiscal.
Prisión preventiva
Para asegurar el proceso, el fiscal solicitó seis meses de prisión preventiva contra el acusado, indicando como medidas restantes por producir, el relevamiento de cámaras públicas y privadas para establecer si captaron el suceso, análisis de muestras biológicas y prendas de vestir, realizar entrevistas, examen a celulares y armas, y recibir informes, entre otras. El pedido fue avalado parcialmente por el juez actuante, ya que la otorgó por tres meses.
Al enunciar los riesgos procesales vigentes, el funcionario judicial se refirió al peligro de fuga, remarcando las características del hecho y la expectativa de la pena, además de la conducta del imputado en el proceso, ya que el acusado intentó huir y luego cambió su relato respecto a cómo sucedieron los hechos. Sobre el peligro de obstaculización de la investigación, los investigadores del MPF destacaron la posible influencia sobre los testigos.
El hecho
La versión de testigos y fuentes judiciales señalan que ese domingo 16 de mayo, el sargento Juan Federico Islas presenció el partido entre Boca y River en la zona. Ese día, según testigos, el sargento habría consumido una importante cantidad de bebidas alcohólicas.
Cuando se retiró del lugar, se cruzó con J.V.R de 39 años y que ejerce la prostitución en la zona. La hipótesis sobre el desencadenante de la pelea está en el primer párrafo de esta nota.
El sargento disparó muchas veces. Una de esas balas terminó en la espalda de una mujer. Intentó huir, pero una de las personas que salió en defensa de la víctima le arrojó una pedrada al efectivo que impactó en la cabeza del agresor. Al quedar perturbado por el golpe, Islas fue reducido. Policías se presentaron en el lugar, lo redujeron y le secuestraron una pistola nueve milímetros que no sería la provista por la fuerza.
La víctima fue trasladada hasta el hospital Padilla donde fue operada de urgencia. El proyectil, según explicaron los médicos que la atendieron, ingresó por la espalda y salió por el pecho, pero en el trayecto no tocó ningún órgano vital. Los profesionales de la salud esperan su evolución.
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