23 Abril 2021
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Pese a que Argentina tiene su propia fecha conmemorativa para celebrar el Día del Libro, a nivel mundial se festeja cada 23 de abril. Este día está estrechamente ligado a la muerte de autores reconocidos de la literatura mundial, quienes fallecieron un día como hoy, pero de 1616. Hablamos de: Miguel de Cervantes, William Shakespeare e Inca Garcilaso de la Vega.
La importancia de revalorizar el libro surge a raíz de entender que este es una fuente exquisita de acceso al conocimiento, estimula nuestra imaginación, nos acerca y aumenta el vocabulario y, además, ayuda a desarrollar la capacidad de concentración y atención, entre tantas otras cosas.
“Muchas veces se cree que para ser un ´buen lector´ hay que haber pasado por las obras clásicas de literatura de renombre, pero no creo que la lectura se trate de eso. Hay libros de tantos géneros y estilos, y cada uno debería leerlos por placer, no por obligación. Si un libro no te gusta, está bien. Hay muchos más para descubrir, pero no hay que creer que por no ser un fanático de alguna obra reconocida uno es un ´mal lector´”, advierte Felicitas Chavanne, de 20 años, acérrima lectora.
Leer nos lleva a descubrir experiencias magnificas, crear imágenes en la mente que se asemejan al relato que estamos leyendo, sentir emociones como tristeza, felicidad o miedo y por qué no, identificarnos con los personajes o las situaciones, ya sean ficticias o reales.
“Es un tiempo para mi mismo, es tan íntimo, me sorprende lo poderosa que es la imaginación que te lleva a generar imágenes a través de la lectura, es hermoso. Cuando lees te imaginas la música, las escenas, la ropa, absolutamente todo, haces que tu cabeza trabaje y por eso requiere de una concentración adecuada que ayude a emprender la lectura de manera activa”, expresa el estudiante Gerónimo Carrer, de 21 años.
La lectura es una práctica totalmente enriquecedora que no debe perderse, no caben dudas que incorporarla desde pequeños es aún más provechoso. “Las nuevas tecnologías alejaron mucho a los niños de la lectura, el sabor que pueden encontrar en un libro rápidamente se pierde en las tablets o en un celular. Es sumamente importante que los chicos mantengan contacto con relatos escritos o narrados, ya que estimula notablemente su imaginación. Es un ejercicio que al principio cuesta, pero con el tiempo se convierte en un momento de encuentro que ellos disfrutan y esperan”, asegura Ruth Martínez, docente de nivel inicial.
En sintonía con el ejercicio de la lectura adquirido a temprana edad, Milagro Sastre, una joven de 21 años comenta que fue en la primaria donde tomó la iniciativa de ir a comprar su primer libro tras una recomendación de su maestra. A su vez, añade que hoy en día lo que más disfruta de leer es cómo se despeja de todo, cualquier problema o preocupación. “Llega un punto que si alguien me habla no me percato, de hecho, en mi casa saben que si estoy leyendo no me pueden hablar. Así también, me encanta todo lo que aprendo a raíz de un libro”.
Por otro lado, Chavanne añade que además de la pasión por la lectura se encuentra el amor a la escritura, algo que nació cuando era muy chica: “se ha convertido en mi actividad favorita con los años, el relatar e idear historias es parte de mí desde que era chiquita. Esas historias se volvieron escritas, supongo, cuando en la primaria, las maestras nos asignaban escribir cuentos o algún otro tipo de texto. Creo que actividades como esas realmente incentivaron mi pasión por la escritura y las letras y, para mi suerte, algunas maestras vieron que tenía un "potencial", y me animaron a seguir haciéndolo”.
Algunas de las recomendaciones literarias que los jóvenes pudieron hacer a los tucumanos son:
Los colores de la felicidad, de Viviana Rivero
El principito, de Antoine de Saint-Exupéry
El alma de las flores, de Viviana Rivero
Trono de Cristal, de Sarah J. Maas
10 negritos, de Ágatha Christie
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