18 Abril 2021
ES SIMPLE. Lavar las manos, el barbijo y la distancia siguen siendo claves.
“El lavado de manos y la higiene respiratoria inciden en muchas enfermedades; lo recomendamos en todas las campañas de educación sanitaria, pero no se logra con tanta eficacia como este año”, destacaba en junio de 2020 Rogelio Cali, director de Epidemiología del Siprosa y se permitía soñar: “ahora parece que la gente se asustó, ojalá sea lo suficiente. Sería muy bueno que estos hábitos hayan llegado para quedarse”.
Soñaba a partir de datos que, cuando en el país la pandemia de covid-19 ya era un problema grave, mostraban las virtudes de la distancia entre personas, la ventilación, el barbijo y la higiene de manos.
Pero no duró. “Con la pandemia, al no haber circulación de personas ni clases, y con la gente teniendo mucho cuidado, hubo muchos menos cuadros bronquiales -dice a LA GACETA Oscar Hillal, jefe del Departamento Infanto Juvenil del Programa Integrado de Salud de Tucumán (PRIS)-. A punto tal que no hubo casos de Influenza A ni B”.
“Este otoño, al haber más circulación (los chicos volvieron a encontrarse, a hacer deporte, a ir a la escuela) hay más posibilidades de contagio y por consiguiente, más cuadros respiratorios; por suerte la mayoría de los casos no está siendo de covid-19”, señala Santiago Assaf, especialista en neumonología infantil.
Y se sueña (de nuevo) con que eso se mantenga así. Pero, resalta Verónica Alí, a cargo de la Dirección Estratégica del PRIS de Tucumán, la medida prioritaria para evitar los contagios -hemos aprendido en un año de pandemia- no es el aislamiento, pero tampoco la vacuna. “La medida prioritaria es respetar la distancia. Nos cuesta mucho y es lógico que nos cueste. Somos seres sociales, afectivos... necesitamos el contacto. Pero con estirar el brazo y dar un paso atrás quedamos a dos metros de las personas, las protegemos, las miramos a los ojos, podemos conversar, puedo compartir tiempo. Esa herramienta, la distancia, es fundamental en este momento”. afirma.
Más de 4.000 niños
Y lo es tanto entre los adultos como con los niños, porque (está claro) ellos también se enferman de covid-19 y contagian igual que los adultos. De hecho, datos de la Dirección de Epidemiología de la Provincia indican que hasta el 21 de marzo se confirmaron en Tucumán 888 casos de chicos de cero a nueve años, y 3.683 de nueve a 18 años.
“Y hay que tener en cuenta que los chicos prácticamente no se hisopan, ya que el 80% de los menores con la enfermedad son asintomáticos o tienen muy pocos síntomas”, resaltó a LA GACETA una semana después de difundir los datos el infectólogo pediatra Julio López Mañán, en un momento en el Hospital de Niños era uno de los centros médicos estatales con más pacientes internados con coronavirus.
“Este año, sí, seguro, vamos a tener en la población pediátrica una mezcla de los virus respiratorios habituales con el SARS-Cov-2”, advirtió, preocupado, Hillal.
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