“El pánico nos está ganando y va a dejar serias secuelas”

El presidente del Colegio de Psicólogos dijo que no se le está prestando la importancia necesaria a la salud mental. Críticas al mensaje de los líderes. La situación de los chicos en las escuelas.

INCERTIDUMBRE. La pandemia está atentando contra nuestra salud mental y provoca graves picos de estrés.  INCERTIDUMBRE. La pandemia está atentando contra nuestra salud mental y provoca graves picos de estrés.

“La escuela siempre fue un ámbito que ayudó a descubrir anomalías en los niños. De todo tipo, desde violencia familiar, abusos y hasta hambre incluso. La maestra siempre actuaba como agente de supervisión ante la salud y ante la Justicia, y eso con la pandemia y las clases presenciales se perdió. Chicos y adolescentes son los grandes desprotegidos en toda esta situación y no se les está prestado la atención que deberíamos”. El licenciado Roberto González Marchetti está preocupado. El presidente del colegio de psicólogos de Tucumán afirma que el coronavirus va a dejar dramáticas secuelas físicas en la población, pero que además la salud mental quedará resquebrajada.

“Todos los días uno lee notas sobre abusos sobre chicos, sobre violencia intrafamiliar y ese tipo de situaciones solían aparecer en la escuela. Ahora muchas veces el adulto está trabajando y el niño queda solo en el domicilio muchas veces en manos de cuidadores no tan preparados. Y los abusos pueden estar presentes, y no hay alguien que pueda descubrir eso como pasa en las escuelas”, afirma. “La escuela esta funcionando entre un proceso de readaptación a la enseñanza y un depósito de chicos de padres que no tienen otro lugar donde dejarlos. Vamos a tener mucha deserción escolar”, advirtió.

Cambio de conductas

Otro tema que, explica, se está viendo, son cambios en las conductas en los adolescentes y jóvenes. “Hay miedo, temor e incertidumbre ya que además muchos también están siendo atacados por el virus, con mucho crecimiento de casos al contrario de lo que sucedía el año pasado cuando el grupo etario más atacado era el de los mayores. Desde el principio se habló de proteger a los mayores, pero no hubo campañas de prevención para los jóvenes, no se les enseñaron protocolos y quedaron desprotegidos, mas allá de que la cuestión de su propia inmadurez”, aclara.

“Se sigue apelando al tema del miedo al virus como preventor, pero eso más que actuar de manera correcta puede provocar incoherencias o desequilibrios que llevan a cuestiones negativistas: ‘a mí no me va a pasar’ y no hay una manera lógica de comportamiento sano o responsable ante el miedo”, asegura.

González Marchetti advierte que además no hay ejemplos de los líderes. “En medio de una situación como la que estamos pasando, tenemos un gobernador y un vicegobernador con una guerra mediática y política que lo único que hace es llevar más incertidumbre. ¿Cómo quieren que la gente después se cuide si son los primeros en hacer reuniones multitudinarias? O que la gente se quede tranquila si ellos con su enfrentamiento llevan nerviosismo. Eso no es de líderes positivos”, criticó.

Aumento sostenido

El profesional aseguró que desde el año pasado, cuando su trabajo se retomó tras los primeros meses de cuarentena, el aumento de consultas fue considerable. Tanto que actualmente no hay turnos para las consultas gratuitas que se impulsan desde el Colegio. “El crecimiento fue sostenido. En febrero hubo un 20% más que en enero, y en marzo un 20% más que en febrero. Hay muchos trastornos de ansiedad, estados de duelo, hay un aumento de la violencia, angustia, priorización de la empatía dentro de una misma situación. Hay mucha polarización y eso va a generar un estado de confrontación permanente dentro de la sociedad. Debe haber diálogo y consenso. En los chicos hay mucha angustia, por falta de acceso a tener cierta seguridad en el hogar o fuera del hogar, se va viendo en los niños mucha frustración”, enumeró.

“El ser humano -sostiene- tiene intolerancia a la ambigüedad. Aquí estamos discutiendo si hay que salvar a la economía o la salud, y conspira contra nosotros mismos en el caso en que no haya un orden. Al enfrentarnos a la ambigüedad se afecta el deseo de vivir. La personas siente que pierde el control de la situación. La percepción que uno va teniendo es dinámica. Uno dice que lleva un año desde que se contagió y el otro que lleva un año sin trabajo. Nadie ve los términos grises. Así es muy difícil. La percepción siempre es blanco o negro y la falta de un acuerdo político incide en nuestra salud mental. Contribuye más al miedo de la gente”. Y añade: “hay incertidumbres, inseguridad, falta de entendimiento. La motivación de la población no acompaña, no se está trabajando en la seguridad de tener los recursos necesarios para afrontar las restricciones. Los que fueron afectados en diversos rubros están pidiendo seguridad ante la incertidumbre. No hay un convencimiento de la gente. El miedo nos lleva a creer que las medidas van a continuar y eso afecta el funcionamiento social”. Según él, para el coronavirus la solución hasta aquí son las vacunas, pero ¿qué pasa con la salud mental?. “La mejor vacuna es tener una intervención temprana con un profesional que nos ayude y nos guíe. No hay que perder tiempo. Hay que buscar ayuda cuando se la necesite”, responde.

González Marchetti explica que están viendo muchas personas con altísimos picos de estrés: “hay un miedo anticipatorio, con negación o aceptación que lleva a relativizar las recomendaciones, y en quienes se afianza el miedo puede generar pánico. Y de ahí es muy complicado salir. El pánico nos está ganando”.

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