Productores rurales: “en el campo hemos perdido la paz desde hace mucho”

Productores rurales: “en el campo hemos perdido la paz desde hace mucho”

De 30 productores encuestados, 25 dijeron haber sufrido un robo. Un problema.

Productores rurales: “en el campo hemos perdido la paz desde hace mucho”

“Eso de que el campo era más tranquilo forma parte del pasado. Hemos perdido la paz desde hace mucho tiempo. Estamos en un estado de alerta permanente por los hechos de inseguridad”, explicó Osvaldo Martín, titular de la Asociación de Productores Agrícolas y Ganaderos del Norte (Apronor). “Los números son abrumadores, no hay margen para realizar ningún tipo de análisis, pero como venimos sosteniendo desde nuestro ámbito, el problema no sólo es del Poder Ejecutivo, sino del Legislativo y Judicial”, añadió Sebastián Murga, titular de la Sociedad Rural de Tucumán. “Es una cruda y dura realidad la que estamos viviendo”, agregó Pablo Iramain, representante en la provincia del Comité de Seguridad de la Sociedad Rural Argentina (SRA).

Esas fueron las reacciones de los tres directivos del campo al conocer los resultados del sondeo de opiniones que desarrolló LA GACETA sobre la inseguridad que se vive en el campo. Los 30 productores consultados realizan actividades diferentes en nuestra provincia, Santiago del Estero, Salta y Catamarca, pero los une la misma sensación: 23 de ellos señalaron que no pueden realizar tranquilos sus trabajos por la inseguridad. Los gráficos con porcentajes publicados en esta página dan cuenta de las respuestas brindadas por esa treintena de ruralistas consultados.

Precisamente, 25 de los entrevistados señalaron que han sufrido algún delito contra la propiedad en los últimos dos años. De ese número de atacados, 23 puntualizaron que sufrieron más de una ataque de delincuentes.

En el ranking de delitos, 15 de los consultados detallaron haber sido víctimas de hurtos, fundamentalmente de frutas (limones y frutillas), choclos de los cultivos de maíz y plantines de cítricos, de arándanos y de frutillas.

“Uno sabe que es inevitable que a un campo entre desconocidos a tomar fruta para alimentarse; y damos instrucciones a nuestra gente de que no los persigan tanto. Pero otra cosa es que existan organizaciones destinadas a robar para vender al por mayor”, cotrastó Iramain.

En segundo lugar aparece el vandalismo, con nueve víctimas “Hacen daño, cortan o se roban los alambrados y eso genera problemas al productor”, explicó el delegado de la SRA en Tucumán.

Ocho de los encuestados dijeron haber sido víctimas de abigeato. “El 90% de las carnes que se consumen en la provincia viene de otras provincias. Y eso ocurre porque los productores no quieren dedicarse a esta actividad por las pérdidas que sufren por este delito”, opinó Martin.

Los vuelos de avionetas narco también tienen en alerta a los ruralistas de del este tucumano. En este sondeo, cuatro de los relevados dijeron que sus tierras fueron utilizadas para arrojar droga.

“Desde el año pasado venimos notando un incremento de este delito. Son naves que vuelan muy bajo, fundamentalmente cerca de la hora de la caída del sol. Tiran la carga y hay gente que las busca y se va. De esto nos enteramos por los comentarios de los productores y de los habitantes de las zonas rurales”, indicó Martín.

Cinco productores señalaron además que sufrieron robos en sus tierras de herramientas y de productos agroquímicos. En tanto  que tres indicaron haber sufrido un asalto a mano armada en los dos últimos años.

Justamente, la inseguridad también está generando problemas económicos en los ruralistas: 17 de los consultados indicaron que las pérdidas provocadas por haber sufrido un delito han significado el 10% de su producción. Cinco de ellos reconocieron pérdidas del más del 20%; dos, de más del 30%; y uno de más del 40%.

Medidas

El sondeo de opiniones realizado por LA GACETA reveló otro dato importante: 27 de los consultados debieron tomar algún tipo de medida para proteger sus bienes.

“Eso también habla de que nadie está tranquilo, que el fenómeno buscar alternativas para cuidarse se trasladó de la ciudad al campo”, sentenció Murga.

De los ruralistas consultados, 20 recurrieron a la tecnología para cuidar su producción instalando cámaras y alarmas, por sólo citar dos ejemplos. En cambio, 16 tuvieron que recurrir a la contratación de personal de vigilancia para que hagan recorridos en sus tierras.

“Todo esto tiene un costo adicional, no es gratis”, indicó Iramain. Ocho productores admitieron que han decidido armarse. “Hoy, quien no tiene al menos una escopeta en su campo, es más o menos el ‘hijo de la Pila Mota’”, ironizó un productor.

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