El rol de la mujer garantiza el éxito agropecuario

El rol de la mujer garantiza el éxito agropecuario

Aunque la mano femenina siempre estuvo presente en el campo, se la empezó a visibilizar en los últimos años.

El lunes la mujer conmemoró su día. El 8 de marzo de 2011 se proclamó oficialmente el primer “Día Internacional de la Mujer de las Naciones Unidas”, con el fin de avanzar hacia la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer. Se tiene el primer antecedente en 1910, cuando en la segunda Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, celebrada en Copenhague (Dinamarca), con la asistencia de más de 100 mujeres procedentes de 17 países, se decidió proclamar el Día Internacional de la Mujer Trabajadora.

Lo cierto es que la mujer merece esto y mucho más, ya que su invaluable labor es sumamente importante es cualquier trabajo que desarrolle.

En las actividades rurales desempeña un gran papel alrededor del globo. En el mundo sobran los ejemplos; y en nuestra región y provincia también podemos encontrarlos. La diversidad productiva y la cantidad de diferentes puestos de trabajos a cubrir es muy grande. Y en muchos de ellos el papel de la mujer resulta no solo importante, sino hasta indispensable.

Siempre se afirmaba que el trabajo rural era considerado como un trabajo para el hombre, debido a la dureza que muchas veces implican ciertas tareas. Pero a medida de que pasó el tiempo la inserción de la mujer en muchos trabajos y labores se volvió una realidad y, a la vez, una necesidad.

Las actividades en el ámbito rural son diversas y requieren el trabajo contante de empresarios, de técnicos, de profesionales de diversa índole, de investigadores, de cosecheros, de maquinistas, de tractoristas, y de operarios varios, que día a día realizan una gran labor para que los bienes del campo salgan y sean comercializados y consumidos en diversos mercados internacionales y nacionales. Esto permite que las riquezas del campo sean distribuidas finalmente en toda las actividades y en beneficio de la sociedad en su conjunto. Se suman otras actividades relacionadas al campo, como las comerciales, industriales, gremiales, sociales y de medios de comunicación, que tienen gran importancia en el desarrollo agropecuario. Y la inserción del trabajo de la mujer fue y es primordial para que todas estas actividades y tareas sean desarrolladas adecuadamente.

Algunos datos que suministra la ONU afirman que las mujeres rurales representan más de un tercio de la población mundial y un 43% de la mano de obra agrícola. A su vez, más del 50% está involucrada en algún proceso de la alimentación; y esto en la producción agropecuaria resulta muy importante destacar. En la literatura rural siempre se dice que no se puede conseguir un desarrollo agrícola y rural equitativo, eficaz y sostenible sin el reconocimiento expreso de la enorme aportación de la mujer rural a la producción alimentaria y agrícola, y de su función crucial para determinar y para garantizar la seguridad alimentaria y el bienestar del hogar.

En todo momento resulta importante valorizar el papel de la mujer en las explotaciones agrícolas y en el mundo rural. Hoy el mundo laboral exige, y así debe serlo, que se garantice la igualdad entre hombres y mujeres, ya que se trata de uno de los principios fundamentales de cualquier país del mundo moderno.

Rol histórico, pero callado

Es importante comentar que las mujeres siempre han estado presentes en el campo, aunque no se les ha tenido tan en cuenta como en la actualidad. Muchas actividades productivas en la agricultura moderna no podrían siquiera existir sin la presencia y el trabajo delicado de las mujeres. Si bien su trabajo en la explotación suele tener carácter complementario, en ocasiones es primordial. Su presencia y su labor sirven para consolidar el tejido social que sostiene a su familia y a la explotación.

La mujer realiza múltiples actividades relacionadas directa o indirectamente a los trabajos agropecuarios. Tantas que muchas veces resulta muy difícil enumerarlas y describirlas; entre otras, profesionales, cosecheras, embaladoras, laboratoristas, tractoristas, administrativas y de seguridad.

Todavía queda mucho por hacer y mucho camino por recorrer para alcanzar la igualdad de oportunidades. Y las mujeres siguen luchando para que eso se logre y se afiance.

Debemos tener presente que el rol de la mujer en muchísimas labores y actividades rurales es fundamental e indispensable para lograr el éxito productivo buscado. Muchas empresas agropecuarias del mundo y de nuestro país tienen bien en claro esta premisa; y a raíz de ello tiene a la mujer como un pilar fundamental dentro de su estructura productiva.

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