Pantalla grande, pochoclo, distanciamiento y la magia intacta

“Es otra cosa, no lo comparás con la tele”, dijo Daniel Díaz, que se acercó a una de las salas de la provincia para disfrutar de la reapertura de los cines.

DE DOS EN DOS. Por protocolos, más de la mitad de las butacas están inhabilitadas y son separadas con una envoltura plástica y cintas de “peligro”. DE DOS EN DOS. Por protocolos, más de la mitad de las butacas están inhabilitadas y son separadas con una envoltura plástica y cintas de “peligro”. FOTO LA GACETA/FLORENCIA ZURITA

Volvieron los cines en Tucumán. Luces, olor a pochoclo recién hecho, carteles enormes con las portadas de las películas en cartelera... El ambiente era el mismo de siempre, pero esta vez cada persona usaba un barbijo y había alcohol en gel en cada entrada. Los empleados bien vestidos, con una sonrisa en la cara, esperaban ansiosos a los espectadores, que llegaban de a poco, tímidamente, como redescubriendo un lugar ya conocido.

“Extrañamos mucho el cine, cuando podemos venimos. Y pensamos volver dentro de poco”, afirma Guillermina Díaz Caro, una joven de 16 años que fue a ver “Monster Hunter” junto a su novio, Tomás Latina, un año mayor.

PROTOCOLOS. Una niña es rociada con alcohol antes de entrar a la sala. PROTOCOLOS. Una niña es rociada con alcohol antes de entrar a la sala. FOTO LA GACETA/FLORENCIA ZURITA

Tomás vio muchas películas por streaming el año pasado y no descartó que, en un futuro, esa plataforma pudiera reemplazar al cine. “Como Disney está empezando a monopolizar muchas cosas, capáz que en algún momento lo reemplaza, pero por ahora no. Y nosotros seguimos fieles al cine”, opinó.

El resto de los entrevistados por LA GACETA en la tarde y noche dle jueves, sin embargo, sostuvo que esto no sucederá. Para muchos, la experiencia del cine, con todo lo que eso significa, no podrá ser jamás sustituída por ver una película en casa.

“Extrañaba mucho. La idea de venir, comprar unos pochoclos y vivir el cine en una sala es otra cosa, no lo comparás con la tele. Vi un poco de streaming el año pasado, aunque no tanto; si me decís que evalúe las películas en el cine con las de la televisión en una casa, nada que ver, se vive distinto”, aseveró Daniel Díaz, un joven que se acercó a la boletería del cine Atlas a comprar entradas anticipadas para la película “Tenet”, que fue a ver esa misma noche con dos amigos.

EN LA PREVIA. Casi todos pasaron a buscar los obligatorios pochoclos. EN LA PREVIA. Casi todos pasaron a buscar los obligatorios pochoclos. FOTO LA GACETA/FLORENCIA ZURITA

La conductora de “La mira en vos”, Josefina Casanova, también se acercó hasta las salas con su hija Guadalupe, de 10 años, para ver “Trolls 2” y disfrutar de una tarde de madre e hija. “Vi mucho streaming el año pasado, pero es totalmente distinto. No creo que pueda reemplazar al cine. Una sala a oscuras tiene la magia de que te transporta a ese lugar, a vivir las cosas de otro modo, con sonido envolvente; te sentís protagonista en la historia”, afirmó, y continuó: ”tiene el enorme poder de crear historias, de soñar, de hacernos imaginar. No es sólo ver la película, es toda la experiencia. Y en general los filmes tienen un mensaje, y entonces también algo aprendés”.

El cinéfilo y su hija

Martín Calvo es un cinéfilo que esperó durante todo el período de restricciones la vuelta de la pantalla grande. Se acercó solo a boletería el jueves, apenas reabrió el cine Atlas, y compró dos entradas: una para él y otra para su hija de tres años.

“Vine porque me encanta el cine. Mi hija es la primera vez que va a estar en una sala, ella cumple cuatro años la semana que viene, y quiero empezar a transmitirle este ambiente con todo lo que significa, la emoción, la previa, el comer pochoclos, todo”, expresó con anhelo.

PAREJA. Yanet y Gonzalo llevaron a sus hijos al cine. PAREJA. Yanet y Gonzalo llevaron a sus hijos al cine. FOTO LA GACETA/FLORENCIA ZURITA

“Siento que se van a respetar los protocolos. Es más, cuando noto que alguien no lo hace, hay gente que le dice que se ponga el barbijo, que tome distancia. Ha sido un año duro y la gente ha aprendido. Es importante para que se mantenga abierto y siga funcionando”, agregó respecto a las condiciones que impuso el Gobierno para llevar a cabo esta reapertura.

Además, explicó que sí consume películas a través del streaming, pero aseguró que no hay punto de aproximación entre ambas experiencias: “aunque tenga en casa una película, vengo al cine, para mí es clave y fundamental venir”.

Niños

Entre los protagonistas de esta vuelta estuvieron los niños. Llegaban dispersos, prestando atención a 1.000 cosas al mismo tiempo, riéndose y señalando los carteles; parecían no entender muy bien qué momento estaban viviendo.

En la Sala 1 de los Cines del Solar se proyecta “Trolls 2”. El salón estaba repleto -completitud en términos nuevos, respetando un protocolo que no permite ocupar más del 30% de las butacas- y los chicos, entre risas y comentarios constantes, participaban del espectáculo.

“Mami, mirá esa lucecita de ahí”, comentaba una pequeña interesada en todo a su alrededor, pero no en la película. Al mismo tiempo, dos niños con actitud de adultos, en la esquina superior derecha de la sala, comían pochoclos casi sin respirar mientras miraban en silencio, concentrados, la película infantil.

Yanet Soria y Gonzalo Palavecino, viajaron desde Lules hasta Yerba Buena para llevar a sus hijos, de ocho y 13 años, a los Cines del Solar.

“Los chicos hace un montón que querían venir aquí. Vinimos especialmente para traerlos porque hace mucho que esperaban este momento”, dijo Yanet, mientras tomaba unas gaseosas junto a su marido afuera del cine, a la espera de que salieran sus hijos. “Y ya están esperando el estreno de Mulán también, son fanáticos del cine”, sentenció.

Expectativas cubiertas

El gerente de los Cines del Solar, Alexis Diaco, se mostró muy contento con la reapertura y con la cantidad de gente que fue en la primera jornada.

ALEXIS DIACO. El gerente del Cine del Solar estuvo en la reapertura. ALEXIS DIACO. El gerente del Cine del Solar estuvo en la reapertura. FOTO LA GACETA/FLORENCIA ZURITA

“Cambió bastante, pero los protocolos no son distintos a los que la gente ya está acostumbrada en todo este tiempo. El uso de barbijo obligatorio, la higiene de las manos, el control de temperatura, el distanciamiento social para lo que tenemos delimitadas las butacas... Así que hay una experiencia distinta, pero sigue siendo la misma magia de la pantalla grande, del sonido y de la experiencia de concurrir”, afirmó.

El gerente además explicó que las expectativas que tenía respecto a esta reapertura fueron cubiertas. “Ha pasado un año cerrado y esta última semana se vio mucho movimiento en las redes sociales de gente interesada, con lo cual antes de abrir nos despertó ese entusiasmo de pensar cómo iba a ser la respuesta. Y finalmente el movimiento estuvo muy bien, incluso te diría que esperábamos menos gente”, admitió.

“La gente vuelve porque le gusta el cine, y más allá de la pandemia se va a acercar porque hay un protocolo que les da la confianza de que pueden venir sin correr riesgos”, sostuvo Diaco.

Por último, destacó que las salas de los cines están totalmente renovadas, con un cambio de alfombras, butacas e iluminación; además de mejoras en el sonido y la calidad de la imagen.

Desde niña
Antonella Abdenur

Antonella es la hija de Roberto Abdenur, dueño de los cines Atlas. La joven de 23 años experimenta ese ambiente desde que era una niña y esta reapertura de las salas significó algo importante en su vida. “Me causa mucha emoción esta vuelta porque desde estoy acostumbrada a vivir prácticamente en el cine y que se reabran me pone muy bien. Me gusta mucho el cine, más allá de ser mi trabajo y sí se extrañaba ver a la gente, sentir cómo disfrutan con los pochoclos, el entrar a la sala, todo”, remarcó.

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