SIGUE. El jefe de Policía sancionó a los dos comisarios por el incidente. la gaceta / foto de josé nuno
Un comisario podría ser detenido en las próximas horas por haber amenazado a un superior durante una pelea que se registró en una oficina de la Jefatura de la Policía. El episodio generó una ola de rumores que sindicaban que se podrían producir cambios en la cúpula de la fuerza. La versión fue desmentida por los funcionarios del área de Seguridad, que sí informaron que los protagonistas habían sido pasados a disponibilidad.
Ayer a la mañana, en una oficina de la fuerza, el jefe del Departamento Judiciales Gustavo Sbrocco encabezaba una reunión en la que se encontraban presentes el comisario Marcelo Balastegui, responsable de la oficina de Antecedentes Personales (el que expide los certificados de buena conducta), otro comisario de apellido Ávila y una subcomisaria cuyo nombre no trascendió.
Según confirmaron fuentes policiales, en medio del encuentro, se inició una discusión entre Balastegui y Sbrocco, sin que supieran los motivos. El primero, según trascendió, habría tomado su arma reglamentaria y amenazó a su superior. Los otros asistentes intervinieron en el acto. Ávila logró quitarle el arma, pero no habría evitado que, de acuerdo a las versiones, le aplicara un cabezazo en el rostro que le provocó, al parecer, una fractura de tabique nasal. La oficial también habría sufrido lesiones leves por haber quedado en el medio de la pelea.
El caso fue motivo de una reunión ayer por la tarde en la Casa de Gobierno. Allí estuvieron presentes el ministro de Seguridad Claudio Maley, el secretario Luis Ibáñez y el jefe de Policía Manuel Bernachi. Allí resolvieron pasar a disponibilidad a los dos funcionarios policiales y dar aviso a la Justicia de lo ocurrido.
“No vamos a tolerar situaciones que estén reñidas con lo que se debe esperar de efectivos policiales”, sostuvo Ibáñez al finalizar el encuentro. El funcionario confirmó además que previamente Bernachi había iniciado un sumario administrativo y denunciado el caso.
La Unidad Fiscal de Delitos Genéricos, que conduce Arnoldo Suasnábar, investiga el caso. Ya habría solicitado un allanamiento en la oficina donde se produjo el incidente y la posible detención de Balastegui, que sería investigado por lesiones y amenazas con arma de fuego.








