Una jueza detecta machismo en el Colegio de Abogados

Una jueza detecta machismo en el Colegio de Abogados

Mena ordenó que el personal y el cuerpo directivo de la entidad intermedia se capaciten en violencia contra la mujer, y borró la sanción impuesta a la empleada que denunció acoso.

FACHADA DEL COLEGIO DE ABOGADOS DE LA CAPITAL. Acceso a la sede ubicada en la calle Congreso 450. FACHADA DEL COLEGIO DE ABOGADOS DE LA CAPITAL. Acceso a la sede ubicada en la calle Congreso 450. LA GACETA / FOTO DE INÉS QUINTEROS ORIO (ARCHIVO)

El Colegio de Abogados de la Capital recibió un reproche delicado en medio del proceso de renovación parcial de autoridades. En un fallo que aún no está firme, la jueza Ana María Mena dijo que advertía “un sesgo machista” en la decisión de la entidad de sancionar a la empleada que había atribuido actos de acoso al secretario suspendido definitivamente, Guillermo Arévalo. En virtud de ello, la magistrada dispuso que los consejeros directivos y todo el personal se capaciten en la prevención de la violencia contra las mujeres en la Oficina de la Mujer de la Corte Suprema de Justicia de Tucumán con apercibimiento de imponerles sanciones conminatorias en el caso de incumplimiento. Además, dejó sin efecto los descuentos practicados a la trabajadora, y condenó al Colegio a pagar el salario caído actualizado con la tasa activa desde el momento de inicio de la deuda hasta su efectiva cancelación y las costas del proceso.

La suspensión por 30 días sin goce de sueldo aplicada a la administrativa que denunció a Arévalo fue adoptada tras un sumario instruido por los consejeros Julia Chara e Ignacio Chasco Olazábal, quienes concluyeron que había habido “un acoso sexual y laboral atenuado por la complejidad de las circunstancias fácticas”. En la sesión en la que debatieron el dictamen, la mayoría de los consejeros dejó de lado aquel corolario con el concepto de que había habido faltas de conducta de ambas partes en el contexto de la “relación de confianza” que compartían, y suspendieron temporalmente a la denunciada y hasta el fin del mandato al secretario, que cumplía la función de jefe de personal. Votaron a favor de descartar el acoso los consejeros Marcelo Fenik, Mariano Danesi, Carlos Casal, Flaviana Yubrin y Pablo Caram mientras que Félix Gutiérrez, Pablo Cifre y Chasco Olazábal sostuvieron el dictamen. Chara se excusó, y Marisol Ruiz, Natalia Zamora y Liliana Guzmán Cruzado se abstuvieron.

“Tanto al momento de tratar si correspondería una sanción para la empleada como cuando decidieron cuál debía ser esta, prevalecieron las ‘decisiones masculinas’ sobre las ‘femeninas’”, observó Mena en el proceso que inició la trabajadora para discutir su sanción con la representación de Jorge Contrera, ex secretario del Colegio. Antonio Severo Tejerizo, abogado de la entidad que preside Marcelo Billone, sostuvo que no había habido acoso y que en todo momento se observaron las normas para erradicar la violencia contra la mujer.

La titular del Juzgado del Trabajo N°7 concluyó: “el Colegio de Abogados revictimizó a la empleada, entre otras razones porque utilizó en su contra las pruebas que ella aportó en sustento de su denuncia de acoso, y no tuvo en cuenta los certificados médicos ni la condición de salud”. Y explicó que había “un sesgo machista” en los consejeros a los que les había llamado la atención que la denunciante y el denunciado hayan intercambiado mensajes durante dos años hasta que aquella se atrevió a exponer la situación. “Algunos comportamientos patronales son tolerados en silencio por las trabajadoras por el temor a enfrentar a sus superiores”, dijo Mena, quien afirmó que “la ocasión justificaba la instrucción de un sumario específico para analizar la conducta de la empleada”, cosa que no ocurrió.

Por otro lado, la jueza consideró que la sanción no cumplía con ningún recaudo legal. “Tampoco existe a ciencia cierta una causa determinada que legitime el ejercicio del poder disciplinario por parte del empleador”, expresó.

Cuestionamiento: "Es una vergüenza para la Abogacía que pone en peligro el patrimonio del Colegio"

El letrado Federico Rengel consideró que el fallo de la jueza Ana María Mena que condenó al Colegio de Abogados de la Capital implica “una transgresión legal y moral”: “es una vergüenza para la abogacía tucumana que pone en peligro el patrimonio de la entidad”. Rengel solicitó la renuncia al presidente saliente Marcelo Billone, quien termina su mandato este mes. “Es imposible que usted, presidente, defienda el honor de los abogados cuando ha sido condenado a hacer un curso para respetar a las mujeres”, razonó.

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