Decisiones en tiempos de incertidumbre*

Decisiones en tiempos de incertidumbre*

04 Octubre 2020

Por Felipe González

En mi vida política he vivido momentos muy importantes; la caída del Muro de Berlín, la unificación de Alemania, la guerra de los Balcanes, dos guerras del golfo, etc. Nunca he vivido un momento de incertidumbre multidimensional como el que estamos viviendo ahora en cada uno de nuestros países y en el mundo. Incertidumbre sobre la pandemia y sus consecuencias para la salud. Incertidumbre en materia social y económica. Incertidumbre sobre las consecuencias políticas. ¿Cuál es la paradoja? Se supone que el liderazgo consiste en ofrecer certidumbre a los ciudadanos. Para eso se paga a los representantes políticos. Hay que navegar en la incertidumbre cumpliendo con la obligación de darle un grado de certidumbre a la ciudadanía. Ese es el gran desafío que tenemos por delante.

Hay un antes y un después de la irrupción del virus en nuestras vidas. Quienes no lo consideren así, y los hay, se equivocan gravemente. Debe haber una dinámica de acuerdos. En Madrid, por ejemplo, estamos viviendo un rebrote sorpresivo que se parece a una segunda ola. Eso requiere corregir la estrategia y esto implica dialogar. No es responsabilidad de un solo grupo político, de un solo actor económico o social. Es una responsabilidad del conjunto de los gobernantes y actores económicos y sociales. Para eso requerimos una dinámica de acuerdos sucesivos.

Las caídas del Producto Bruto en Argentina y España en el segundo trimestre, en torno al 18%, son similares. Pero también cayó la recaudación combinado con un aumento natural de la necesidad del gasto público. El virus no identifica ideologías ni fronteras. Estamos frente a un enemigo al que no conocemos suficientemente, con el que tendremos que acostumbrarnos a convivir. Solo sabemos que no sabemos hasta donde llegará la profundidad de la crisis. Tenemos un gran problema. Escasean los recursos y no podemos presionar a empresas que un 90% han sido golpeadas por la crisis. Aumentarán el déficit y el endeudamiento con consecuencias políticas difícilmente previsibles hoy. Deberíamos enfundar los cuchillos, no buscar culpables sino combatir entre todos al enemigo común.

Creo que no hay que plantear dicotomías en parte falsas. Hay criterios, sí. Debe haber un equipo de científicos que no debe tomar las decisiones sino proporcionar los datos adecuados a quienes deben tomarlas. Los políticos deben tener en cuenta que proteger la salud no es solo protegerla del virus. También hay que protegerla del hambre, la desocupación, la tensión que genera la inmovilidad. ¿Podemos tener un país paralizado y confinado por dos años? No. Los confinamientos por tres meses tampoco son iguales para todos. No es lo mismo confinar a una familia en un espacio de pocos metros cuadrados sin servicios sanitarios que hacerlo en una vivienda de 300 metros cuadrados. Tampoco son iguales las consecuencias para una y otra. La prioridad de frenar al virus debe compatibilizarse con otras prioridades para deshacer todo nuestro aparato económico, social y educativo.

* Fragmento de la charla brindada por el ex presidente español en el ciclo 75 aniversario del diario Clarín.

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