Cartas de lectores
Cartas de lectores

- Zumba en cuarentena

Toda mi vida fui amante de los deportes. Tuve la oportunidad de practicar muchos y en cada uno de ellos, una enseñanza quedó, aparte de la salud: genera disciplina y respeto. Vi con mucha tristeza a un grupo de iluminados bailando zumba en las escalinatas de la Casa de Gobierno, reclamando la apertura de los gimnasios. ¿Quién tiene la razón? Es la gran pregunta a un sinfín de ellas sin respuestas aún; sólo la realidad nos dice que tenemos hermanos muriendo por un virus letal (covid19) que no nos da tregua y cada día son más los contagios. Somos parte de una generación en la que la vida saludable ocupa unas horas del día a día; qué importa que paremos, hagamos de cuenta que tenemos una lesión, total alimentamos la maquinaria y nos recuperamos pronto. Luego nos veremos más lindos, veloces y fuertes, pero recordá que nuestros padres y abuelos no tienen tu entrenamiento; bueno, no todos, algunos se quedan en casa, bailan pasodoble, tango, rock y alguna cumbia del recuerdo, pensando que será su última pieza. Vamos, deportistas, dejemos de mirarnos los abdominales (por no decir el pupo) y sintamos empatía por los que no pueden hacer vida saludable; nos cuidemos y cuidemos a los demás. Vos podés recuperarte rápido; ellos no se recuperan y no volverán.

Fernando Ariel Díaz Ortiz

Pedro G. Sal 1.180 - Barrio 20 de Junio - San Miguel de Tucumán



- Medidas del COE

Sin ánimo de discutir aciertos y desaciertos de las medidas adoptadas por el COE Tucumán, me he visto perjudicado como la generalidad de los que trabajamos produciendo y dando trabajo. Pero hay un lugar que debiera servir de ejemplo, por cuanto su actividad continuó desarrollándose sin evidentes restricciones en relación a los negocios considerados “normales”. Quizás sus “fórmulas anticovid-19” debieran de compartirse, así todos podríamos continuar trabajando. Ni siquiera voy a poner en tela de juicio esta actividad, que más que beneficios, ocasiona perjuicios en altísimo porcentaje, a las familias, haciendo necesaria la creación de organismos de salud que trata las adicciones. Come sueldos, fortunas, AUH, IFE, Fondos, privados y de distintos organismos, etc. Y salvo un puñado de personas por un sueldo, y el dueño, claro está, engulle “la tajada del león”, sin suponer que haya coparticipantes. Me refiero a las casas de juego, que otrora eran identificadas como “garitos”. ¿Se puede saber cómo hacen para no parar? Vivo cerca de una y escribo por lo que mis ojos ven.

Roberto Ahmad

Congreso 320 - San Miguel de Tucumán



- Bares y gimnasios

Más allá de que a muchos tucumanos nos apasiona la gastronomía, el buen café, a otros las actividades deportivas para la salud como los gimnasios, la pandemia nos puso un freno y es entendible; el café lo tomamos en casa y hacemos gimnasia también en la misma. El problema lo tienen los propietarios de los negocios y un sin número de proveedores que también viven de esta actividad comercial y que por el cierre se verán nuevamente afectados. Lo curioso es que estas comunidades de trabajadores fueron los primeros en elaborar sus protocolos y no se conocen casos certeros de que hayan sido focos de contagios, podemos comparar estas actividades con otras que siguen funcionando con mucha anormalidad exterior como los bancos y con más afluencia de personas como los supermercados y no fueron restringidos. Deseo aclarar que para nada intento culpar a los bancos, supermercados y otros  porque los irresponsable andan caminando por toda la provincia sin medir las consecuencias y sin contemplar con los cuidados sugeridos; estos pueden verse en las veredas de los mencionados establecimientos y no así en los interiores donde empleados hacen cumplir los protocolos vigentes. ¿Acaso los bares y gimnasios, no? Lo que deseo plantear no es una comparación de quién sí y quién no debería funcionar; el factor determinante está en los individuos y sus conductas; lo que deseo plantear es que los bares y gimnasios van a desaparecer, no perderán la ganancia mensual que ya estaba perdida; muchos sólo siguieron para salvar el negocio y los salarios de sus empleados, esta vez perderán el capital invertido al inicio; ni más ni menos se fundirán. ¿Y quién abre un negocio que se fundió? Nadie.

Williams Fanlo



- Salud

Muy oportuna la carta de lectores titulada “Salud”,  del 2 de septiembre, del lector Eduardo Martínez, con respecto a la covid. Muy claramente explicado lo que es ser un portador sano (infectado pero sin síntomas, ni signos) y un enfermo. Y como dice en su carta.... “saber cuidarse, a través de protocolos y haciendo una vida saludable”.

Liliana Müller



- ¿Qué te dejó la cuarentena?

A más de cinco meses de encierro por la pandemia que afectó al mundo entero, sería bueno que nos preguntáramos algo que tarde o temprano nos preguntaremos o nos preguntarán: “¿qué enseñanza te dejó la cuarentena?”. “¿Aprendiste algo en este inesperado encierro?”. Todo tiempo es valioso, incluso el del encierro. Y, paradójicamente, la inversión del tiempo en la educación de nuestros hijos en casa, por ejemplo, es la puerta más segura para encontrar la libertad. Desde su niñez, el hombre educado comienza a ser libre. Y aprende a disfrutar de la vida gozosamente, gracias a la educación. Por lo tanto, invertir el tiempo de la obligada cuarentena en la educación de nuestros hijos, es disfrutar del encierro. Ante el creciente pesimismo actual, es conveniente reaccionar positivamente. Vaya en apoyo a este preámbulo, algo de lo mucho que dijo el papa Francisco en uno de sus libros, cuando todavía su presentación era la de cardenal Jorge M. Bergoglio: “La cultura posmoderna, que todo lo diluye, ha declarado pasada de moda toda propuesta ética concreta. Presentar ejemplos valiosos de servicio, de lucha por justicia, de compromiso con la comunidad, de santidad y heroísmo, tiende a ser visto como una especie de ‘túnel del tiempo’ inútil o pernicioso. Y sobre un terreno devastado ¿qué queda sino el instinto de supervivencia? Parafraseando una canción que sin duda ustedes conocerán y habrán cantado, ‘¿quién dijo que todo está perdido?: muchos han ofrecido su corazón’. Propongamos testimonios con la convicción de que esas ofrendas no han sido en vano. Y, ante la uniforme aplanadora del ‘todo es igual, nada es mejor’, habremos puesto inocultables signos de que algo nuevo es posible”.

Daniel E. Chavez

Pasaje Benjamín Paz 308 - San Miguel de Tucumán



- Deforestación

La deforestación, tala o desmonte, es el proceso de desaparición  de las masas boscosas, selvas o montes, causados por las actividades humanas (antropogénicas). Esta actividad se realiza fundamentalmente para ampliar las fronteras agropecuarias. Las ciencias relacionadas directa o indirectamente con lo ambiental y la naturaleza, hacen ver que esta práctica favorece entre otras, las inundaciones, los aluviones, la erosión, las sequías y el recalentamiento global. El principal regulador hídrico -climático que tiene nuestra provincia lo constituyen los bosques y las selvas nativas que hay en los  piedemontes. Captan el agua de lluvia, la que se infiltra en el subsuelo y forma los acuíferos subterráneos ubicados en la llanura (Este tucumano). Por ello los desmontes que se realicen en el piedemonte y en las zonas altas de los cerros influyen en las sequías, las inundaciones y las erosiones crónicas que padece el territorio tucumano. También la deforestación disminuye los sumideros o depósitos de dióxido de carbono (CO2) y de este modo se reduce la capacidad del medio para absorber las emisiones de este gas, por lo que hay un aumento en el efecto invernadero  lo que agrava el calentamiento global. Hay además disminución del oxígeno, que es producido por el proceso de fotosíntesis. Otras consecuencias de los desmontes son la pérdida de los hábitats naturales de muchas plantas y animales silvestres y el cambio del paisaje. Las selvas y bosques son fundamentales para la vida, el crecimiento y la reproducción de las diversas especies que viven en esos ambientes. En cuanto al paisaje, es un bien común, un derecho y un patrimonio que tenemos y que debemos dejar a las futuras generaciones de tucumanos. Teniendo en cuenta lo expuesto, no se entiende cómo en la selva del piedemonte de las yungas, aproximadamente a 4 Km al Oeste de la población de Los Pizarro -Departamento La Cocha-, se realizan actualmente actividades de desmonte. Lo grave: se llevan a cabo sin tener en cuenta las Leyes 6.292 (Protección de la Fauna y la Flora), 4.855 (Protección de la Fauna Silvestre) y otras. Aprovecho este espacio que brinda LA GACETA para denunciar públicamente lo que ocurre y solicitar la intervención de la Secretaria de Estado de Medio Ambiente, teniendo en cuenta la misión y funciones que tiene asignadas legalmente. La delegada de la comuna de San Ignacio y Los Pizarro también debería interesarse por lo que sucede, ya que ocurre en el territorio bajo su jurisdicción (tiene la obligación de hacerlo).

Juan Francisco Segura



- Doctor Amenábar

No se entiende bien la carta del Dr. Jesús Amenábar del día 31 de agosto. Está llena de contradicciones lógicas como la confusa comparación entre célebres personajes de nuestra historia política con los desconocidos héroes y heroínas de la salud; la valoración del trabajo del personal que lo está atendiendo y la simultánea crítica objetiva a los males de nuestro sistema (sin advertir que él mismo es un empleado del sistema público de salud) o las referencias al conocimiento y la preparación científicas, en contraste con invocación final a la bendición de Dios. Todo ello sin mencionar el consejo a sus practicantes de prepararse para abandonar el país, justo cuando todo el planeta está atravesando una inédita crisis sanitaria y económica; la mención a personas de su entorno que el lector común no necesariamente conoce o la innecesaria referencia machista hacia las empleadas domésticas que, sin comerla ni beberla deben soportar comparaciones injustas y degradantes. Desde mi humilde lugar de empleado, sólo en una cosa acuerdo con el Dr. Amenábar a quien deseo una pronta mejoría: en la repartición pública hay muchos tipos de “nabos”.

Pedro Federico Beltrame



- Fe de erratas.

Esta carta fue publicada el miércoles 2 y fue atribuida, por error, a otra persona. Pedimos disculpas al autor de la carta y a los lectores y por ese motivo la publicamos nuevamente con los datos correctos.

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