Cartas de lectores

- 9 de Julio

Se acerca un nuevo acontecimiento importantísimo que cala profundamente los sentimientos cívicos para con nuestra querida Patria, un año más de la Declaración de la Independencia argentina, un gesto de patriotismo que debe ser festejado con las frentes bien en alto, respetando la memoria de aquellos próceres que lo dieron todo por libertar a nuestra Nación. Este año, con la famosa pandemia, cambia el panorama de los protocolos normales que se recuerdan desde hace mucho tiempo, cuando uno se sentía orgulloso festejando dicho acontecimiento. Por cierto que la ignorancia, los intereses mezquinos entre militantes de uno u otro partido, transformaron en mamarrachos dichos homenajes; los presidentes de turno optaron por venir, o no, según su estado de ánimo, y si venían, lo hacían entre una o dos horas de permanencia y, lo que es peor, evitaban los Tedeum en la catedral; una verdadera vergüenza, fuera de los millonarios gastos que demandaban sus traslados. Ahora nuestra plaza principal está cerrada por más de un año, por refacciones, mientras el emblemático templo de San Francisco corre peligro de desplomarse. Espero que este 9 de Julio las autoridades nacionales valoren de una vez lo que otras naciones respetan: su Día de la Independencia. Vistamos la ciudad de azul y blanco, usemos escarapelas, siempre respetando las normas sanitarias de prevención. Tucumán vive y somos el “Jardín de la República”.

Daniel Francisco Leccese


- Usurpaciones

Respecto de la carta del 03/06 del Sr. Norberto Sicardi, quien, con angustia y contrariado, se pregunta si nadie ve las usurpaciones que se perpetran en El Cadillal (llamado Celestino Gelsi, en memoria del ilustre gobernador), comento que no sólo en las cercanías del dique se usurpa, sino que en la zona sur, en aledaños a Los Aguirre, Jujuy 5.000/5.500, para ser más preciso, también se usurpa, y lo están viendo la Justicia, la Policía, los atónitos vecinos (se está ofreciendo lo ajeno en venta por redes sociales). El problema es que, frente a la obligación constitucional del Estado de afianzar la Justicia y brindar seguridad, al ser esquivados estos deberes con insuficientes argumentos, el ciudadano queda indefenso, a merced de los aprovechadores que se amparan en esa naturalizada corruptela, en el coronavirus, etcétera. Es necesario aclarar que la respuesta de la justicia civil es más humana y razonable; dentro de todo lo posible, a su tiempo, cumple con su mandato. Pero la Policía del lugar es nula y sorda a las denuncias. A diario pasa por el lote a sabiendas usurpado, ve a los intrusos cómo levantan y construyen un barrio y nada. La justicia que se aparta y corroe el cimiento constitucional es la penal (salvo honrosas excepciones). Por caso, nuestra Corte y el MPF han puesto en cabeza de jueces y fiscales determinar con su criterio cuáles son los asuntos urgentes que deben atender y tramitar dentro de una suspensión de plazos. Sin dudas, disposiciones desafortunadas; se debió reglar, enumerar, ante la conocida y experimentada escasez de criterio. A esta laxa resolución se añade, para peor, que, cuando se denuncia un hecho, con regular legitimación y probada urgencia, por la flagrancia del mismo, ante quienes corresponde -que de lo “estricto” hacen una profesión de fe, según la dirección del viento- no solo sacan la acordada y la resolución de MPF, sino que, irreflexivamente, sin el más mínimo sentido común, solo para profundizar su descrédito, ejercen el “derecho al cajón” (del que son titulares monopólicos y exclusivos, sin rendición de cuentas ni responsabilidad por los daños) y apelan al novedoso pretexto de que “la denuncia no está digitalizada”, culpan al sistema. Les regalan tiempo a los usurpadores, aferrándose a esas imprecisiones de la Corte y el MPF, que, disonantes con la jerarquía constitucional, hacen la vista gorda a la realidad. Y los delincuentes, aparentemente vacunados de la peste y bien protegidos por este blindaje peculiar, siguen usurpando, estafando, amenazando, etcétera. En el caso de la usurpación de Los Aguirre, penalmente se ha fracasad. Por ello, amigo Sicardi, con este panorama: como seguramente no harán nada, y barrunta que hay alguien que estará metido en el liberado asunto, se tendrá que quedar triste nomás, porque si Ud. agarra los postes y el alambre, seguro que lo verán y tendrá consecuencias.

Alberto García Biagosch


Haití 56 - 
San Miguel de Tucumán


- Cosecharás tu siembra

Hoy, 7 de julio, es el Día Internacional de la Conservación del Suelo. Fue establecido en memoria del Dr. Hammond Bennet, científico pionero en el campo de la conservación de los suelos Son pocas los que comprenden la importancia que tiene este componente en un ecosistema y que nos proporciona alimentos y recursos para vivir, construir nuestras viviendas y otras funciones iguales de importantes. Las consecuencias de su contaminación y mal manejo están a la vista: sequías, desertización, inundaciones, etcétera, todo un abanico de posibilidades que se nos vienen encima, por no haberlo sabido cuidar lo suficiente. Según la ONU para la Agricultura y la Alimentación (FAO), se deben tener en cuenta seis premisas para su conservación: 1) Los suelos almacenan y filtran agua mejorando la seguridad alimentaria 2) Ayudan a combatir y adaptarse al cambio climático, jugando un papel clave en el ciclo del carbono. 3) Constituyen la base y el crecimiento de la vegetación que se cultiva y de la natural. 4) Un suelo sano es un suelo vivo. Alberga una cuarta parte de la biodiversidad de nuestro planeta 5) Son la base para la producción de alimentos saludables. 6) Es un recurso no renovable y su conservación es esencial para el sostenimiento de la vida en todas sus formas. En nuestra provincia, las amenazas que sufren los suelos están relacionados con: a) degradación física y química, b) salinización, c) contaminación (debido a las aguas servidas, a los residuos sólidos urbanos, a los plaguicidas, etcétera), d) erosión hídrica y eólica, d) deforestación. Lo grave es que el Estado provincial cuenta con una Constitución y leyes para protegerlo, pero que no se cumplen por lo que el deterioro de este recurso se acrecienta día a día, bajo la impunidad de las autoridades y la indiferencia de muchos ciudadanos (Tucumán tiene 93 comunas rurales, 19 municipios y la mayoría depositan los residuos sólidos urbanos a cielo abierto). Debemos comprender que sin suelos sanos no es posible una vida sana y para ello la educación ambiental es fundamental, ya que mente humana es como el suelo: se cosecha lo que se siembra.

Juan Francisco Segura


Pasaje Baaclini 675
 - San Miguel de Tucumán


- La tragedia de Érica (I)

A lo consignado por la lectora Graciela Jatib (06/07), habría que preguntarse también si las personas que dicen haberse ocupado de Érica y sus hermanos tendrán que dar cuentas, sumario administrativo y judicial de por medio, de si realmente cumplieron con las medidas pertinentes que hubieran evitado este hecho tan lamentable como doloroso. Estoy convencida de que hubo total negligencia por parte de la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia (Dinayf); no basta con la “bronca” que manifiesta la responsable de la institución citada (LA GACETA 06/07); tampoco parece que “ trabajaron desde el primer momento con la familia en un proceso de protección integral de derechos... etc. etc.”. No hubo, a mi criterio, un seguimiento diario o al menos frecuente de las criaturas dadas u otorgadas a los abuelos sin las investigaciones pertinentes sobre los mismos. Esperamos que el Gobierno provincial tome cartas en el asunto y no quede en aguas de borrasca y como una noticia más que nos conmueve. Es necesario tomar medidas, ya que el slogan publicitario de su campaña era “Cuidamos a nuestros ciudadanos”.

Juana M. Farías



- La tragedia de Érica (II)

Profunda tristeza me causa leer la historia de Érica, que murió dos veces: la primera, a manos de sus familiares, y la segunda por la inoperancia del Gobierno que debe velar por sus ciudadanos, no sólo “cuidándolos” de la inseguridad que nos agobia, sino a través de acciones preventivas hacia los más vulnerables, por medio de organismos creados específicamente para esa función . Es aberrante ver cómo familiares directos (abuelos), por acciones increíbles, puedan causar una muerte de tan indefensa criatura, pero es desesperante la inacción de un organismo -la Dinayf- que no respondió a las numerosas denuncias de este caso en particular y de otros, incluso del interior de la provincia. Me pregunto: ¿para qué están? Ya es tarde. Su directora, Mariana Cirielli, debe dar explicaciones y cuanto menos renunciar por ser corresponsable de tan absurda muerte, que estoy seguro afectará su conciencia. Si así no fuere, me permito sugerir al gobernador iniciar las acciones correspondientes y solicitar su renuncia, como así también la señora fiscala, procesarla por violación a los deberes de funcionario público, teniendo en cuenta que su inacción derivó en la tragedia que nos ocupa, sin contar otras que pudieren surgir de una investigación seria. Y es tarde para explicaciones, por lo menos una vez que el Gobierno demuestre estar “cuidando” a los tucumanos.

Manuel A. Caro


- Conciliar, no pelear

Pasaron los 100 días de noventena, estricta en un principio, relajada en estos momentos. A pesar de ello los casos de Covid-19 van en aumento, los hospitales no dan abasto, se van llenando y las camas de terapia intensiva se van agotando. Se escucha a muchas personas, científicos, políticos, sociólogos, etcétera, teorizando sobre qué hubiera pasado si… por qué CABA esto o por qué la provincia de Buenos Aires lo otro, etcétera. Seguramente cada uno tenga su parte de razón. Es imposible demostrar qué hubiera sucedido si… Entonces, ¿por qué insistir en eso? ¿Qué pasaría si en lugar de pelearnos y criticarnos mutuamente empezáramos a analizar las ideas pensando en si son viables o no en lugar de pensar en quién las dice? ¿Qué pasaría si en vez de utilizar las redes sociales para pelearnos, insultarnos y criticar al otro las utilizáramos para aportar ideas? Sugiero utilizar las redes sociales, la radio, la TV, etcétera, para canalizar ideas que nos ayuden a salir de esta terrible situación sanitaria, económica y social. Aportar ideas, darles forma, transformándolas en un protocolo serio y viable. ¿Es utópico lo que propongo?

Roberto Hurtado

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