Por Lucía Lozano
16 Junio 2020
En marzo, Alejandra Acosta (48) estaba en medio de su control ginecológico anual. Le tocaba hacerse una mamografía cuando en el país se dispuso el aislamiento social y preventivo. “Se suspendieron todos los estudios. Solamente se atendían urgencias y pacientes febriles. Ahora, tengo que esperar que me avisen para cuándo reprogramaron mi turno”, explica. A tres meses de la cuarentena, ella sigue sin poder hacerse el examen.
Casos como el de Alejandra -que es enfermera- se han visto en todos los centros de salud de Tucumán. Con la llegada de la covid-19 el foco de la atención sanitaria ha estado puesto en esta situación de crisis internacional, lo que implicó una significativa pérdida de importancia de distintas especialidades médicas. La ginecología no fue la excepción. Muchas mujeres no se hicieron los controles. Sus médicos no estaban atendiendo, ellas sentían temor de salir de su casa y tenían dificultades en el transporte.
Los especialistas advierten que los daños colaterales de la pandemia podrían ser muy altos para las mujeres. Por un lado, están agotadas porque la mayor parte de las tareas del hogar y del cuidado de la familia recayó sobre ellas. Muchas incluso sufren violencia doméstica. La falta de controles médicos, además, traerá consecuencias a largo plazo: habrá (ya hay) más embarazos no planificados, enfermedades no tratadas a tiempo y partos de riesgo por la falta de exámenes prenatales.
Paradójicamente, aunque los hombres se contagian y mueren más que las mujeres por coronavirus, ellas están pagando un precio más caro. La ONU señaló que en los próximos meses 7 millones de mujeres tendrán embarazos no deseados debido, sobre todo, a la incapacidad para obtener anticonceptivos.
¿Otro “baby boom”?
La doctora Lucía Ramos Torino, presidenta de la Sociedad de Ginecología y Obstetricia de Tucumán, dijo que esta es una realidad que ya se está empezando a palpar en nuestra provincia y que en poco tiempo tendremos un “baby boom” de embarazos; en muchos casos por situaciones no planificadas.
“La cuarentena fue una sorpresa para todos. Muchos consultorios se cerraron; incluso en varios CAPS al principio quedó personal administrativo. La gente tenía miedo de salir. Los controles quedaron en pausa y eso fue preocupante, especialmente en los casos de los embarazos avanzados. Había pacientes que no sabían dónde dirigirse porque entendieron que sólo los iban a atender si tenían fiebre”, explicó Ramos Torino.
Ella puso su teléfono al servicio de cualquier paciente que quisiera consultar, envió consejos por las redes y también armó un video con instrucciones para embarazadas. Así y todo -aunque ya se flexibilizó la cuarentena y casi todos los médicos volvieron a atender- hasta hoy nota que algunos pacientes siguen con temor para volver.
Más urgencias
La directora de la Maternidad “Nuestra Señora de las Mercedes”, doctora Elena Hurtado, también admitió que bajaron mucho las consultas por controles en esta institución y, como contrapartida, aumentaron las emergencias.
En una situación normal, se atienden unas 200 consultas diarias en la Maternidad. En cuarentena, esa cifra bajó a la mitad. “Pero se duplicaron las urgencias. O sea que las cuestiones que podrían haberse manejado en un consultorio y a tiempo, terminaron convirtiéndose en emergencias. Muchas mujeres corrieron riesgos por esta situación”, señala la médica.
Por ejemplo, la hipertensión o la diabetes gestacional detectada en un control prenatal previene situaciones de peligro.
Según lo que pudo conversar con las pacientes, la mayoría de las que faltaron al control lo hizo por miedo, porque necesitaban un permiso para movilizarse y no lo tenían, por el paro de colectivos (duró casi 20 días) y también por una cuestión económica (no tenían dinero para movilizarse porque sus parejas quedaron sin trabajo).
También en este centro asistencial disminuyeron los estudios de control ginecológico. “Ahora estamos reorganizando los turnos; se están reactivando, lo cual implica toda una ingeniería en el hospital, porque también tenemos que prever el distanciamiento entre pacientes para cumplir con las nuevas normas”, explicó Hurtado. Remarcó que en ningún momento se suspendieron los tratamientos oncológicos.
¿Cuándo es necesaria una consulta inmediata?
- Sangrado uterino excesivo.
- Dolor pelviano que aumentó en intensidad en este último tiempo.
- Dolor de bajo vientre de aparición súbita.
- Aparición de abultamiento en zona de abdomen bajo.
- Dificultades con el método anticonceptivo y miedo al embarazo no deseado.
- Palpación de nódulo mamario en el autoexamen, de aparición reciente.
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