Cartas de lectores
13 Mayo 2020

Ganar tiempo

Felicitaciones al doctor Alfredo Miroli por su artículo “Ganar tiempo” en LA GACETA, donde menciona al tiempo de Stephen Hawking y sus tres flechas, su visión y vuelo rasante por los temas científicos relacionados con la pandemia que estamos sobrellevando y las que ya pasó la humanidad desde hace milenios, los microbios, entre ellos los virus, esos enemigos invisibles. Me encantó su capacidad de síntesis en temas tan complejos, que demuestra, como siempre, un conocimiento profundo y completo que podemos leer entrelíneas. Dios, la Creación, el Big Bang, el Big Crunch, las leyes de la física, el homo sapiens y sus capacidades cognitivas que le permiten sobrevivir y proyectarse en su mundoy más allá de sus límites, hacia las estrellas. Que fantástico desarrollo tecnológico vivimos permanentemente, cada vez más rápido; la biología molecular, la genética, la inmunología, la robótica, la inteligencia artificial, la ingeniería biomédica, la tecnología de las comunicaciones, la biotecnología... realmente sorprende esa fantástica capacidad y aceleración del conocimiento de 500 años a la fecha. El ser humano es el único animal de este planeta, de este “pequeño punto azul pálido” como decía Carl Sagan en la imagen que envió la sonda Voyager 1 en 1990, que tiene conciencia del pasado , del presente y de un futuro... Sus capacidades cognitivas, de creatividad e imaginación, sociales y comunicativas le permiten desarrollar habilidades para el bien de la humanidad como así también para destruirla, convirtiéndose en el máximo depredador de nuestra casa, la única que tenemos, el planeta Tierra. Escritores como Hawking, Oppenheimer, Harari, Toffler, Bradbury, Orwell, Lemaitre, Darwin, entre muchos otros, son dignos de leer en ese sentido. Todo lo que hemos conseguido nos brinda la enseñanza y la responsabilidad de tratarnos mejor los unos a los otros, y de preservar y querer ese “punto azul pálido”, el único hogar que tenemos. Nuevamente mis felicitaciones al doctor Miroli por poder concretar en una página la temática planteada en forma genial y completa.

Raúl Federico Pelli Noble
Juan Bautista Alberdi 428
San Miguel de Tucumán

El paro de ómnibus

Ahora que todos estamos en cuarentena por una determinación que uno asume por propia voluntad para cuidarse y cuidar a los demás, el paro de ómnibus justo cuando uno puede movilizarse, es una ruptura unilateral del pacto social no escrito entre las empresas que brindan un servicio público y los usuarios del servicio que nos movilizamos por ese medio. Este hecho y las prácticas anteriores del tándem empresarios -gremios constituyen lo más opuesto al pacto social de una sociedad organizada. Creo que la pospandemia debe alumbrar una sociedad que haya madurado lo suficiente para dar a luz un nuevo pacto social, con participación del pueblo de Tucumán en las decisiones que se tomen entre otras, de las licitaciones de empresas de transporte y del valor del viaje. Para que sea cierto esta norma que establece que el derecho de uno termina cuando empieza el derecho de los demás. Teóricamente el Concejo Deliberante y la Municipalidad deben defender a los usuarios, ante su inacción sugiero que las autoridades provinciales creen un Comité Operativo de Emergencia que tome cartas en el asunto para restablecer normas de convivencia urbana que nunca debieron perderse, con el objetivo primordial de garantizar un transporte eficiente, económico y seguro.

René Carlos Roncedo
[email protected]

¿Normalidad?

Es difícil hablar de retomar la normalidad después de la cuarentena con aislación obligatoria con la llegada de la covid-19 visitando al autóctono dengue, y produciendo ambos miedo, muerte, incertidumbre, enfriando la mente y el corazón de todo ser humano. Creo que es muy prematuro presagiar; en mi caso veo muy difícil reflotar la normalidad en poco tiempo más, si se sigue repitiendo las andanzas de los mandamases, comerciantes, capitalistas, empresarios que vapulean a las políticas económicas, salud, justicia, educación, transporte, industrias, servicios públicos, medio ambiente, etc. La sociedad también tendrá muchos cambios, nuevos horizontes y desafíos, buscando un futuro mejor. Hoy la mayoría se apoya en la tecnología, aunque esta puede saturar al ser humano porque la mente se estresa y nadie sabe cómo seguirá esta realidad, solo Dios lo sabe el camino a seguir. Señores, a mi criterio debemos ejercitar la paciencia; no olvidemos que llegamos y nos vamos de este bello mundo sin nada; depositemos confianza en la esperanza. Las enfermedades desnudan nuestras almas mostrándonos quiénes somos, qué queremos y cómo vivimos. ¿Volver a la normalidad? Es tiempo de cambiar pensando razonando con la mente y ordenar con el tibio corazón el respeto al prójimo y a la vida para volver a empezar.

Pedro Pablo Castaño
[email protected]

El himno nacional

Tres frases, insertas en nuestro Himno Nacional, para nosotros el mejor del mundo y para el resto, considerado entre los cinco mejores, viene bien destacar 1) “Al gran pueblo argentino salud”; llegue ese brindis para esos valientes uniformados de médicos, policías, camioneros y todos los que están combatiendo cara a cara a ese enemigo invisible, asesino implacable, que día a día, abandonando sus hogares, sacando fuerzas de flaqueza, hacen o renuevan el sagrado juramento. 2) “O juremos con gloria morir”. Viva nuestro Himno Nacional y que 3) “Sean eternos los laureles que supimos conseguir”.

Francisco Amable Díaz
Pedro G. Sal 1.180 Barrio 20 de Junio
San Miguel de Tucumán

¿Y los jubilados?

LA GACETA nos informa sobre las negociaciones del ministro de Economía para pagar una parte de la enorme deuda externa que tiene nuestro país, propuesta que aún los acreedores no aceptan su propuesta; también, en los últimos renglones del informe de la asesora ginanciera Regina Martínez Riekes (10/05) se da cuenta de académicos que pusieron su firma a la carta en apoyo a la negociación de la deuda y sugiere intentar “sumar a la lista de adhesiones a jubilados teniendo en cuenta que la cartera de inversiones del FGS Anses tiene un 67% en títulos públicos nacionales”. Los jubilados y pensionados desde siempre presumíamos que el dinero de los trabajadores y de los jubilados administrados por Anses era escamoteado por todos los gobiernos, pero desconocíamos la suma total; sabíamos por LA GACETA que el gobierno nacional “tomó” dinero a préstamo garantizado con títulos públicos, pero no sabíamos fechas de vencimiento y calidad o credibilidad de esos papeles. Hoy nos enteramos de que en el próximo vencimiento a pagar el 67% es dinero nuestro. La Ley 24.241 faculta a la dirigencia de la Anses, que siempre es política y a dedo presidencial, a invertir con criterios de seguridad y rentabilidad adecuados los dineros que integran el fondo de jubilaciones y pensiones; los hace responsables de la rentabilidad correspondiente a la inversión efectuada y les otorga facultad para el manejo de su patrimonio. Si alguna vez, o mejor dicho, sí siempre los políticos nos dijeron que lal Anses era de los jubilados y pensionados, nos mintieron. Me “atropellan” las preguntas: ¿a quién pertenecen esos dineros? ¿Al trabajador, a los jubilados y pensionados o al Poder Ejecutivo Nacional? ¿Tenemos derecho los trabajadores, jubilados y pensionados a integrar el directorio para controlar el manejo y uso de los aportes? ¿Tenemos derecho a conocer el informe y rendición de cuentas en el balance anual? ¿Cuántos pesos significa ese 67%? ¿Cuántos dineros más sacó el PEN y garantizó con títulos? ¿A cuántos pesos asciende la deuda total? Sólo Dios sabe cuándo el Gobierno nacional pagará toda su deuda y nunca más escamoteará el dinero. El presidente Fernández, a dedo y a su criterio, puso supuestamente orden y equidad en el sueldo de la clase pasiva, sin tener en cuenta que en su condición de titular del PEN es deudor en la Anses. El tomar conocimiento de que el PEN nos debe dinero a los jubilados y pensionados colisiona con el decreto 1.482 del 14/10/2010 de la entonces presidenta Cristina Fernández, que vetó la ley ordenando el sueldo con el 82% para todos los jubilados argentinos argumentando que se pretendía la quiebra del país, que había intereses ocultos, que era una estafa al Estado; digo colisiona porque con seguridad a esa fecha el PEN también le debía dinero a la Anses, escamoteado y garantizado con títulos a sabiendas de que nunca los pagaría. No tenemos dudas de que el importe a cobrar por ese 67% será prorrogado y quedará en el olvido.

Ángel Ricardo Salguero
[email protected] 

Comentarios