Todo es historia: ni la oportunidad de declarar amor se dejó pasar

Todo es historia: ni la oportunidad de declarar amor se dejó pasar

Argentina, con Sabatini, fue local por primera vez en la Fed Cup en Lawn Tennis, en 1995.

FESTEJO. Equipo y cuerpo técnico celebra la victoria sobre Australia dándole gracias al público. Mercedes Paz (de pantalón negro) acompaña a Sabatini, Labat, Tarabini y Gorrochategui. FESTEJO. Equipo y cuerpo técnico celebra la victoria sobre Australia dándole gracias al público. Mercedes Paz (de pantalón negro) acompaña a Sabatini, Labat, Tarabini y Gorrochategui.

La oportunidad había que aprovecharla al máximo en 1995. Volver al Grupo Mundial de la Fed Cup era la meta. Tucumán Lawn Tennis fue el lugar perfecto. Tan ideal que hasta hoy ninguna serie del torneo por equipos femeninos que se haya jugado en territorio argentino superó la cantidad de espectadores que visitaron el club del parque 9 de Julio entre el 23 y el 25 de julio. Las más de 7.000 personas que asistieron, lo hicieron por ella: Gabriela Sabatini, que llegaba como número 8 del mundo, la jugadora de mejor ranking en la eliminatoria ante Australia.

PRÁCTICA. Cuando Sabatini se entrenaba la siguió mucha gente. Gaudio, que daba los primeros pasos, fue el sparring. PRÁCTICA. Cuando Sabatini se entrenaba la siguió mucha gente. Gaudio, que daba los primeros pasos, fue el sparring.

Para llegar a escribir una página trascendental del tenis femenino nacional en Tucumán hay que retroceder más en el tiempo. Todo empezó a gestarse el 27 de abril de ese año, en Londres, ciudad en la que se realiza el sorteo de los cruces del torneo que determinó que Argentina fuera local ¡por primera vez! desde su ingreso a la Fed Cup en 1964.

La Asociación Argentina de Tenis (AAT) se esforzó por buscar una sede acorde a la trascendencia de la eliminatoria y tomó la propuesta de la provincia gobernada por Ramón “Palito” Ortega. Con “Gaby” en el equipo estaba asegurada una gran dosis de calidad y efectividad de juego, como así también de convocatoria. “Estaba en Marte”, rememoró Augusto Árquez su sensación de vivir un momento de otro planeta, de emoción máxima. “Tenía que rendir una materia en la Facultad y no iba a poder ir. Pero me mandé igual”, siguió recordando el actual presidente de la Asociación Tucumana de Tenis (ATT).

En 1995, con 18 años, Árquez estaba ocupado en sus últimos momentos como jugador de la categoría Menores, en los estudios de Derecho, y en ella. “Fue hermoso. Es más, le grité a Sabatini desde la tribuna cuando iba a sacar”, comentó sobre el “te amo, Gaby” en modo alarido que retumbó entre las tribunas tubulares que se montaron. “Al principio me dio mucha vergüenza, pero estaba totalmente feliz de verla”, reconoció. “Se me pasó al instante porque todos se empezaron a reír. Pero por ella, sobre todo, porque paró, se rió y siguió sacando. La sensación fue muy linda”, comentó. “Como estaba ganando fácil, estaba todo tranquilo y yo estaba tan asombrado que la miraba a ella y nada más. Ni me acuerdo contra quién estaba jugando”, explicó.

En esa eliminatoria, “Gaby” jugó tres puntos. ¿Jugamos a identificar en qué partido fue la declaración de amor? El ex tenista tiene plena seguridad que no fue en el triunfo que Sabatini consiguió en dupla junto con la cordobesa Inés Gorrochategui. Sí, habló de facilidad y ese fin de semana Sabatini hizo todo fácil, aunque fue extraño lo que sucedió en el segundo triunfo, ese que aseguró el ascenso al Grupo Mundial. El altibajo de Sabatini fue muy marcado: arrasó sin perder games en el primer set por 6-0, en el segundo perdió 3-6 y en el tercero volvió a ponerse el “chip arrasar” y cerró la victoria con un 6-2. ¿Habrá sido en ese match el “te amo Gaby”? Es más probable que se haya producido en el segundo punto de la serie que “Gaby” se lo llevó por 6-2 y 6-2, mucho más fácil.

ARRIBO. “Gaby” se hizo notar por su belleza y por la combinación de elegancia y frescura. ARRIBO. “Gaby” se hizo notar por su belleza y por la combinación de elegancia y frescura.

También cabe la posibilidad que se mezcle en el recuerdo de Árquez la victoria de Florencia Labat en el primer partido. “No esperaba que fuera tan fácil”, reconocía la jugadora en las páginas de LA GACETA del 23 de julio. Contra todos los pronósticos, Labat dejó sin respuestas a la número uno australiana. En todos los triunfos, los cinco que dejaron a Australia con un cero al final, fue clave el entorno. “Fue todo tan distinto. Me emocionó mucho escuchar el Himno y ver al público”, contaba Sabatini luego del triunfo, dando cuenta de que la contención tucumana fue más que adecuada.

Cuando “Gaby” llegó al aeropuerto, varios fanáticos tuvieron que conformarse con verla desde el balcón extensísimo de la estación aérea que daba hacia la pista y que ya no está. Otros tuvieron la fortuna de estar un poco más cerca cuando llegó al hotel. Muchos más aprovecharon el entrenamiento del miércoles en Lawn Tennis para verla en acción. La práctica duró casi dos horas y fue un peloteo que “Gaby” mantuvo con un chico de 17 años llamado Gastón Gaudio.

La de Tucumán fue la última serie de Fed Cup que jugó la campeona del US Open 1990. “Era nuestra figura. En ese momento sentía que era como un sueño inalcanzable poder tener una figura mundial en tu club y en la cancha que uno jugaba”, contó emocionado Árquez. “El ambiente fue espectacular y nada común para una Fed Cup”, recordó Mercedes Paz, que estuvo en la organización. “‘Gaby’ había estado en Tucumán cuando tenía 13 años, en una exhibición, y justo después de eso ella empieza con su gran carrera”, contó “Mecha”. Así como ‘Gaby’ tuvo un final escrito en Tucumán, también tuvo un comienzo, pero esa es otra historia para contar.

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