Quejas por falta de agua en comedores de La Costanera

“¿Cómo podemos hacer la tarea de prevención elemental del coronavirus, que es lavarse las manos, si en el barrio no hay agua?”, protestó indignado Domingo Rodríguez, referente del Frente Social Nueva Independencia. Esa organización gestiona tres comedores en La Costanera, y pudieron sostener el reparto de comida porque las cocineras hicieron decenas de viajes hasta una estación de servicio ubicada frente al barrio para poder juntar agua para higienizarse, lavar enseres de cocina y verduras. En otro comedor la presión alcanzaba para llevar tachos y almacenar agua, pero a la madrugada.

Rodríguez explicó que hace más de una semana en varias cuadras de La Costanera, en la zona norte del barrio, el servicio de agua comenzó a menguar por horarios, oscilando entre mala presión y cortes temporarios. Desde el fin de semana, aseguraron que cuadras enteras están sin servicio. “En algunas casas tienen poca presión durante el día en los caños que están muy cerca del piso. Estamos en plena epidemia de dengue y la gente tiene que andar juntando agua en tachos para no quedarse sin agua. Con la crisis económica que hay, tienen que pensar en comprar agua para beber y con el miedo al coronavirus no pueden ni lavarse las manos. Es una situación grave. Presentamos una nota hace ocho días en la SAT para asentar el reclamo. Si no nos arreglan vamos a cortar la avenida o el puente que lleva a Banda del Río Salí”, agregó.

En los comedores de esa organización explicaron que el incremento de gente que busca un plato de comida aumentó hasta en un 60% desde que empezó la cuarentena. “Es un momento muy delicado. No tener agua es un problema más en la vida de la gente que más ayuda necesita”, agregó Rodríguez.

Este diario se contactó con funcionarios de la SAT, quienes confirmaron que los problemas del servicio se deben a una rotura de un caño en la zona, en el pasaje Ciudad Río Gallegos al 1.500. Explicaron que los trabajos de la cuadrilla continuarán hoy para poder normalizar el servicio.

“Estamos ahora descacharrando casa por casa, sacando elementos para que no junten agua, fumigamos contra el dengue casa por casa pero no sirve hacer algo contra el dengue y estar expuestos a la covid-19”, continuó Rodríguez, que con su espacio integra el comité de emergencia barrial de La Costanera, junto a otros comedores, organizaciones, el CAPS y equipos de profesionales de otras áreas del Estado.

“La falta de agua es muy preocupante. Sin agua potable no se puede cumplir con normas de higiene básica,s que es precisamente usar agua y jabón. Es tremendo, porque se cortó pero no hay operativos para llevar agua a sectores tan vulnerados para poder cumplir con las recomendaciones de higiene. En el comité de crisis abordaremos eso la semana que viene, no puede faltar algo tan vital como el agua”, consideró Emilio Mustafá, profesional de la Secretaría de Adicciones. “Es un ejemplo de cómo la pandemia afecta de manera distinta por las condiciones de desigualdad. Si se mantiene esta pobreza estructural es difícil que haya mejores condiciones de salud. Es un obstáculo más en la lucha de esta gente por sobrevivir”, continuó Mustafá, quien también integra el comité de emergencia.

Entre los vecinos, el temor está en que se produzca una situación similar a la de la Villa 31 de Buenos Aires, donde hay más de 200 contagios y donde también padecieron semanas sin agua.

Vacunas para la gripe

Junto a las tareas de descacharreo y de fumigación para evitar el contagio de dengue, el personal del Siprosa avanzará vacunando contra la gripe a cerca de 50 chicas y chicos jóvenes con problemas de adicción al paco.

“Celebro que haya un espacio donde diferentes sectores, entidades y comedores que trabajamos hace mucho en La Costanera para poder articular acciones en conjunto por la pandemia de coronavirus y la epidemia de dengue. Si bien no tenemos circulación comunitaria de Covid 19 en la provincia, le preocupa a la comunidad”, destacó la tarea la doctora Yolanda Brepe, directora del Área Operativa Noreste del Área Programática Centro del Siprosa.

Comentó que realizaron una capacitación de referentes barriales esta semana. “Nos convoca el dengue y el coronavirus, pero surgen otras inquietudes. Por eso planificamos vacunar alrededor de 50 jóvenes en situación de consumo problemático de sustancias, porque son población de riesgo”, agregó Brepe.

“La vacunación de chicos adictos puede aportar para posibles protocolos de acción para chicos en situación de consumo en barrios vulnerables. Tenemos un abordaje biopsicosocial, son chicos deteriorados en su salud, malnutridos. Al tener daño pulmonar constante por la pasta base o el pegamento que consumen, con una gripe fuerte o una neumonía podrían morirse. Imagina el daño que les haría el coronavirus. Otros años tuvimos casos de contagio de tuberculosis porque comparten la pipa o la bolsa para drogarse”, expresó Mustafá.