El poder de escribir en el aire a través de la danza

El poder de escribir en el aire a través de la danza

Oscar Araiz, que acaba de recibir el Konex de Brillante, presenta hoy su libro “Escrito en el aire”, en el marco de la 35a Fiesta Provincial del Teatro.

RECONOCIMIENTO. Araiz siente que el premio que ha recibido eleva la danza en la cultura nacional. RECONOCIMIENTO. Araiz siente que el premio que ha recibido eleva la danza en la cultura nacional.

El violinista Ljerko Spiller, la pianista Martha Argerich y el pianista y director de orquesta Daniel Barenboim son los únicos argentinos que recibieron el premio Konex de Brillante. A ellos se ha sumado en estos días Oscar Araiz, el hacedor, desde las raíces, de la danza contemporánea argentina.

Hoy, a las 19.30, en la sala Hynes O’Connor (San Martín 251) la Fiesta Provincial del Teatro lo ha invitado a presentar su libro “Escrito en el aire”, que acaba de publicar la Editorial del Instituto Nacional del Teatro.

Las respuestas que Araiz le envió a LA GACETA por correo electrónico son tan interesantes que generan más preguntas.

- ¿Cuál es la materia de su libro “Escrito en el aire”?

- Reflexiones sobre algunos de los procesos compositivos, sus contextos socioculturales y políticos; los maestros. Aunque intenté evitar lo autobiográfico, puede reconocerse una línea de trabajo histórica por esos contextos; las influencias; datos sobre la historia de la danza moderna argentina; apéndices sobre personalidades y repertorio. Este libro fue promovido, acompañado y completado por el impulso y el cuidado de Beatriz Lábatte, verdadera luz de las artes y el pensamiento. Casi en simultaneidad edité póstumamente “Imago Mundi”, de mi madre, la poeta Elvira Amado.

- ¿Hay alguna semejanza entre ver su libro impreso y una coreografía suya en estreno?

- Las coreografías se explican por vías no racionales, por las sensaciones. El libro analiza, revisita circunstancias, asocia con paralelos de otros lenguajes. Si hay sensación, es pensante.

- Es doctor Honoris Causa por la Universidad de San Martín (Unsam) entre otros reconocimientos, a los que el miércoles se sumó el Konex de Brillante. ¿Qué importancia tienen?

- Me inhiben, pero intento reconocerlos porque representan generosas devoluciones. El Konex de Brillante se diferencia de los demás porque siento que eleva (y trato de no jerarquizar) la danza, a una forma de comunidad que, a pesar de sus diferencias tiene en común la elección de una forma de vida, de percepción del tiempo y del espacio diferenciada (como el arte en general). Y en la danza persisten rasgos derivados de la comunión, la ceremonia íntima, los ritos, ecos de religiosidad oculta, del inconsciente; cuestiones casi olvidadas por ciertas banalidades sociales, siempre provocan, concientizan, comunican, alimentan y estimulan. Esta vez es la música la que otorga este reconocimiento, y personalmente siento la música como un portal superior.

- Justamente, el Konex lo reconoce como lo mejor de la década en Música Clásica, siendo usted un referente de la danza contemporánea ¿Qué dice al respecto?

- Las categorías son equívocas. ¿Qué significa Música Clásica para el Konex? ¿Necesitamos encerrar con etiquetas para creer que entendemos mejor? ¿Eso nos tranquiliza? ¿Cuál es la verdadera naturaleza de la música? Ser tan estrictos nos fosiliza, nos limita.

- Usted viene en el marco de la 35a Fiesta Provincial del Teatro, con la organización del INT. ¿Se puede decir algo más acerca de la eterna discusión sobre la relación danza-teatro?

- Me considero un teatrista, más allá del uso del texto y las palabras; cuento con la imagen, el sonido, el color, el tiempo y la luz. No soy un hacedor de pasos. ¡La Danza Es Teatro!

- ¿Hay alguna escuela de danza contemporánea que le llame la atención actualmente?

- No estoy al corriente, salvo en las escuelas fundadas el siglo pasado, como Graham, Limón, Wigman, Nikolais, contemporáneas a mi formación. Pina Bauch, emergente de la Escuela de Kurt Joss, prolongó con una mirada propia, como cada creador, alguna rama condicionada por su historia. Actualmente cada uno combina los ingredientes que necesita, o que están a su alcance, para construirse. Han surgido nuevas ópticas, elementos técnicos, nuevos maestros; sospecho que hay conexiones más desprejuiciadas. Nos influimos, nos impregnamos, nos completamos. Suceden acciones muy interesantes en Bélgica, Holanda, Suecia, Gran Bretaña.

- Acerca del público que va a ver ballet, ¿ha evolucionado en su apreciación o no lo necesita?

- Hay públicos diferentes para diferentes estilos, pero justamente hablo de romper esas fronteras. El público de danza es muy vasto. Asistir no es estar sentado. Es una comunión, lo que implica una suerte de evolución, que es una palabra ascendente. Muchas evoluciones resultaron ser involuciones. Siempre las circunstancias direccionan.

El Septiembre Musical 2018 se coloreó con su Suite de La cabalgata argentina. Este año, como siempre, da clases, conduce ensayos e investiga en la Unsam; monta ballets en Argentina y en el exterior, editan libros. Y en la programación 2020 del prestigioso Ballet Contemporáneo del Teatro San Martín (Buenos Aires) se anuncia “Boquitas pintadas”, su obra basada en la novela de Manuel Puig. Para ello, ya está armando un reparto junto a Renata Schussheim.

Valga la infidencia: ¿quién diría que Oscar Araiz va a cumplir 79 años el 7 diciembre?

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