Entrevista a Daniel Saldaña París: “el levantamiento zapatista marcó profundamente a quienes lo vivimos”

Entrevista a Daniel Saldaña París: “el levantamiento zapatista marcó profundamente a quienes lo vivimos”

Unido a la Argentina por lazos afectivos (su pareja es hija de exiliados argentinos), invitado al FILBA y elegido para formar parte de la Residencia de Escritores del MALBA, el mexicano Daniel Saldaña París estuvo en Buenos Aires disfrutando del contacto con la literatura argentina de la que se reconoce un admirador “porque hay muchos escritores buenos, muchas editoriales independientes, siempre hay nuevos escritores que descubrir.” Aquí habla de El nervio principal, su nueva novela.

03 Noviembre 2019

Por María Eugenia Villalonga

PARA LA GACETA - BUENOS AIRES

Concuerda con que su última novela, El nervio principal, es una suerte de policial cuyo detective es un niño de 10 años, que tiene como modelo de investigación los libros de la colección Elige tu propia aventura. “Me encanta esa caracterización aunque en realidad es hacia el final que se revela el verdadero género del libro. Por un lado el modelo narrativo de la novela tiene deudas con las novelas de aventuras articuladas en torno a una trama y una revelación y particularmente el narrador está obsesionado con estas novelitas que además, eran muy buenas.”

Narrado en dos tiempos -1994, el año del levantamiento zapatista, cuando la madre del protagonista de diez años se fuga a Chiapas y el recuerdo de estos sucesos, escrito veinte años después- el relato es de una densidad asfixiante. El sentimiento de soledad y de encierro en los dos momentos de su vida tienen una presencia que los convierten en protagonista y es uno de los logros del texto.

- En algún momento el protagonista de su libro dice que “escribir sobre el pasado es escribir hacia adentro.” ¿Esto es lo que le da el tono claustrofóbico al relato?

- Yo creo que sí, ese movimiento introspectivo, donde parecería que la historia no avanza sino que se va haciendo más compleja, como capas que se tienen que ir atravesando. Pero también creo que puede venir de la obsesión por la estructura. No sólo el personaje está encerrado en un cuarto sino que además hay esta obsesión simétrica por los diferentes tipos de orden que también puede causar ese efecto.

- Otra lectura posible es la de ser una novela de aprendizaje. El protagonista tiene un manual para hacer origamis que le regaló su madre antes de irse, con el cual no logra hacer ni las figuras más básicas. Uno de sus primeros aprendizajes entonces, es que la simetría, lo perfecto no existen. ¿Qué persigue con esta obsesión por el origami?

- Creo que no hay una sola respuesta. Por un lado, es una metáfora de la memoria, ese papel que se va doblando y se va llenando de las impresiones de los dobleces y hay como un ejercicio de buscar en el pasado esas marcas hechas sobre el papel. Y también el origami como manera de organizar el mundo, eso puede llegar a ser la literatura, buscar en una estructura que puede ser la del relato, la propia vida.

- La vida, para él, es una constante de hechos dolorosos con algunas excepciones. Y su preadolescencia es, además, el momento durante el cual se produce la caída de la figura del padre. Es un tipo de personaje tradicional, el del intelectual trágico, para el cual la vida sólo se soporta escribiéndola.

- Creo que hay desde luego una confianza en el poder de la palabra en la novela, por momentos duda de esa certeza pero finalmente sigue haciéndolo como si hubiera una posible salvación en ese ejercicio. Y el final es abierto en cuanto a si la escritura le sirve o no de algo. Me gusta eso del intelectual trágico, creo que va por ahí.

- El policial latinoamericano tiene como signo la violencia política y el levantamiento zapatista fue un evento político de una enorme trascendencia. ¿Cómo se te ocurrió utilizar ese hecho histórico para tu novela?

- Tenía algunas imágenes de un personaje niño y la novela se empezó a desarrollar a partir de ahí y como yo tenía esa edad en el 94 fue inevitable ir hacia mi propia experiencia. Me acuerdo que el levantamiento zapatista marcó profundamente a quienes lo vivimos pero sobre todo me interesaba inscribir la novela en esa estirpe de libros en los que la mirada del niño trata de descifrar un entorno social convulso. Yo me acuerdo que irrumpió súbitamente la política en las casas, en la escuela, se hablaba mucho de los zapatistas y en general de la situación política en México, ya que hubo un magnicidio muy importante ese año (se refiere al asesinato del candidato presidencial, Luis Donaldo Colosio).

- Contame del proyecto de escritura que viniste a desarrollar en la Residencia de Escritores.

- Se trata de una novela situada en la ciudad de Cuernavaca que es donde crecí, una ciudad que tuvo una época dorada, en los 50, como destino turístico y que luego entró en decadencia. Y hay una novela muy importante sobre Cuernavaca que es Bajo el volcán de Malcolm Lowry, situada en una ciudad imaginaria, Cuauhnahuac -que es el nombre originario de Cuernavaca- y un poco mi libro dialoga con esta novela, aunque ahora no estoy tan seguro. Pero la verdad, me da un poco de superstición hablar de ella, así que prefiero que la conozcan cuando llegue a las librerías.

© LA GACETA

Perfil

Daniel Saldaña París nació en Ciudad de México, en 1984. Es novelista, poeta y editor. Es autor de los poemarios Esa pura materia (UACM, 2008) y La máquina autobiográfica (Bonobos, 2012), así como de la novela En medio de extrañas víctimas (Sexto piso, 2013), y ha sido seleccionado, entre otras, en las antologías Divino tesoro (UNAM, 2012), Voces - 30 (Patagonia, 2014) y México20 (Pushkin Press, 2015). El nervio principal es su segunda novela.

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