El debate sobre YMAD quedó abierto, tras una sesión agotadora

El debate sobre YMAD quedó abierto, tras una sesión agotadora

El debate sobre YMAD quedó abierto, tras una sesión agotadora

El acuerdo firmado el 3 de octubre en Buenos Aires por el directorio de Yacimientos Mineros Aguas de Dionisio (YMAD), por el que se aprueba la propuesta de que la empresa participe en la futura explotación de la mina Agua Rica junto a la Alumbrera, fue repudiado en las exposiciones en el Consejo Superior. Como estuvieron presentes en esa firma los dos representantes de la UNT, y como se destacó que el acuerdo afecta la infraestructura de YMAD y se la pone como garantía para un crédito internacional, las declaraciones estuvieron centradas en la invalidez jurídica, económica y ambiental del convenio, así como en la posibilidad de rechazar el acuerdo, pedir a YMAD que lo cambie o hasta que la UNT deje de participar en el negocio minero. Al final, se pidió un cuarto intermedio hasta el martes para analizar los pasos a seguir.

Protesta experimental

En el patio del Rectorado un grupo estudiantil llamado “Hinchao” infló una carpa hecha con plástico reciclado pegado con cintas plásticas “en protesta contra la megaminería”.

“Primum non nocere”

El decano de Medicina, Mateo Martínez, y el consejero estudiantil Gonzalo Lascano relataron cómo fue la visita que hizo un grupo universitario a la comunidad de Andalgalá, donde viven 20.000 personas, que recibe agua del río Andalgalá, cerca del cual, aguas arriba, se instalará la mina. Relataron que hablaron con vecinos y autoridades y recorrieron el lugar. Dijeron que la gente reclama desde hace años contra la minería, que existe una clara conflictividad social y convicción de que el hábitat va a resultar dañado. Los vecinos entregaron sus objeciones, estudios -incluso uno de la UNT de 2008- y hasta una denuncia penal contra el directorio de YMAD por violación a la ley de Glaciares. Dicen que hasta por radio discuten los vecinos sobre la explotación minera -en la comunidad es tema central- y que el intendente electo hizo campaña contra la minería, actividad que “no tiene permiso social”. “Se trata de un pueblo que se encuentra enfermo”, advierten. Proponen que se cree un área para estudiar a fondo el tema, que se acepte a la comunidad diaguita y que se considere la máxima “primum non nocere” (”lo primero es no hacer daño”) .

Normas ambientales y “minería verde”

El decano de Ciencias Naturales, Hugo Fernández, dijo que un grupo universitario propone que se plantee al directorio d YMAD su disconformidad con la reunión del 3, que se aporte un informe de Asuntos Jurídicos previo a la reunión y que se atengan a varias normas ambientales, incluso internacionales. Un consejero le preguntó luego al representante Alfredo Grau si esas normas internacionales podían aplicarse y respondió que no se aplicaban en Argentina. El planteo de Fernández fue luego apoyado por el ingeniero Eduardo Martel, que expresó había que pensar en una “minería verde” y la “minería sostenible” y que era difícil obstaculizar proyectos como ese. “Es probable que lo hagan con nosotros o sin nosotros”.

Metáfora dolorosa

La decana de Artes, Estela Noli, reclamó que la mora en el tratamiento de este tema ha causado desasosiego. “La metáfora dolorosa  es el comportamiento de los directores de la UNT que han estado callados y ausentes en las instancias decisivas de negociación”. Además preguntó: “uno de los misterios arcanos es cuánto cobra un director de YMAD en la UNT”. Reclamó que “Minera Alumbrera está en los dos lados del mostrador como contratado y contratante”. Y pidió el rechazo del acuerdo porque el supuesto beneficio de que YMAD va a poder moler mineral “es un albur”.

“Ejercicio de dominación”

La decana de Derecho, Adela Seguí, reclamó que los representantes de la UNT, Domingo Marchese y Alfredo Grau, en las reuniones previas a la firma del memorando de entendimiento en marzo les dijo que estaba cerrada la propuesta sobre el precio para poner la infraestructura y los porcentajes, así como la obligación de que YMAD fuera al negocio acompañado por Minera Alumbrera. Dijo que en el proceso de cierre de la mina Bajo La Alumbrera y en el anuncio de que se haría una posible explotación subterránea o “underground” -que no se hizo- “podría estar evidenciando una simulación entre las partes para prolongar la vida de la UTE”. Habló de un ejercicio de dominación de las empresas.

Dijo que no hacía cargo al rector José García de lo sucedido porque  “todos hemos sido víctimas de este ejercicio de poder que nos ata las manos, nos deja esclavos frente a los poderosos”. Una universidad pública no puede convertirse en lacayo”, dijo. Y reclamó que no se trata del legado de Abel Peirano -que hizo a la UNT socia en la minería- “sino que representamos intereses colectivos que no son de nosotros, sino de los estudiantes, los profesores, la comunidad”. Y aseveró que el convenio es un acto “nulo de nulidad absoluta”.

¿Cómo se llegó hasta acá?

El consejero Hugo Ferullo dijo que los economistas han tenido que repensar el costo ambiental y que se distingue ahora la externalidad en la evaluación del proceso productivo. Habló de los que conocen el costo pero no se hacen cargo. “Esa lógica económica no puede ser una lógica social”. Agregó que en ese caso, “en general no hay actividad de mina a cielo abierto que dé ganancias”. Añadió que el medio ambiente no se puede limpiar. “No es sacar con una escoba los cigarrillos después de la fiesta”. Concluyó que en este caso “nos falta capacidad de control. La pregunta que me hago es cómo se llegó hasta acá sin habernos planteado de entrada que este no es un negocio para la UNT”. A partir de sus palabras el consejero estudiantil Lascano pidió que el Consejo o la Asamblea Universitaria analicen la posibilidad de que la UNT abandone la minería. El rector dijo luego que en la Asamblea universitaria se aprobaron tres artículos sobre YMAD.

Dos éticas

Mateo Martínez planteó que no se podía ignorar el problema ambiental sin tener el cuenta el ambiente social. Citó a Ramón Carrillo: “Frente a las enfermedades que genera la miseria, frente a la tristeza, la angustia y el infortunio social de los pueblos, los microbios, como causas de enfermedad, son unas pobres causas”. Santiago Bliss habló de la ética de la convicción y de la razonabilidad, de acuerdo a Max Weber, y preguntó cómo se cuidaban los valores y la salud si participaba la UNT en estos emprendimientos. “Estamos poniendo nuestro cuerpo y mente en algo que no debería haber ocurrido nunca”, añadió Marcela Blanco.

A cuarto intermedio

Adela Seguí al final leyó el informe de Asuntos Jurídicos, que había pedido que el Consejo Superior garantice el derecho de YMAD a usar la infraestructura en proyectos propios o en desarrollo y que se verifique la razonabilidad de la equivalencia en cada una de las partes que se haga una evaluación. Pidió un cuarto intermedio.

“No me siento en ningún laberinto”

Finalmente, el rector José García dijo que habían sido injustamente mencionado en la sesión anterior y defendió la tarea de los delegados Alfredo Grau y Domingo Marchese. “De ninguna manera estuvimos tratando si la UNT debe o no continuar con su participación en YMAD  y consecuentemente en la explotación  minera. En definitiva, esa sería una posición política que se debatió y agotó en este consejo Superior... pero no han sido José García y Sergio Pagani quienes han adoptado esa decisión ubicando a nuestra casa de estudios en el negocio de la explotación minera, sino Abel Peirano. Agregó que “lo que decidimos hoy es si le otorgamos o no continuidad a una empresa interestadual caracterizada por una situación económica compleja frente a la posibilidad de un nuevo emprendimiento. No me siendo doblegado por esta situación ni siento que estemos comprometiendo el patrimonio de la UNT; no me siento en ningún laberinto aunque a veces el debate sobre equívocos embrolla la discusión franca y me recuerda el ejemplo de Babel, donde cada uno hablaba un idioma diferente. Entonces confundimos cuando hablamos de las cuestiones relativas a la explotación como nuestras. Nosotros tenemos un porcentaje accionario en una empresa interestadual que tiene cinco directores y la UNT sólo tiene una minoría: dos de ellos. Las cuestiones inherentes a la situación de Agua Rica han sido tratadas en numerosos encuentros; todos sabíamos qué estábamos negociando. Claro, los tiempos de la generación de un negocio de estas características y los tiempos institucionales son diferentes, y por eso hemos tratado el tema aun cuando la empresa ya adoptó criterios decisorios sobre el proyecto. En todos los casos he abogado por el cumplimiento irrestricto de todas las normativas de protección ambiental. Por eso entiendo contradictoria la decisión de quienes hoy sostienen que hay que salirse del negocio minero con la decisión de este propio cuerpo de reclamar judicialmente la anulación del convenio que firmó el ex rector Cerisola”.

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