Bolsonaro amenaza a quienes lo vinculan con un crimen político

RÍO DE JANEIRO, Brasil.- El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, apareció vinculado al asesinato de la concejal de izquierda, Marielle Franco, y su chofer, Anderson Silva, por un testigo que denunció que uno de los homicidas, un ex policía, fue a la casa del jefe del Estado en Río de Janeiro antes de cometer el crimen, reveló TV Globo.

El portero del barrio cerrado de Barra de Tijuca declaró que uno de los detenidos fue, el mismo día del crimen, a la casa de Bolsonaro, que entonces era diputado federal.

Uno de los acusados del homicidio, Ronnie Lessa, ex policía, vive en el mismo barrio de Bolsonaro, a 50 metros de su casa, y de allí salió el día del crimen junto con un ex colega, Elcio de Queiroz. Ambos eran parte de las milicias parapoliciales de Río, que disputan el crimen organizado a los narcos.

El día del homicidio de Franco, según reconstruyó la fiscalía, Queiroz se presentó en la portería y dijo que iba a la casa de Bolsonaro, la número 58. “Yo llamé a la casa de Bolsonaro y don Jair me atendió y me dijo que podía pasar”, dijo el portero a la fiscalía.

Queiroz salió del barrio cerrado junto con Lessa y emprendieron el operativo para matar a Franco, una mujer negra, defensora de los derechos humanos y homosexual, que investigaba a los parapoliciales y el exterminio de la población pobre por parte de los escuadrones de la muerte.

El mandatario, furioso, dijo que podría cancelar la licencia de Globo, la cadena de televisión más grande de Brasil, por la publicación de la nota.

El ministro de Justicia de Brasil, Sergio Moro, también disparó contra la acusación. Pidió al fiscal general que investigue al portero e insinuó que podría haber dado un falso testimonio, ya sea por error o como parte de una conspiración. (Reuters-Télam)