En “Marianne”, los fantasmas surgen de la propia conciencia

En “Marianne”, los fantasmas surgen de la propia conciencia

La nueva serie francesa es un éxito en la plataforma de streaming porque logra transmitir miedo a través de una historia inquietante.

PUEBLO FICTICIO. La localidad de Elden no existe. La serie fue rodada en Bretaña, región norte de Francia. PUEBLO FICTICIO. La localidad de Elden no existe. La serie fue rodada en Bretaña, región norte de Francia.

Dicen que los fantasmas más temibles son aquellos que provienen de la propia conciencia. Y que los peores miedos tienen su origen en el pasado de cada ser humano, en su historia personal más que en una dimensión paralela u otro artilugio fantástico. En esas premisas se apoya la trama de “Marianne”, la nueva serie de Netflix que se ha convertido en un éxito inesperado de público y crítica.

La propuesta de terror francés, dirigida por Samuel Bodin, cuenta la historia de una joven escritora que debe enfrentarse a sus fantasmas: los recuerdos familiares y los que comienzan a cobrar vida desde sus novelas de ficción. Aquellos personajes que ella había creado para conjurar sus miedos, ahora la acechan. Especialmente uno llamado Marianne, interpretado por la actriz Mireille Herbstmeyer, que asusta con su inquietante ambigüedad: no se sabe si es una persona real o un fantasma surgido de la ficción para atormentar a su creadora.

Siniestra bruja

Marianne es una bruja que realiza hechizos de magia negra, con recursos truculentos como arrancarse los dientes. O sorprende apareciendo en los rincones oscuros de la casa o en un agujero en el suelo. Su sonrisa, que se extiende más allá de la comisura de los labios, esconde un enigma que se irá descubriendo a medida que avanza la historia.

Emma, la protagonista, ha regresado a su pueblo natal en busca de sosiego. Las heridas que necesitaba cerrar se relacionan con las pesadillas que ha plasmado en forma literaria y son una representación en clave de terror sobre los sentimientos que no ha podido resolver en su vida personal.

Para deleite de los amantes del género, “Marianne” no solamente atrapa con una historia escalofriante sino también incluye referencias indudables a clásicos como “Misery”, de Stephen King, en esa figura de la escritora atormentada por sus propias historias y una seguidora fanática que la obliga a seguir escribiendo. Hay lugares comunes que son típicos de las películas de terror, como el escenario de un pueblo pequeño, un faro, los exorcismos, los dibujos satánicos, las brujas y los picaportes que parecen girar solos, en medio de la noche.

“Marianne” se suma al resurgimiento del género en el streaming, que viene registrando altos niveles con títulos como “La maldición de Hill House” (que tendrá una segunda temporada) o la nueva entrega de “American Horror Story”, y las también muy logradas “Stranger Things” y “Dark”.

Asustar es rentable

Una vez más queda demostrado que el público siempre está ávido de ficciones de terror que le hagan experimentar la emoción del miedo. Y aunque el género es uno de los más difíciles, porque no es frecuente encontrar buenas películas o series que asusten de verdad, los productores siguen apostando y -en algunos casos- acertando con propuestas capaces de liderar la taquilla. Por ejemplo, la adaptación cinematográfica de “It” fue una de las películas que más recaudó el año pasado y su segunda parte, “It: Capítulo 2”, va camino de hacer mismo en 2019.

Otras adaptacioens de las novelas de terror de Stephen King viven un momento de apogeo máximo, con películas ya estrenadas como la nueva versión de “Cementerio de animales” y próximos estrenos, como “En la hierba alta” (que inaugurará el Festival de Sitges) o “Doctor Sueño”, la secuela de “El Resplandor”.

Para las próximas semanas también se anuncian otras novedades cinematográficas de terror como “El faro”, de Robert Eggers (realizador de “La bruja”), o la española “Malasaña 32”, una historia ambientada en Madrid que promete sobresaltos como les gusta a los fans.

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