Coctelería: la tendencia del bitter embebe las tardes tucumanas

Coctelería: la tendencia del bitter embebe las tardes tucumanas

Con nuevos productos y fusiones, los aperitivos vuelven a imponerse durante la sobremesa.

Coctelería: la tendencia del bitter embebe las tardes tucumanas
17 Septiembre 2019

Para evitar los dolores de cabeza, a los problemas que se nos presentan en la vida hay que tomarlos con calma y azúcar pero, si se trata de cocktails, lo que mejor le sienta a los argentinos son los tragos amargos.

Luego de varios años de oculta sobremesa, el bitter ha vuelto a imponerse en el mundo de la coctelería y, con sus nuevos formatos y etiquetas, ya es un habitué en el ritual del after office y las reuniones a media tarde.

“Cada vez son más las personas que se decantan por los aperitivos. Existe un crecimiento en la cultura de este tipo de bebida”, comenta el bartender Gonzalo Aybar en relación a esta bebida alcohólica y aromatizada con cortezas, raíces, cáscaras de frutas o flores.

Además, gracias a sus propiedades herbáceas, el bitter es elegido como el preparado ideal para dejar en el paladar y estómago una sensación de fluidez, energía y movimiento. “En las épocas de frío y cuando hay temperaturas bajas se acostumbra a comer platos bastante calóricos y, al final, terminamos sintiéndonos pesados. Para esas situaciones el aperitivo es perfecto por su bajo nivel de alcohol y las propiedades digestivas que presenta”, agrega Aybar.

Al respecto, nuestra histórica relación con la bebida se remonta a la Edad Media. Tiempo en que los bitters eran considerados un elixir medicinal capaz de curar las afecciones estomacales. Después (como ocurre con todo buen invento) vinieron las fusiones y -por medio de un macerado de ron, vodka o vino- el preparado encontró su refugio en el mundo de los cocktails.

“Es bastante llamativa la relación que mantiene nuestro paladar con los sabores amargos. Desde chicos estamos acostumbrados al mate o al café y, cuando pasamos la mayoría de edad, viene el gusto del Fernet o el vermú”, comenta el enólogo de vinos espumosos Gustavo Sánchez.

Cortar con la dulzura

De acuerdo con la esencia aromática que predomine o la cantidad de ingredientes, el catálogo de aperitivos contiene tragos de Cynar (preparado a base de alcachofas) y jugo de pomelo o el tradicional negroni en vaso ancho. Además, podemos disfrutar de un casual Campari con soda o el Aperol Spritz con gajos de naranja.

Entre las alternativas más arriesgadas, la empresa de herencia francesa Chandon fue pionera en su especie al lanzar la etiqueta Chandon Apéritif. Un producto que mezcla la experiencia sensitiva de los espumantes con el amargor del bitter.

“Chandon Apéritif está elaborado con las variedades de uva de Chardonnay, Pinot Noir y Semillón y un macerado de naranjas y especias de diferentes países”, detalla Sánchez, profesional de la firma. A la vista, esta fusión armónica y cítrica es representada por un fresco líquido burbujeante en tonos duraznos y con reflejos rosados. Perfecto para llenar la copa, agregar hielo y disfrutar del time to break.

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