29 Julio 2019
Economistas del sector privado coincidieron ayer en que el índice de precios al consumidor de julio se ubicaría en torno del 2,5%, ratificando de esta manera el descenso de precios que se viene acentuando mes a mes.
En diálogo con la prensa, los profesionales calificaron que la suba de precios estuvo motorizada, básicamente, por las alzas vinculadas al turismo y al esparcimiento, debido fundamentalmente al receso invernal.
El economista Aldo Abram estimó que la inflación de julio rondaría el 2,5% debido a la tranquilidad monetaria que logró el Banco Central de la República Argentina (BCRA) durante los últimos meses.
En este sentido, Abram sostuvo: “julio en general suele moverse con estacionalidad, en especial, en el sector esparcimiento y turismo, debido al receso de las vacaciones de invierno”.
El economista de la Fundación Libertad y Progreso puntualizó también que lo que realmente hace bajar la inflación es la escasa depreciación de la moneda debido a la política monetaria que puso en marcha el BCRA.
Asimismo, Abram remarcó: “si el BCRA logra controlar la depreciación del peso, es probable que en los próximos meses, la inflación se acerque más al 2% que al 3% al que estuvimos acostumbrados en los primeros meses del año”.
Y agregó: “desde diciembre hay una recuperación de la actividad económica que viene empujada desde el campo con buenas cosechas. Pero la incertidumbre electoral produce una fuga de capitales que hace que la recuperación sea más intensa”.
Finalmente, Abram detalló: “la recuperación viene desde el sector rural y derrama toda esa riqueza en toda la Pampa Húmeda incrementando la demanda en el interior. Aquí no se ve con intensidad porque la incertidumbre electoral nubla toda posibilidad de reacción. Cuando se despejen todas esas dudas, la reacción seguramente será muy evidente”.
El tipo de cambio
Según Agustín Monteverde la inflación se ubicaria en el 2,5% como máximo. “Tal vez pueda estar en el 2,4%, pero todo está en relación con la evolución del tipo de cambio”, señaló el economista.
En este sentido, Monteverde estimó que la variación cambiaria tiene una gran relación con la productividad de la economía y eso es lo que define el nivel de actividad.
“Hasta ahora la economía tuvo un pulmotor que vino alimentado por la cuenta corriente externa, de la mano de las exportaciones y es por eso también que está reaccionando el consumo mes a mes”, sentenció el experto.
En la misma línea, el economista jefe de Econométrica, Ramiro Castiñeira, concidió que la inflación rondaría el 2,5% movida fundamentalmente por el sector del turismo y el esparcimiento.
Castiñeira agregó que los alimentos estuvieron un poco más estables. “Sin embargo, lo que tira la inflación para abajo respecto de los meses anteriores es la contracción monetaria del Banco Central”, sentenció el investigador.
Un poco más alto
Pero no todos los economistas calcularon una inflación más baja. Para Fausto Spotorno, de la consultora de Orlando Ferreres y Asociados, el índice de precios de este mes rondaría el 2,7%, un poco más arriba que sus colegas.
Y, al explicar las razones, Spotorno manifestó que la inflación sería igual a la de junio, debido a la suba de precios estacionales en turismo, y con bajas en algunos rubros como alimentos. (Télam)
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