Las propuestas de enseñanza alternativa ya son una realidad en Tucumán

Las propuestas de enseñanza alternativa ya son una realidad en Tucumán

Se caracterizan por una forma de abordaje pedagógico diferente al resto de los colegios. Aún son experiencias aisladas. Crecen con el boca a boca.

LOS PADRES TRABAJANDO. En plena tarea de reacondicionamiento escolar para la apertura de las clases.  LOS PADRES TRABAJANDO. En plena tarea de reacondicionamiento escolar para la apertura de las clases.
06 Marzo 2019

No hay formación ni izamiento de la bandera. Tampoco delantales ni chicos con corbata. Al contrario, lo que importa es la comodidad, por eso apenas llegan a la escuela, antes de las 8, se sacan los zapatos y se calzan las pantuflas o las “crocs”, antes de sentarse en la ronda, que bien puede ser sobre el pasto, si el día está lindo. Tampoco hay timbre para anunciar la jornada escolar, bastan unos acordes con la guitarra para anunciar que es hora de hacer silencio.

Todos los alumnos son pequeños, pero la obediencia al orden es contagiosa. En la escuela Nueva Siembra, de El Cadillal, el horario de clase comienza con una canción, un saludo y la organización de la tarea. A ver ¿quién se ofrece para repartir los materiales didácticos? ¿Quién para poner la mesa y repartir la vajilla del desayuno? ¿quién barrerá el salón? Sí, la limpieza también la hacen los chicos (como ocurre en las escuelas de Japón). El orden y la limpieza son importantes. Antes de irse se quitan el pintor que se ponen para no ensuciar su ropa y lo guardan junto a las crocs.

Los chicos -no más de 10 o 15 por grupo- no tienen miedo a las pruebas. Los docentes tienen muchas formas de calificarlos sin causarles estrés, no en forma numérica. Los contenidos curriculares son los mismos que tienen todas las escuelas de Tucumán, pero aquí se dictan de forma diferente. En la provincia aún son pocas las escuelas que plantean una educación alternativa, basada en las teorías de grandes pedagogos como Piaget, Speroni, Montessori y otros. Estas propuestas van creciendo con el boca a boca.

CÓMODOS. Sin sillas ni uniformes, ellos despliegan su creatividad.  CÓMODOS. Sin sillas ni uniformes, ellos despliegan su creatividad.

“Mi sueño era lograr que el lunes sea el mejor día de la semana y no el viernes”, arranca la conversación con LA GACETA el contador Humberto Neme, presidente de la fundación Centro Pedagógico Cadillal, que gestiona la escuela Nueva Siembra, que nace en 2017. “Siempre pensé que se podía lograr una educación distinta porque los modos de aprendizaje de los chicos de hoy son distintos. Por eso digo que el mejor día para los chicos tiene que ser el lunes y no el viernes. Este es un proyecto de docentes, padres y madres de alumnos y los chicos porque consideramos que la educación se prolonga en la casa”, explica Neme. “Una vez al mes los papás se reúnen y mientras comparten un asado o una mateada hacemos el seguimiento de sus hijos junto a los maestros”, cuenta.

“El instituto Speroni nos acompaña con su aval desde 2017 pero desde el 15 de octubre de 2018 ya tenemos el decreto de incorporación a la enseñanza oficial en niveles inicial y primario. Los títulos son oficiales y ya tuvimos la primera promoción de primaria de 8 niños”, anuncia la representante legal, Sara Paz de Vargiú. Este año quieren incorporar el nivel secundario con orientación en turismo.

En la escuela hay un proceso de evaluación permanente, en el que el maestro día a día va nivelando a los alumnos, pero siempre respetando la velocidad de aprendizaje de cada niño, aclara. El desafío es hacer esto en aulas multinivel, donde hay alumnos de diferentes edades. Para este modelo, la diversidad es una fortaleza que se afianza de manera solidaria.

Los núcleos de aprendizaje prioritarios se abordan desde la construcción, la investigación, la experimentación y la resolución de situaciones que invitan al alumno a involucrarse en el problema. Por ejemplo, cuando los alumnos están amasando el pan que comerán en el desayuno están también practicando matemáticas, guiados por el docente que, en vez de enseñar desde el pizarrón, se convierte en un mediador que acompaña a los alumnos en sus aprendizajes. El taller de huerta es otra instancia para aprender ciencias.

El estudio de la lengua se basa en la lectura y análisis de textos originales y la producción oral y escrita. Cada mañana los chicos leen un cuento o una poesía, que ellos mismos eligen de entre una selección. Las ciencias se estudian en base a la experimentación, preferentemente al aire libre, en excursiones donde los chicos aprenden junto a sus compañeros. La música y el arte en general están presentes desde el inicio hasta el cierre de cada jornada escolar.

Tafí del Valle tendrá su primera escuela con mirada holística

La inquietud surgió de un grupo de padres residentes en Tafí del Valle. “Hasta ahora no teníamos la posibilidad de elegir otra educación para nuestros hijos que no fuera la escuela estatal. Por eso decidimos fundar una escuela alternativa que llene nuestras expectativas”, explica Elsa Almirón, presidenta de la Fundación Tafí, impulsora del proyecto Escuela El Portal, que ya abrió la matricula en el local ubicado sobre la ruta 301, el kilómetro 61.

El equipo docente de El Portal ya está listo para comenzar la trabajar, según cuenta la pedagoga Teresita Lucero, autora y coordinadora del proyecto pedagógico y de la capacitación docente.

Se trata de una propuesta con enfoque holístico, que tiene puesto el foco en el desarrollo de las artes”, explica. “A nivel organizativo y metodológico se ve la diferencia con la escuela común, pero conserva los contenidos de la currícula oficial. La diferencia está en la organización metodológica y pedagógica de esos contenidos. Trabajamos en aulas multinivel, con edades heterogéneas”, agrega.

Los docentes fueron capacitados en talleres teóricos vivenciales. Inicialmente se presentaron 25 en una convocatoria abierta y fueron seleccionados 11 por sus antecedentes docentes y desempeño.

La escuela toma base teórica a partir de la pedagogía de la educación popular de Pablo Freyre, la filosofía de la educación de Makiguchi, la pedagogía Waldorf, Rudolf Steiner, la Educación Biocéntrica planteada por Rolando Toro y el paradigma de la complejidad del Edgar Morin. Haciendo base en estas líneas Lucero comienza diseñar un proyecto metodológico diferenciado.

Otra de las diferencias con la escuela común es que en esta institución no hay aulas sino espacios para cada tipo de aprendizaje. Los dedicados al arte y a la huerta son muy importantes. Tampoco hay disciplinas, es decir que la escuela no tiene organización disciplinar sino modular. Se trabaja por temas transversales, y por proyectos, donde cada área de trabajo va haciendo sus aportes.

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