Cuando la amistad se tiñe de colores

Cuando la amistad se tiñe de colores

Encuentro íntimo con la diseñadora Ágatha Ruiz de la Prada y el artista Eduardo Pérez Ocantos.

Cuando la amistad se tiñe de colores

Después de comer junto a la “reina de los corazones” y el “rey de los colores”, salimos del hotel para aprovechar un hermoso día en Costa del Este, un balneario de arenas finas, rodeado de pinos, a tan sólo 300 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires, en la Costa Atlántica. Porque si hay algo que esta dupla sabe disfrutar a pleno son los viajes y la buena compañía.

La diseñadora y empresaria madrileña, con más de 35 años de trayectoria en el mundo de la moda, tiene una personalidad directamente proporcional a sus creaciones. Alegre, positiva, audaz y, sobre todo, segura de sí misma, vive con un pie en el avión y el otro en su empresa, y asegura: “Viajar por turismo es bonito, pero viajar con amigos es un verdadero deleite”. Esto es lo que justamente ocurrió entre Ágatha Ruiz de la Prada y el artista correntino Eduardo Pérez Ocantos cuando se conocieron en Punta del Este hace un par de temporadas.

Eduardo es abogado y director de cine, pero su espíritu de artista, inquieto e ingenioso lo llevó a pintar en lienzos y de ahí a crear colecciones de vestidos que hoy se presentan en las pasarelas internacionales. Desde sus inicios sintió una gran admiración por el vibrante universo de Ágatha, con quien, sin conocerla, ya compartía uno de sus ejes principales: la ausencia del negro en sus diseños.

EN MILÁN. Sofía desfilando en  el Fashion Week uno de los diseños de Pérez Ocantos. EN MILÁN. Sofía desfilando en el Fashion Week uno de los diseños de Pérez Ocantos.

Ambos son creadores de una moda cómoda y versátil, prendas para una mujer llena de optimismo y alegría, con una paleta en la que predominan los azules para Eduardo y los rosados para Ágatha.

Dicen que la ropa que usamos comunica nuestra personalidad y hasta puede influir en nuestro estado de ánimo. Y esto le pasa a alguien que no es modelo y que es convocada para desfilar sus prendas, en este caso para Ágatha Ruiz de la Prada en Buenos Aires y para Eduardo Pérez Ocantos en Milán: se irradia diversión.

Puntos en común

Ruiz de la Prada hace honor a esta psicología de la moda con sus prendas repletas de corazones, globos, lunares, flores y arcoíris, en las que manifiesta un carisma y entusiasmo digno de una mujer que siempre va por más.

Pérez Ocantos, por su parte, con sus diseños holgados, atemporales y únicos, expresa su naturaleza simple, pero sofisticada a la vez. De nuevo, un punto más en común que los une en su forma de ser y de actuar.

Cuenta Ágatha que si bien en Punta del Este se conocieron por primera vez, fue en Nueva York donde se inició la amistad. “Estaba sentada en un restaurante con un amigo, cuando de casualidad pasó Eduardo en frente con una amiga y se acercó a saludarnos. Desde esa noche, organizamos para compartir juntos una agenda full de eventos y fiestas durante la semana de la moda en New York. Nos divertimos muchísimo juntos donde sea que nos encontremos, y hoy Eduardo ya se ha convertido en uno de mis mejores amigos”, destaca.

Cuando la amistad se tiñe de colores

Entre fotos y videos que repasan las innumerables anécdotas que comparten juntos, Ágatha resalta la que más la cautivó y que piensa repetir: “Fui invitada al Feeric Fashion Week de Transilvania, Rumania, por su presidente, Mitichi Preda, y del cual Eduardo es embajador en Latinoamérica; quedé totalmente maravillada con la creatividad y puesta en escena de cada uno de los shows. Es algo que nunca antes había visto, un evento original y surrealista en un marco de paisajes naturales”.

Eduardo, de un perfil muy bajo y hasta tímido, recuerda cuando fueron a la exclusiva fiesta de cumpleaños del diseñador Giorgio Armani en Milán, donde lo pasaron increíble. “Viajar es una inversión que queda atesorada entre los recuerdos más valiosos y mi capital son los buenos amigos”, agrega el oriundo de Goya, Corrientes.

No sólo comparten un “lifestyle” similar, sino que además esta dupla es apasionada por el arte y la cultura. La española, hija de madre aristócrata catalana y un reconocido arquitecto, en cada ciudad que visita recorre un nuevo museo y ha exhibido sus piezas en importantes galerías, (presentó una de sus primeras colecciones en el Museo de Arte Contemporáneo de Madrid).

El argentino, de cuna artística por el lado materno y política por parte de su papá, estudió cine en Londres y se formó como artista con el reconocido Felipe Noé con quien creó una colección cápsula de vestidos.

En la industria de la moda, como en otros ámbitos, hay competencia, celos, intereses y hasta engaños, pero también vínculos que van más allá del networking, de lo estético y de los intereses profesionales, y ahí es donde se forjan las grandes y verdaderas amistades. Ágatha y Eduardo tienen muchos proyectos para realizar juntos este año, pero sobre todo, son un buen ejemplo de cómo viajar enriquece tanto la cultura como las relaciones.

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