¡Manos a la masa!: el taller que te enseña a cocinar tu propia panificación

La comida casera tiene un sabor especial. Eso lo saben bien los cocineros (un tanto inexpertos) del taller “Amasa tu propio pan”. Mates, manos llenas de harina y risas fueron el agregado para la una receta del clásico pan francés, que deleitó todos los paladares.

¡Manos a la masa!: el taller que te enseña a cocinar tu propia panificación LA GACETA / FOTO DE OSVALDO RIPOLL
23 Enero 2019

(Por Guadalupe Norte) Harina, agua y levadura... Estos son los ingredientes principales que se necesitan para cocinar nuestra propia panificación casera y, en el proceso, pasar una mañana divertida en el Ingenio Cultural con el taller “Amasa tu propio pan”.

La propuesta, destinada a quienes buscan aprender sobre el delicioso arte de la panadería, no deja de atraer a amantes de la cocina y curiosos que se apretujan entre las largas mesas de madera a la espera de que alguien les revele los secretos del pan francés.

¡Manos a la masa!: el taller que te enseña a cocinar tu propia panificación

“¿Cuánta grasa añado?”, “¿De qué alto debe ser la masa?” “¿Y si le agrego vainilla?”. Las preguntas no tardan en llegar pero, en cuanto la profesora Carolina Olmos comienza a explicar la receta, los murmullos se interrumpen por sí solos. Pasando la escena a varias manos frenéticas que anotan cada detalle e ingredientes en sus cuadernos tapa dura para no saltear ningún paso.

“Lo que atrae a la gente es poder preparar la comida con sus propias manos y economizar en los gastos. Por una cuestión de rapidez solemos comprar bastantes alimentos industrializados y nos olvidamos del ritual de compartir la cocina. Eso le da otra impronta a la comida y se convierte en una ayuda para la situación económica que atraviesan muchas familias”, comenta Carolina mientras añade -uno por uno- los ingredientes a la harina hasta que la preparación se vuelve maleable.

Con sabor hogareño

Estela Carabajal (46 años) sigue con la mirada cada movimiento que Carolina hace con sus manos. Lo que ella aprenda en estas horas de clase le servirá para expandir su microemprendimiento. “En mi casa vendo postres y comidas saladas. Amo la cocina y me desenvuelvo cocinando para mi familia pero también se trata de una entrada económica muy útil. Mis clientes comenzaron a pedirme pan y me gustaría agregarlo a los productos”, narra esta cocinera en ciernes entretanto acomoda su delantal negro con líneas amarillas.

¡Manos a la masa!: el taller que te enseña a cocinar tu propia panificación

Entre las panaderas curtidas con la práctica también hay alumnas que dan sus pasos iniciales en la gastronomía. Cynthia Coronel (30 años) se enteró del taller por un grupo de WhatsApp donde comparte recetas. “Mi mamá hizo varios cursos de panadería y sólo le faltaba conocer la preparación del pan flauta. Como ella no podía venir me mandé yo, la idea es que de a poco compremos los insumos para tener una panadería en nuestra casa”, relata. ¿Podrá esta inexperta cocinera llegar a la etapa final? “Me doy maña, es cuestión de entender los tiempos de cocción y la técnica justa para amasar el pan; por ahora cocinamos pan negro, tortillas, bollitos y chips”, agrega.

Ajenos a las proyecciones comerciales y a las recetas complicadas, algunos alumnos buscan en la elaboración artesanal una alternativa a las comidas envasadas y con aditivos, acudiendo al taller por cuestiones de salud. “Mi meta es tomar las indicaciones y hacer mi propio pan de salvado- expresa enfáticamente Carlos Tapia (70 años)-. Al ser diabético tengo que cuidarme con las comidas y cocinarlo yo me ofrece garantías que no consigo en las panaderías. Me cuesta confiar en ellas porque venden sus productos diciendo que son de salvado o saludables y en realidad cocinan los productos con mezclas y químicos”.

¡Manos a la masa!: el taller que te enseña a cocinar tu propia panificación

Eugenia Carabajal está de acuerdo con su compañero de grupo. “En mi familia consumimos pan todos los días para acompañar las meriendas y almuerzos. Si bien es verdad que ahorro plata al hacerlo de forma casera, la mejor parte es la falta de conservantes artificiales y que sé qué ingredientes contiene”, señala. En su caso, quienes darán el visto bueno a sus habilidades culinarias y creativas serán sus cuatro hijos.

La prueba de fuego

Dadas las instrucciones generales, es el turno de que los panaderos amateur entren en acción. Es la primera vez que Cynthia Alarcón (41 años) toma un curso de panadería, pero en la práctica, ella afirma que sabe defenderse. “Tengo dos hijos pequeños y con ellos siempre hay que inventar cosas nuevas porque la comida rutinaria les cansa”, explica lista para ensuciarse las manos con harina.

¡Manos a la masa!: el taller que te enseña a cocinar tu propia panificación

Provista de un gorro blanco y un delantal turquesa, Cynthia es la elegida para quitar el repasador floreado del bol y comenzar a amasar. Con movimientos enérgicos estira la preparación de acá para allá, dándole algunas palmaditas cada tanto. “Recuerden que la cocina es terapéutica. De paso con este ejercicio descargamos todas las tensiones y la bronca acumulada”, comenta riendo la profesora.

Una vez ocurrida la magia leudante, es tiempo de que los panes reciban el “golpe de horno”. La espera se vuelve eterna para los aprendices que, entre gruñido de estómago y aroma a huevo, se acercan al horno para ver la evolución de sus creaciones. Bastan las palabras de Carolina para que la eterna y hambrienta espera concluya. “Ya están”, se escucha a lo lejos y los mates comienzan a circular acompañado del crujido del pan al repartirse.

Con casi todas las “muestras” devoradas, quedó demostrado que la receta fue un éxito y las nuevas propuestas de panificación no tardan en aparecer: pan miñon, bollos, criollitos, tortillas… Como en todo arte, la cocina es para aquellos valientes que se dispongan a intentarlo. Lo único que se necesita son ganas de hornear así que ¡manos a la masa!.

¿Dónde inscribirse para aprender a hacer pan?

Para los interesados, el taller “Amasa tu propio pan” está inscripto dentro de las alternativas veraniegas propuestas por el Ingenio Cultural (avenida Sáenz Peña y San Lorenzo).

En cuanto a la convocatoria, la propuesta superó las expectativas, ya que llegaron a inscribirse un total de 600 personas. “Restringimos el límite a 160 alumnos por cuestiones de espacio y de comodidad. Sin embargo, para que todos puedan participar, la convocatoria se dividió en tres días”, destacó Gustavo Callejas, representante del Ingenio Cultural.

Además, en las instalaciones se dictan otros cursos dedicados a la panadería y a la pastelería, como la preparación de prepizzas, pan de anís, tortillas y medialunas.

Para mayor información podés enviar un correo a [email protected].

Receta de pan fránces
INGREDIENTES:
1 kg de harina 000, 40 g de levadura, 550 cc de agua, 8 g de extracto de malta y 2 cucharadas de sal fina.  

- Hacer un fermento con la levadura, una cucharada de harina, una cucharada de agua y una pizca de azúcar, para resaltar el sabor.
- Mezclar todos los ingredientes y dejar la preparación tapada hasta que duplique su volumen.
- Hacer una corona con el resto de la harina (con la sal ya incorporada) e incluir el fermento y el agua sobrante.
- Integrar los ingredientes y amasar hasta obtener una consistencia lisa.  

- Dejar leudar en un recipiente tapado hasta que la masa duplique su volumen. Una vez logrado esto, hay que estirar la masa y darle la forma que queramos a nuestro pan.
- En una asadera previamente engrasada, dejar leudar nuevamente las porciones para que el pan duplique su tamaño.
- Por último, llevar al horno por unos 20 minutos.

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