Protección y elegancia: animate al sombrero en la ciudad

Protección y elegancia: animate al sombrero en la ciudad

Rechazados y amados por buena parte de las mujeres tucumanas (y aprobados por los especialistas en el cuidado de la piel) las capelinas y las gorras son una alternativa ideal y necesaria para hacerle frente al calor y combatir los rayos del sol. Es tiempo de ponerse el sombrero y cambiar de hábitos.

Aportan elegancia y distinción. La modelo Viviana Aiachini considera que los sombreros agregan encanto a cualquier prenda. Aportan elegancia y distinción. La modelo Viviana Aiachini considera que los sombreros agregan encanto a cualquier prenda.
16 Enero 2019

(Por Guadalupe Norte) Junto al protector solar, los sombreros (en sus distintas expresiones y modelos) pueden ser una alternativa eficaz para protegernos de los rayos del sol, pero en la práctica, los tucumanos somos un tanto reticentes a utilizarlos. ¿A que se debe su impopularidad?

“Me parecen una salvación si tenés que caminar en horas pico, pero jamás usaría sombrero para ir a trabajar o salir con mis amigos. Son incómodos y antiestéticos; la verdad, no me parecen necesarios”, dice rotunda Noelia Villamil.

En cambio, en opinión de los médicos especialistas en piel, no debería faltar en nuestra rutina de verano. “Para proteger la piel hay que hacer un combo de protector, sombrero, algún tipo de bálsamo labial con pantalla solar y lentes oscuros de buena calidad”, explica el dermatólogo José Vicente Fagre. Estos últimos para evitar que la radiciación solar afecte los ojos y produzca cataratas, cambios degenerativos en la córnea o melanomas en la zona de la retina.

Lo cierto es que el uso  de este “kit antisol” no es frecuente en la realidad, donde suele verse a los transeúntes ir de vereda en vereda buscando rincones de sombra antes que verlos con una gorra puesta. “Odio usar sombrero porque siento que produce más calor. Después de caminar un rato terminás con la cara transpirada y, cuando te lo sacás, tenés que acomodarte el pelo y arreglarte”, narra Julieta Abdala.

Para Fagre, la causa del rechazo pasa por las tendencias de moda impuestas: “es un tema cultural. Por suerte, la mayoría de mis pacientes piden una receta para comprar protector, pero el resto de los cuidados son un caso aparte. Con los hombres no hay dificultad para que utilicen gorras, pero las mujeres muchas veces prefieren renunciar a ellas antes que ‘vestirse mal’”, asegura.

Con Estilo playero. Lucía Irene Guerra Ibañez tiene en su armario cinco capelinas, dos sombreros y tres viseras. “En la playa me encanta usar capelinas pero en la ciudad prefiero las viseras. Las capelinas no son para andar en Tucumán”, opinó. Con Estilo playero. Lucía Irene Guerra Ibañez tiene en su armario cinco capelinas, dos sombreros y tres viseras. “En la playa me encanta usar capelinas pero en la ciudad prefiero las viseras. Las capelinas no son para andar en Tucumán”, opinó.

El modelo adecuado

A medida que pasan los años el sol escribe sobre nuestra piel su historia, acarreando a veces problemas de salud.

“El daño constante por la exposición a los rayos solares provoca el fotoenvejecimiento de la piel y la aparición de arrugas, manchas y resequedad. Por eso, la mejor alternativa de prevención es bloquear el contacto directo con el sol a través del protector solar y sombrero”, advierte la dermatóloga María Luz Bollea Bacatti.

En los comercios sobran las opciones de gorros, capelinas y sombreros para elegir, pero eso no significa que todos los modelos cumplan con su función. “Los sombreros ideales son aquellos grandes y de ala ancha, que permiten cubrir toda la cabeza. En cambio, las gorras con visera dejan al descubierto zonas sensibles, como las orejas, el cuello y la nariz”, aclara Bollea Bacatti.

Y es precisamente este tipo de gorras las que acapararon la moda. “Pese a la creencia de que las gorras son típicas de hombres, actualmente se están usando como un complemento canchero para sumar al look veraniego y salir a hacer ejercicio”,  describe la diseñadora Estela Zelaya. Aunque hay que admitir que muchos diseños (con texturas de jean, lentejuelas, cuero y telas rugosas) distan mucho de ser una barrera eficaz contra el sol.

Indumentaria UV

Otro aporte importante para defendernos de la exposición solar es la indumentaria. Con sus ventas en auge por las vacaciones, existen remeras, vestidos y calzas que impiden el paso del los rayos UVA y UVB.

Según prometen sus etiquetas, estas prendas -con tejidos elásticos y fibras sintéticas- impiden el paso del 98% de los rayos solares y equivalen en protección al uso de una pantalla FPS 50.

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