Colalao del Valle propone nuevas experiencias

Colalao del Valle propone nuevas experiencias

Con la propuesta del Festival de Rock, la zona se abre a un público joven.

OPORTUNIDAD. Las lugareñas sacaron a la luz todas sus artesanías. la gaceta / fotos de francisco chico OPORTUNIDAD. Las lugareñas sacaron a la luz todas sus artesanías. la gaceta / fotos de francisco chico

En la plaza de Colalao del Valle lo más frecuente es que se escuche el murmullo de los árboles que se mecen en el viento. Su suelo de piedra y la tierra donde hay juegos infantiles suele ejemplificar la tranquilidad que, según locales y turstas, caracteriza a la zona. Cuando la música llega al corazón del pueblo suele ser el folklore de algún festival o el ritmo bailable de algún bar cercano. Pero esta vez fue el rock el género que llegó de una forma que agradó a muchos de los habitantes. A escasos metros de un puesto montado por artesanas locales -que estaban entusiasmadas por el movimiento que generó el festival 7 Vacas Rock+Folk, un grupo de jóvenes salteños vende remeras de La Beriso: la banda protagonista del evento que podría dar un nuevo impulso al tramo tucumano de la ruta 40.

La presencia del rock en los valles que suelen convocar a grupos folklóricos es llamativa, y esta idea fue desarrollada por una de las organizadoras del festival, Lucía Guardia. “Queríamos lograr una fusión entre la música y los buenos vinos, entre el rock y el folklore”, comentó. Además de la banda de Avellaneda, el festival convocó a Miss Bolivia, Las 4 Cuerdas y a Ey Paisano, entre otros.

“Me parece que la idea del festival es espectacular porque estamos al final de la provincia (a unos seis kilómetros del límite con Salta) y es como que nadie nos mira. De repente explotó Colalao en todas las redes, y con La Beriso que es una banda de peso”, analizó Fabián Santos en su pueblo. “Si esto sale bien ojalá que el año que viene se vuelva a hacer, la gente va a estar más preparada”, agregó. Un recorrido por el pueblo indica que la gente se preparó y quiere trabajar: se multiplicaron los carteles que indican venta de artesanías y de comidas regionales, que se sumaron a los ya tradicionales distintivos de las bodegas. Pero Fabián mencionó a los hospedajes, y es que -aunque durante la mayor parte del sábado se sumaron visitantes en carpa- las habitaciones disponibles en el pueblo estaban llenas desde el viernes.

Los puestos

Sonia Medina no ocultó su orgullo cuando describió su trabajo. “Somos un grupo de artesanos colaleños. La elaboración de los productos la hacemos nosotros, no los compramos: queremos recuperar lo auténtico de la zona”, explica en el puesto que comparte con algunas colegas en la plaza central y en el que exhiben obras de cerámica, de tela y de otros materiales. El grupo contó que, aunque durante los meses del verano hay movimiento y arman su puesto, el resto del año les resulta difícil exponer su obra porque el montaje es demasiado trabajoso para quienes viven lejos. “Necesitamos apoyo, no tenemos local”, pidieron. La ruta del artesano, un recorrido en el que el Ente de Turismo destaca a distintos trabajadores tucumanos, finaliza en Amaicha. El reconocimiento no se extiende hasta Colalao del Valle, aunque Sonia y sus colegas aseguraron que ya inicaron las tratativas con el organismo provincial.

Y estas gestiones ejemplifican lo que los salteños vendedores de remeras opinaron: “el pueblo ha cambiado, se notan las mejoras”, describió Enzo Durand. Él nació en Cafayate pero su abuela era de Colalao. Después de 8 años volvió a la localidad tucumana y dijo que espera que siga creciendo. “Le hace falta darle más importancia al turismo. Ahora que va a venir mucha gente (por el 7 Vacas Rock+Folk) hay que aprovechar”, contó detrás del cartel de La Beriso con sus amigos Juan José Copa y Facundo Herrera.

Uno de los grupos que visitaron el pueblo este fin de semana contó que disfrutaron su experiencia. Recorrieron las calles, visitaron el río Santa María -que sólo tiene agua cuando hay lluvias fuertes en el cerro-, y cocinaron al horno de barro escuchando al cantautor Silvio Rodríguez. Una vez en la ruta, antes de seguir con su recorrido, Ezequiel, su tocayo, Luciana, Julieta, Leandro y Federico subrayaron su gratitud para con los colaleños.

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