Qué hay detrás del fallo

¿Pudo haberse gestado a fines de noviembre una estrategia para consolidar el poder del PJ en el distrito? A prima facie, la respuesta puede ser afirmativo. Aquel 28 de noviembre, Sergio Massa visitó al gobernador Juan Manzur en su residencia -y luego en la Casa de Gobierno-, como un gesto de acercamiento político entre dos líderes de Alternativa Federal, la tercera posición como se la denomina de cara a las elecciones generales de este año.

Un mes más tarde, la Sala I de la Cámara en lo Contencioso Administrativo declaró “la inconstitucionalidad y nulidad del artículo 43 inciso 6 de la Constitución de la Provincia de Tucumán”. A través de este mecanismo, deja abierta la posibilidad para que el gobernador Juan Manzur adelante las elecciones. Nada es casual. Precisamente fueron dos referentes del Frente Renovador local los que llevaron el planteo a la Justicia y levantaron polvareda en el tablero político, mientras el oficialismo se hace el desentendido y mira hacia otro lado.

Pero, ¿qué puso al desnudo esta estrategia judicial?

• Lo primero es que el tándem Manzur-Osvaldo Jaldo no quieren más sorpresas en el resultado electoral de este año. De tal manera de seguir ocupando el centro de la escena, aún cuando las elecciones no sean adelantadas al 26 de mayo o al 2 de junio, dos de las fechas que se barajaron en la Casa de Gobierno.

• Una elección anticipada puede llegar a significar menor erogación para la campaña proselitista. Curiosamente, el oficialismo provincial ha cerrado el año con la tropa en formación y preparada para la batalla electoral de 2019. Manzur y Jaldo se encargaron de hablar con intendentes, legisladores, concejales y delegados comunales para que trabajan en pos de la reelección de la fórmula. Incluso, cooptaron a dirigentes que hasta hace poco estaban bajo el ala del senador nacional José Alperovich.

• Alperovich acecha. El ex gobernador anunció que quiere volver, pero por fuera del Partido Justicialista. Es el rival visible que el poder de turno más teme. ¿Por qué? Porque se ha lanzado abiertamente a competir de la mano de Cristina Fernández, la dirigente nacional que mejor mide en el distrito. Alperovich ha mostrado una serie de encuestas en las que se lo observa bien posicionado. Esos mismos sondeos ponen en tercer lugar al propio Manzur. ¿Qué contestan en la casa del poder? “Cuando mostras las cifras es porque tenés debilidad de estructura. Muchas veces los números no dicen necesariamente lo que la gente piensa”, argumentan desde el manzurismo.

• La indefinición de Cambiemos. El macrismo arranca el año sin candidato a la vista. Si las elecciones se anticiparan, el único que sería capaz de afrontar tal empresa es el intendente capitalino Germán Alfaro, que mantiene aceitada su estructura. El resto sigue peleando por los principales espacios. Hubiera sido más sencillo que Cambiemos pudiera mostrarle los dientes al PJ tucumano si hubiera difundido alguna plataforma que constituyera a esa fuerza en una opción para el verdadero cambio. Sin embargo, primaron las internas, las peleas y ahora se esperan bendiciones. De allí la estrategia de varios de sus dirigentes de rechazar el fallo judicial, sin pensar en que -paralelamente- debe confeccionar una oferta electoral que seduzca a los votantes tucumanos.

• Otros partidos como Fuerza Republicana, el Partido Obrero o Unión y Progreso Social, por mencionar a algunas fuerzas, sostienen que están preparados para ir a las urnas cuando así se lo disponga. Sin embargo, tanto la dirigencia política como los constitucionalistas siguen preguntándose cuál es el motivo para cambiar algo que ya estaba previsto anteriormente, ir a las urnas a fines de agosto.

La interpretación aislada de algunas cuestiones constitucionales lleva no sólo a políticos, sino también a académicos, a razonar que la Convención Constituyente, que presidió el propio Manzur en tiempos de Alperovich gobernador, ha dejado varios agujeros interpretativos abiertos que ponen en tela de juicio la Carta Magna. El problema es que la institucionalidad necesita de reglas de juego claras que se sostengan en el tiempo y no hasta la próxima declaración de necesidad de reforma.