Cartas de lectores
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PAGAR PARA TRABAJAR

Les quiero contar que comencé a pagar para trabajar. Como el Gobierno nacional desfinanció al Conicet, hace meses que no dan dinero para los gastos de funcionamiento de los institutos: insumos de oficina y laboratorio, seguridad laboral, trabajo de campo, alarma, internet, limpieza y un largo etcétera. Ante la disyuntiva de cerrar o resistir, los trabajadores decidimos sostener los gastos indispensables de nuestro propio bolsillo. Si les parece que en un país con ciencia es necesario para cumplir con sus sueños (propios o colectivos), ayúdenme difundiendo esto. Con suerte, en el próximo gobierno estaremos (junto con los otros trabajadores, especialmente de educación y de salud) de nuevo en la agenda. Soy doctor en Biología, investigador adjunto en el Instituto de Biodiversidad Tropical, Conicet, Facultad de Ciencias Naturales e Instituto Lillo.

Carlos Molineri

CONSAGRACIÓN

Ante la grave situación social que nos toca vivir, recurro públicamente al señor Gobernador de la Provincia y al señor Intendente de San Miguel de Tucumán, para que consagren a la Provincia y/o Capital provincial, al Sagrado Corazón de Jesús y al Inmaculado Corazón de María. Hay problemas que no se solucionan con más balas y muertes, se solucionan con fe. Quizás, luego, sean imitados por el Estado Nacional, que se muestra falto de fe desde hace años y cada vez más. Es muy importante que todas las comunidades religiosas de los diferentes credos sean invitadas. Sólo ustedes, como elegidos por el pueblo, tienen la autoridad para hablar y obrar en su nombre y representación. La ganancia que obtendrán no se registrará en cuentas bancarias ni en libros de historia. Si lo hacen, saldremos de estos difíciles momentos, se los aseguro (Sabiduría 1).

Pedro Isaac Pabón

NO SE HACEN LAS DENUNCIAS

El día 22/6/18 a las 20 horas, fui asaltada por motochorros armados, que hicieron dos disparos al aire. Esta historia salió publicada en LA GACETA. Pasada la angustia de pensar las consecuencias que pudieron tener esas balas, teniendo en cuenta la proximidad de mis nietos, me propuse hacer la denuncia correspondiente en la comisaría de Yerba Buena, tomando en cuenta el lugar del hecho. La denuncia fue tomada por un oficial, quien me comunica que, en breve, seré notificada para ratificar la denuncia. El día 5/9/18 viendo que nunca me comunicaron nada y que lo mío estaba en vía muerta, retomo la causa y fue cuando me entero que yo debía solicitar la notificación en la comisaría séptima. Lo hice ese día con otro oficial policial, y al expediente le dieron, por fin, el número 38779/2018. Nuevamente me piden que espere la citación. Espero... y al ver que de nuevo estaba muerta mi denuncia, fui a la Fiscalía VII de calle Laprida esquina avenida Sarmiento. Era el día 8/10/18. El expediente estaba, me atendió un empleado judicial, quien me dijo que hay que esperar. Hoy, 11/12/18, aún espero. Esta carta es para mostrarles a las autoridades pertinentes por qué no se hacen las denuncias en las comisarías. Por mi parte, seguiré la causa, ahora agravada por la ineptitud de las personas responsables de hacer este seguimiento.

Antonia Amalia Ruiz

REPARACIÓN NAVIDEÑA

La hilera de personas en las cajas del súper, parecen, hoy, haber olvidado la crisis. Mechando carritos llenos con casi vacíos, simulan dibujar una de esas guirnaldas festivas que decoran las góndolas, salpicando algo de color entre rostros muy serios. No es casual que los carritos menos prósperos correspondan a la gente más grande. ¿Costaba demasiado recordar que ellos también existen? Al parecer, es más barato matar con desidia y abandono de tristeza y desesperanza, que intentar recuperar la valía de toda nuestra gente. Dicen que la Navidad, para algunos, trae milagros. Ojalá le devuelva la sensatez y la empatía a quienes nos gobiernan.

Karina Zerillo Cazzaro

EL JACARANDÁ ASERRADO

Con respecto a la carta del lector Carlos Duguech, del 10/12, adhiero al pesar por el jacarandá que fue aserrado en pedazos (sic). Si ese ejemplar hubiese sido arbolito en 1942, se habría puesto orgulloso de saber que su flor de color celeste era la candidata que los representantes de Tucumán llevaban al Congreso Nacional de Botánica que ese año se realizaba con el objeto de elegir la Flor Nacional. La posición de Tucumán fue derrotada por la iniciativa de Buenos Aires que propuso al ceibo. Entre los argumentos de la delegación de Tucumán estaba el parecido del color de la flor con el de la Bandera Nacional. Argumento tomado en cuenta por Brasil, al elegir como flor nacional el “lapacho amarillo”. Hay que reforzar la Dirección de Espacios Verdes -otra coincidencia con Duguech- y, tal vez, difundir esta pequeña historia. ¿Hubiera sido tanta la falta de atención a ese y a otros jacarandás del arbolado urbano si hoy fuera la Flor Nacional?

René Carlos Roncedo

Bulnes 1.028, M3, depto 29


San Miguel de Tucumán

RUTA 9

Soy asiduo transeúnte de la ruta 9, desde el acceso Norte hasta la “Ciudad del limón” (Tafí Viejo). Hace años observo cómo en un espacio de unos 500 metros lineales no se realiza mantenimiento, pues aparentemente no tiene responsables. Me refiero a la superficie que se encuentra entre la cinta asfáltica de la R9, mano Norte-Sur, y la colectora que se encuentra hacia el Oeste. Dicho espacio nace frente al ex Club Banco Provincia y termina en la empresa Di Bacco. Este lugar, dada la enorme cantidad de matorrales que lo invaden, se convirtió en una pequeña selva, guarida de delincuentes. Pido a quien corresponda tomar cartas en el asunto de manera urgente, pues por allí también circulan turistas.

Marcelo Maza

Constitución 1.600


Tafí Viejo

VIOLENCIA EN FRANCIA

“En France avec amour” (a Francia con amor). El país galo es protagonista mundial, una vez más, de la expresión del pueblo ante los atropellos del poder político. En este caso, los denominados “chalecos amarillos” representan a un movimiento ciudadano, sin líderes ni ideología, que expresan su repudio a las políticas económicas neoliberales del presidente, Emmanuel Macrón, que afectan a muchos franceses debido al alto costo de vida que originan, entre otras cuestiones, el aumento del combustible y las nocivas reformas impositivas y laborales. Fiel a su ideología, el presidente franco militarizó París, reprimió y encarceló a cientos de manifestantes. Pero lo peor de esta vorágine represiva estatal fueron las imágenes de adolescentes arrodillados con las manos en la nuca, quienes sólo reclamaban sus derechos de acceso a la universidad. Tras el regreso del mandatario de la Cumbre del G20, está afrontando un conflicto social de tal envergadura que hace tambalear su gobierno. Lo que sucede es que cuando el pueblo francés se enoja, hace sentir su malestar en pleno ejercicio de la soberanía popular. Es decir, protestando en las calles, aunque haya quienes erróneamente denominen a este fenómeno como disturbios provocados por vándalos. Por estas latitudes existe un comportamiento social distinto, se diría casi anestesiado, puesto que desde agosto de este año Argentina sufrió una mega devaluación que pulverizó el salario, junto a una constante de tarifazos en luz, gas, agua y transporte público, unido todo ello a la quita de subsidios. Sin embargo, con la docilidad de ovejas se afronta diariamente el brutal ajuste económico de Cambiemos, que aún sigue recurriendo al relato de la pesada herencia para auto justificar sus errores, que sumen a toda una Nación en un espiral recesiva e inflacionaria peligrosa. Francia supo, en la Historia Universal, evidenciar revoluciones, desde políticas y sociales como la del 14 de Julio de 1789 (de carácter libertario), que esparció los ideales de libertad por todo el mundo; hasta la revolución cultural del emblemático Mayo Francés (de carácter social y progresista). Las crónicas y fotos que publica LA GACETA del conflicto en Francia por estos días, que muestran un París convulsionado, hacen que se evoque simbólicamente -ya que no es intención de esta reflexión hacer apología de la violencia-, a la pintura de Delacroix “La libertad guiando al pueblo”, que fue, es y seguirá siendo un símbolo de la lucha de los oprimidos en contra de las injusticias del aparato estatal.

Mario Alberto Villafañe

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