Por Álvaro José Aurane
01 Diciembre 2018
Ya habían llegado los presidentes, jefes de gobierno y líderes de Estados Unidos, China, Francia, Gran Bretaña, Rusia, Canadá, Italia, Japón, España, Corea del Sur, Países Bajos, India, Sudáfrica, Turquía, Australia, Arabia Saudita, Singapur, Ruanda, Senegal, Jamaica y México. Aunque Enrique Peña Nieto llegó para suscribir la renovación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Nafta) con sus pares Donald Trump y Justin Trudeau, y se volvió para la ceremonia de traspaso del poder con su sucesor, Andrés Manuel López Obrador. Restaba el arribo de la alemana Angela Merkel y se estaba disponiendo un operativo especial para que su traslado desde Ezeiza hasta Costa Salguero fuera lo más veloz posible. “Estamos atentos y ocupados en la seguridad del G20, de los ciudadanos y de quienes han venido a la Argentina”, reflexionó, tras el recuento de jefes de Estado, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
En su contacto con la prensa, la funcionaria primero habló en inglés para la prensa internacional, a la que le describió los detalles del operativo de seguridad que desplegó 22.000 agentes de seis fuerzas de seguridad, entre federales, porteñas y bonaerenses, en la CABA.
“Hasta el momento sólo hemos tenido incidentes menores. Nada que uno pueda resaltar. Han pasado todas las caravanas (de las comitivas presidenciales que arribaron a la Argentina) con total tranquilidad. Hemos desplegado más de 100 vehículos (de fuerzas de seguridad) y no hemos tenido ningún tipo de problema”, puntualizó. Agregó que a lo largo de la jornada del jueves se registraron tres amenazas a las que describió como de baja intensidad. “Todas eran falsas. Igual vamos minuto a minuto”, manifestó.
Eludió referirse al escándalo de la frustrada final de la Copa Libertadores, que finalmente se disputará en España (“este no es el lugar adecuado, porque esto es una reunión de prensa por el G20. El lunes hablamos del partido de River y Boca”). Pero sí se explayó respecto de las quejas de los vecinos porteños por las incomodidades que genera el cerrojo de las fuerzas de seguridad que custodian la realización de la cumbre de líderes.
“Hasta ahora las fuerzas de seguridad están haciendo una tarea de ayuda, de darle información a la gente donde hay zonas de restricción para autos. Se trabaja con colaboración hacia la gente. Evidentemente muchos interpretaron que iba a haber muchas restricciones. Ustedes pueden ver que la ciudad está prácticamente vacía. Hay poco tránsito. Poca gente. Y seguramente muchos han ido a otro lado a disfrutar de este fin de semana largo para los porteños, porque (el viernes) ha sido feriado. Y también hay muchas zonas de Buenos Aires que están lejos del evento, como la zona norte, desde Villa Urquiza hacia la zona oeste. La zona de Caballito, Flores, Lugano, Soldati, La Boca... Son zonas con escasa restricción de tránsito y la gente se va a ir animando a salir cuando vea que hay zonas donde ir a tomar un café, ir al cine, o a disfrutar de cualquier tipo de actividad”, pronosticó.
Acerca de la eventual llegada de activistas extranjeros o grupos de anarquistas, Bullrich hizo hincapié en que la Argentina, por el momento, no ha expulsado a nadie. “Ha habido alguna retención en la frontera, pero se ha podido analizar quiénes eran las personas y se les ha impedido ingresar al país”, concluyó, sin dar mayores precisiones.
““La desigualdad de género es un insulto a la inteligencia de hombres y mujeres”
Sophie Gregoire
Esposa del primer ministro de Canadá, Justin Trudeau
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