Morán podrá luchar por el título en la fecha final; Padilla perdió su chance

En dos extremos se pueden colocar las historias de los tucumanos que terminaron en el clasificador general de la novena fecha del Rally Argentino, en Malargüe, Mendoza. A Gerónimo Padilla, en la clase Maxi Rally, se le terminó el sueño de ser campeón. Pablo Morán, al contrario, vivió casi un renacer y, aunque se mantiene segundo en la RC5, llega a la última fecha con buenas chances. Enrique García, por problemas en la caja de cambios (quedó trabada en tercera en el cuarto especial del día) tuvo que abandonar.

Padilla tuvo un día por demás productivo con el Peugeot 208 del equipo Baratec. “Gero” fue segundo en la etapa, ganó el especial número dos, ascendió un puesto en la general y, en su clase, cerró el podio. Pero no hubo nada que hacer: fiel a su estilo dominante, Federico Villagra no quiso suspenso y, aunque le servía con salir segundo para ser campeón, no levantó el pie del acelerador. “Coyote” ganó tres de las cinco pruebas especiales, fue el más veloz en la jornada de cierre y pulverizó los más de 38” que Augusto D’Agostini le había sacado el primer día.

Padilla sigue en carrera para igualar el rendimiento de la temporada pasada. “Gero” es el subcampeón vigente y a tierras mendocinas había llegado en la cuarta posición. Pero su buen rendimiento del fin de semana lo hizo escalar un puesto. Ahora está tercero con 282,5 unidades, a 38 puntos del neuquino Alejandro Cancio.

El panorama para Morán cambió radicalmente porque el líder de la divisional abandonó en el primer especial. El Ford Ka del cordobés Adrián Sánchez sufrió la rotura de la triceta. “La carrera fue durísima para todos. Pude sortear todas las dificultades y terminamos con un auto muy completo”, comentó Morán.

Navegado por Pablo González, el concepcionense logró mantener el equilibrio luego de un primer día en el que penó con un problema en el cortacorrientes, una pasada de largo en una chicana y la falta de rendimiento en el Ford Ka. “El autito (sic) se la bancó. La idea del último día era ganar la etapa y se nos dio. Sabía que Sánchez podía quedarse. Tanto él como yo, estábamos andando muy bien y dejando todo”, opinó Morán. “La carrera pasada el que se quedó fui yo”, remarcó Morán, más vivo que nunca en la lucha del campeonato.

Pero el triunfo en la clase no tuvo como único motivo el abandono del cordobés. Morán ganó las cinco pruebas especiales de ayer. Tampoco dejó de acelerar al máximo porque le sacó más de dos minutos a Matías Brenzoni. “No nos quisimos quedar con que teníamos una buena diferencia, sino que tratamos de buscar la etapa y se nos dio. Por eso terminamos muy contentos”, analizó el piloto. Ahora todas las energías del binomio estarán concentradas para el fin de semana del 7 al 9 de diciembre. El Gran Premio de Córdoba será el momento de la coronación. “De los caminos no se habló nada. Parece que no todo será en Mina Clavero y se correrá también en Villa Dolores”, comentó Morán sobre la información extraoficial que circuló. Con esos rumores, Morán puede hacer un análisis, por el momento, muy general. “Corrí una sola vez por allí. Calculo que se correrá el tradicional tramo Giulio Cesare, que nunca hice. Es una carrera en la que, como Malargüe, los caminos se rompen mucho y es rápida”, concluyó Morán.

Buen rendimiento

Una mención especial merece la labor que, en calidad de reenganchado, realizó Ernesto lord. El piloto de la RC2N, que forma binomio con Pablo Chavarría, ambos en su primera temporada en el Argentino, quedó segundo en la etapa de cierre. Sin embargo, Lord se vuelve con un sabor a poco. “Veníamos ganando la etapa hasta que en el penúltimo prime se rompió el múltiple de escape, el turbo perdía presión y el auto andaba muy lento. Un problema mecánico nos dejó sin posibilidades, pero estoy contento”, afirmó.