Un delegado pide que los vecinos donen los caños para llevar agua

Un delegado pide que los vecinos donen los caños para llevar agua

El funcionario dice que no cuenta con fondos para hacer la obra. Vecinos denuncian que el líquido que reciben no es seguro Cruz propone que los mollaristos aporten los 10 kilómetros de material necesario.

AMENAZA. Afirman que el agua que llega a los hogares no es segura. la gaceta / foto de osvaldo ripoll AMENAZA. Afirman que el agua que llega a los hogares no es segura. la gaceta / foto de osvaldo ripoll
15 Octubre 2018

La falta de agua potable es uno de los principales problemas que padecen los pobladores de El Mollar. El delegado comunal Jorge Américo “Meco” Cruz, al respecto, dijo tener un ambicioso plan para terminar con ese inconveniente. Pero como carece de los fondos necesarios para ejecutarlo, solicitó la colaboración de los pobladores: que entre todos donen los 10 kilómetros de cañería necesaria para acercar el líquido desde el río Alisos. “Si cada dos vecinos ponen un caño de 160 y 140 milímetros de diámetro, nos alcanzaría para concretar el proyecto de la comuna”, explicó a LA GACETA.

El funcionario peronista detalló que en su plan está previsto que el líquido que llegue de los Alisos sea potabilizado en una cisterna -que está instalada en la zona desde hace tiempo- para hacerlo seguro para el consumo. “Es un inconveniente que está desde siempre. Ahora me propongo solucionarlo con la colaboración de todos; no disponemos de recursos”, afirmó. En septiembre había estimado que ejecutar las obras demandaría alrededor de $10 millones.

Aunque la propuesta de Cruz promete terminar con el inconveniente que sufren desde hace años los mollaristos, la iniciativa no fue bien recibida por ellos. “El Estado tiene la obligación de garantizarnos el servicio y también a cobrarnos lo que corresponde. Pero no podemos andar nosotros buscando caños”, coincidieron.

El agua que llega actualmente a los vecinos proviene de tres tomas ubicadas en Rincón Micuña, Mula Corral y en el río El Mollar. Ninguna es potabilizada; incluso, dos carecen de filtros. Son aguas expuestas a la contaminación de los desechos de animales y de los agroquímicos que se utilizan en los cultivos de frutillas, según denunciaron los pobladores.

Amenaza en las cañerías

Marisa Gálvez, de la Fundación Lazos de Esperanza, advirtió que la población de El Mollar está expuesta a contraer enfermedades permanentemente debido a que el agua no es segura. “Aquí los problemas gastrointestinales se multiplican en el verano, principalmente entre los chicos. Es que el agua que se manda a los domicilios en general tiene un alto nivel de contaminación por la basura, los animales y los agroquímicos”, alertó. Al respecto, reveló que hizo una presentación ante Servicio Provincial de Agua Potable y Saneamiento (Sepapys) para obtener agua potable desde una vertiente de Mula Corral. “Antes no había problemas porque el agua era pura y el medio ambiente no estaba contaminado. Ahora los ríos, arroyos e incluso el lago, están saturados de contaminantes”, denunció.

Horacio Flores, director de la Escuela N°38 Próceres Argentinos, coincidió con Gálvez y remarcó que los chicos sufren, con frecuencia, trastornos gastrointestinales a cauda de la mala calidad del agua. La institución, a la que concurren más de 300 alumnos, logró mejorar la calidad del líquido gracias a un potabilizador que fue donado por una fundación de Buenos Aires. “El aparato nos provee 100 litros por día. Aunque es poco, por la cantidad de chicos, al menos se evita que las criaturas tomen agua de los grifos. El problema es gravísimo”, remarcó.

Quejas pestilentes

Además de los problemas permanentes con el agua, la contaminación ambiental que genera la planta de tratamiento de residuos, ubicada en el acceso al pueblo, es otro de los factores de riesgo a los que viven sometidos los mollaristos. Ante las reiteradas quejas por los malos olores y la proliferación de roedores y moscas, la comuna rural y el Gobierno provincial se comprometieron la semana pasada a mejorar la separación y el tratamiento de los residuos. Además, afirmaron que reubicarán el sitio de enterramiento o de deposición final de los desechos, una etapa que ahora se realiza en el mismo terreno de la procesadora. De las 50 toneladas de basuras diarias que recibe la planta de El Mollar, el 70% proviene de Tafí del Valle.

La fábrica fue producto de una penalización a Minera La Alumbrera por el daño ambiental que había generado en los 90 el cableado de alta tensión. Actualmente cuenta con 14 operarios.

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