29 Septiembre 2018
SOLO EN EL ESCENARIO. El artista interpretará sus composiciones con piano, guitarras, ukelele y bandoneón.
ÚNICA FUNCIÓN
• A las 22, en el teatro Alberdi (Crisóstomo Álvarez y Jujuy).
Cuando en 2005 apareció en un video cantando “Nada fue un error”, acompañado de Julieta Venegas y Paulina Rubio, Coti Sorokin alcanzó la máxima popularidad, aunque el tema ya tenía su propio recorrido. Desde entonces, un hit tras otro lo convirtió en un reconocido cantautor internacional: en la larga lista de éxitos no pueden faltar “Antes que ver el sol” u “Otra vez”.
Porque Coti es compositor por naturaleza. Es coautor de canciones emblemáticas interpretadas por otros cantantes como “Color esperanza”, conocida en la voz de Diego Torres, o “Andar conmigo”, interpretada por Venegas.
“Cercanías y confidencias” se llama el show que presentará en esta ciudad, en la primera vez que la visita para subirse a un escenario, y lo hará en el teatro Alberdi: “es un unipersonal que hice dos años en España y que ahora me da la oportunidad de recorrer el país y llegar adonde nunca había cantado”, le dijo el artista a LA GACETA.
Durante la entrevista telefónica, sostuvo que la creación artística “es un misterio”, y opina que el músico debe rebelarse ante la situación social.
- Estarás solo en el escenario.
- Sí, pero con muchos elementos visuales. Quería ir a Tucumán hace tiempo, pero me cambiaron de fecha hasta ahora. Es una puesta casi teatral, con muchos instrumentos que toco. Es un show en el que canto y cuento historias de los temas que son parte de mi vida...
- Contá la de “Nada fue un error”.
- La escribí en una servilleta, mientras iba caminando por la calle una noche en Madrid, y paraba de vez en cuando para poder escribir los versos. Nunca pensé lo que iba a pasar con esa canción. La versión original es de 2002. Pero el video en vivo con Paulina y Julieta es de 2005. El tema es que el error depende de cómo uno lo procese; uno puede convertirlo en algo positivo; todo es una cuestión de actitud. En la historia, los grandes descubrimientos se dieron por prueba y error. La creación artística musical tiene mucho de eso, de prueba y error; jugamos en la improvisación y en las letras, se aprovecha el error y aprendemos de esos errores. Cuando le preguntaron a Thomas Alva Edison cómo había descubierto la luz (SIC) luego de tantas pruebas, respondió que fue luego de una secuencia de errores.
- Hay algo de ciencia entonces...
- Puede ser, pero las canciones no son matemáticas. Cuando escribo una canción, primero no sé si la voy a terminar; no sé si me va a gustar al día siguiente, no sé si la voy a grabar después, no sé si va a gustarle a la gente... Hay muchas variables. La creación artística sigue siendo un misterio. Siempre coincidimos en esa idea con otros compositores y músicos.
- ¿Estás más cómodo en la composición o como cantante?
- Los artistas estamos condenados a la incomodidad. Lo que no debe hacer uno es manejarse en su territorio de confort; si no, dedicate a otra cosa. Soy músico desde que tengo uso de razón. Me fui ganando el pan desde pequeño. Fui padre muy joven y la música siempre fui mi manera de comunicarme y de sobrevivir. Todo lo que está relacionado con hacer música me da placer: arreglar, producir, componer y también dar clases en escuelas de campo, porque fui maestro rural en las afueras de Rosario y en todas las divisiones.
- De la escuela al Teatro Colón.
- Pero no perdí el norte en ese sentido. Las inquietudes no son las mismas, pero ahora tengo que ver con las giras. No me mareó la fama, pero eso lo deben decir otros. Sigo mis raíces y manera de vivir. A España fui a hacer un disco y me quedé 13 años, con centenares de conciertos; mi condición fue que se editaran en Argentina y que pudiera volver al país.
- Hay temas de compromiso social en tu repertorio...
- Hay muchas canciones que tienen que ver con mi compromiso social, aunque no se difundieron lo suficiente: hablan de la gente que vive en la calle, de la diferencias sociales, de la corrupción. Son temas que siempre me movilizaron. Hay gente que no le gusta que uno tenga opinión, pero el artista debe rebelarse ante esas cosas y dar una posición. No puede ser indiferente.
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