Desde hace dos décadas una familia cordobesa promociona sus productos en la carrera

Desde hace dos décadas una familia cordobesa promociona sus productos en la carrera

La tradición impone respeto.

VARIEDAD. Diego y Lorena tuvieron una tarde activa, no sólo por las ventas, sino por la curiosidad de la gente que se acercaba y preguntaba sobre los artículos. la gaceta / foto de hector peralta VARIEDAD. Diego y Lorena tuvieron una tarde activa, no sólo por las ventas, sino por la curiosidad de la gente que se acercaba y preguntaba sobre los artículos. la gaceta / foto de hector peralta

“Hace unos 20 o 25 años que la familia está presente en el ‘Batalla’”, calculó Diego Aguilar. Suena a mucho, pero no lo es tanto si se tiene en cuenta que el Gran Premio “Batalla de Tucumán” tuvo su edición 63 en el Hipódromo de Tucumán.

“Yo vengo desde hace unos cinco o seis años”, apuntó. “En cambio este es el primer ‘Batalla’ de mi hermana,”, explicó Diego en el stand que montaron con los productos de la “Casa del Turf”, una empresa familiar.

Los hermanos llegaron desde Villa María, Córdoba, donde tienen una fábrica de accesorios, tanto para los caballos como para los jockeys. Ellos tomaron la posta de sus padres para seguir no sólo un negocio, sino una tradición, como es el “Batalla de Tucumán”.

La prueba hípica tucumana asoma como punto ideal de ventas y, por ello, vale la preparación de casi una semana para trasladar una variedad de casi 40 artículos a lo largo de más de 700 kilómetros. Por ello los Aguilar, que tienen presencia en las pruebas más relevantes del país, saben evaluar la calidad de las citas hípicas que se celebran en los hipódromos argentinos más importantes. “El ‘Batalla’ impone respeto. Es algo muy grande. Lo pongo arriba entre las principales carreras y al hipódromo lo ubico entre los más lindos del interior”, analizó Diego.

Por la percepción de Lorena, su hermana, la opinión del caballero tuvo más sustento todavía. Fue un impacto profundo para ella. “Quedé impresionada con la cantidad de gente. Hay mucho movimiento”, reconoció la dama mientras le preguntaban el precio de la fusta, el elemento que más se vende según los hermanos. Es que la varilla con la que el jinete estimula al caballo dándole golpes en su lomo para galopar velozmente, es lo más visible durante la competencia y, en consecuencia, lo más popular entre los que no son precisamente especialistas en el turf. “Viene gente en general, no sólo de este deporte”, reconoció Lorena que además de cumplir el rol de vendedora por primera vez en el “Batalla”, también interviene en el diseño y confección de los trajes para los jinetes. “Hago las chaquetillas y los breeches (pantalones). Hay jockeys que piden mitad y mitad. Por ejemplo, me tocó hacer una chaquetilla mitad de Brasil y mitad de Argentina”, comentó la cordobesa. A Lorena le costó recordar el pedido de alguna jocketa. “Hace mucho tiempo, unas chicas de Las Varas solían correr. Es un deporte que todavía está identificado como que es de hombres”, afirmó.

Eso fue minutos antes que la mendocina Florencia Giménez le pusiera el sello femenino al “Batalla” 2018 al ganar la séptima carrera (ver página central), otro hecho que hizo especial a la fiesta hípica.

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