Noriega, Pinillo y Basualdo son los jinetes que pueden volver a festejar en el “Batalla”

De los 13 jinetes que estarán en las gateras del Gran Premio “Batalla de Tucumán”, solamente tres saben lo que es festejar en esta prestigiosa carrera. El cordobés Juan Carlos Noriega y los locales Roberto Pinillo y Matías Basualdo conocen lo que significa el sabor del éxito en esta prueba.

“Chupino” Noriega, ganador de varios Grandes Premios en Palermo, San Isidro y La Plata, volverá a estar en el “Jardín de la República” sobre la montura de un pupilo del entrenador sanjuanino Oscar Rébora, como lo hizo en 2014 cuando llevó a la victoria a Uomo In Frac. Esta vez, el experimentado piloto se apilará sobre Gallileo’s Town. La dupla viene de festejar el pasado 11 de junio en San Juan, donde triunfó en el clásico “Domingo Faustino Sarmiento”, uno de los cotejos más importantes de Cuyo.

En 2015, Pinillo “tocó el cielo con las manos” cuando guió a la victoria a Adeso. “Ganar esta carrera es lo máximo que le puede pasar a un jockey tucumano”, dijo “Robertito”, que este año se apilará sobre la montura de Amandau. “El caballo llegó hace poco desde Buenos Aires y en los entrenamientos se lo ve muy bien. La carrera es muy exigente, con varios ejemplares que tienen mucho cartel, pero creo que Amandau está en condiciones de cumplir una buena actuación”, expresó Pinillo, dejando en claro que le tiene confianza al descendiente de Angiolo.

Basualdo tiene la oportunidad de repetir el éxito con el mismo caballo: Sir Melody. Ambos se consagraron la temporada pasada, cuando relegaron al porteño Extra Quiz, que buscará la revancha.

Entre los entrenadores, Francisco Muratore, Celso Leguizamón, Carlos Meza Brunel y Rébora pueden volver a inscribir su nombre entre los ganadores. El santiagueño Muratore irá por su cuarto “Batalla”, ya que en ganó con Rainbow Light (en el año 2000), con Straight Fight (2001) y con Road Rules (2003).

En tanto, Carlos Alberto Chirino es el único que ganó como jockey (en 1976 con Batman Crest y en 1981 con Ramayito) y que ahora puede hacerlo como entrenador, algo que solamente lo consiguieron a lo largo de la historia dos profesionales: Raúl Mario Provenzano y Héctor Andulce.