Vínculos entre el cuerpo y la tecnología

Vínculos entre el cuerpo y la tecnología

Las artistas peruanas Lorena Peña y Cecilia Vilca proponen una revisión de conceptos y de actitudes en el marco de la micropolítica

EXPERIENCIAS COMPLEMENTARIAS. Cecilia Vilca trabaja en diseño tecnológico y Lorena Peña, en performance. la gaceta / Foto de José Nuno EXPERIENCIAS COMPLEMENTARIAS. Cecilia Vilca trabaja en diseño tecnológico y Lorena Peña, en performance. la gaceta / Foto de José Nuno
03 Abril 2018

VARIAS ACTIVIDADES

• En La Colorida (Mendoza 2.955), dictan el curso “Cuerpos transmutables”, y el viernes presentarán “Encaja/Insert: S vs L”.

• En la sala Paul Groussac (Alberdi 71), el viernes a las 11 ofrecerán una conferencia.

“La tecnología y el cuerpo no están tan separados como se cree, no son territorios ajenos ni aislados. Proponemos hackear una manera de pensar para entender una forma transdisciplinar de abordar estos asuntos, modificar conductas y lograr una rebelión”, afirma Cecilia Vilca.

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La artista peruana visita Tucumán junto a su colega Lorena Peña, como parte de un intercambio académico iniciado por el proyecto de investigación sobre Artes Escénicas Autogestivas, dirigido por Máximo Gómez en la Facultad de Artes de la UNT. En ese marco se realizará una serie de actividades en coordinación con la Universidad Pontificia Católica del Perú y con el auspicio de la Fundación Tati-Arte y Cultura, que incluyen el seminario “Cuerpos transmutables: performance, micropolíticas y tecnología”, que se desarrolla en La Colorida.

Peña reivindica su propuesta docente como un espacio para entender y encontrarse, antes que en la incorporación de fórmulas mágicas: “acercamos diversas herramientas conceptuales para que se lleven a la práctica, que es lo central”. “El cuerpo mismo plantea una biotecnología. Nuestros trabajos están muy entrelazados y cada una aprende mucho de la otra”, añade Vilca, quien advierte: “la tecnología tiene un superpoder conector, que excede a los dispositivos y a las máquinas y aborda los procesos y las necesidades que los impulsan desde épocas ancestrales”.

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“Esos comportamientos se vinculan con la idea de la performance -dice Peña-. Es importante trabajar y entender la conectividad en el mundo que vivimos actualmente y su relación con el cuerpo. Se asegura que lo virtual nos conecta, pero la realidad es que nos desconecta, nos desensibiliza, nos vuelve insensibles... Los espacios poéticos del arte se levantan contra los intentos de moldearnos desde el poder. Actualmente, conectarnos es un acto rebelde; darte un momento de cercanía, mirarte a los ojos o tocarte encierra un mensaje micropolítico dentro de sistemas que nos oprimen, que nos dicen qué hacer todo el tiempo y que nos vuelven ciudadanos obedientes que servimos a dirigentes corruptos”.

La actriz intervino en un acto cuidadano contra el Congreso del Perú en diciembre, durante el fallido proceso de destitución del entonces presidente Pedro Pablo Kuczynski (recientemente renunció al cargo), que finalizó con varios detenidos. “Simulábamos que éramos trabajadores que rociábamos veneno contra ratas en la entrada para desinfectar el edificio y la Policía creyó que era en serio”, relató.

Peña es una artista interdisciplinaria y de performance, gestora y productora cultural independiente, con estudios superiores en las universidades de Brunel y de Londres; mientras que Vilca está especializada en Artes Digitales, con maestría en la Universitat Pompeu Fabra, de Barcelona, y en diseño gráfico, con numerosos proyectos de instalaciones interactivas, donde trabaja sobre la cercanía entre el arte y la tecnología. Ambas comparten abordajes sobre cuestiones de género.

“Entendemos a la micropolítica como el accionar cotidiano de cada persona -puntualiza Vilca-. Para nosotras es la herramienta que tenemos a nuestro alcance para reconfigurar y recolonizar los cuerpos, en una reprogramación de nuestra manera de ser. No decimos qué se debe hacer, sino que debe partir de una convicción individual surgida del cuestionamiento”. “Descreo de los cambios políticos a gran escala, que era la utopía de generaciones anteriores; confío mucho más en dar pequeños pasos en las prácticas personales y en los lugares propios, que luego derivarán en un nuevo mundo”, sostuvo Peña.

“Encaja/Insert”

Las artistas ya tomaron contacto con el público tucumano; el sábado presentaron la performance “Encaja/Insert: S vs L (small vs large)”, obra que volverán a poner este viernes y habla de las imposiciones sociales sobre la figura femenina.

“Fue una experiencia interesante, ya que no es un espectáculo escénico y no está diseñado para ser mostrado en un teatro y de manera frontal, sino que está pensado en una dinámica interactiva de museo o de galería de arte. Requiere mucha intervención del público y que no se quede sentado mirando pasivamente, como nos pasó porque la gente estaba bastante impactada”, explica Peña. La propuesta escénica tiene una fuerte carga autobiográfica de la actriz, quien está desnuda en escena.

Por este motivo, para la segunda función de “Encaja...”, que realizarán el viernes también en La Colorida, el espectáculo estará rediseñado espacial y dramáticamente y contemplará otras dinámicas escénicas, adecuadas a las características locales. “Es parte de la propuesta. Siempre es un reto tener un nuevo espacio y un nuevo público. Hemos puesto anteriormente esta obra en Lima y en Buenos Aires, y en cada sitio fue diferente la reacción y la receptividad del público. Todas las mujeres hemos pasado por situaciones como las que describimos”, completa Vilca.

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