Tucumán despide a Elena Rojas, estudiosa de su modo de hablar

Tucumán despide a Elena Rojas, estudiosa de su modo de hablar

Docente, investigadora y funcionaria en la Facultad de Filosofía y Letras (UNT), fue una notable lingüista

EXTENSO LEGADO. Rojas dedicó su vida a la docencia y a la investigación. la gaceta / foto de FRANCO VERA EXTENSO LEGADO. Rojas dedicó su vida a la docencia y a la investigación. la gaceta / foto de FRANCO VERA
03 Abril 2018

“No sólo dejó un legado importantísimo en al ámbito de lingüística. Elena Malvina Rojas Mayer fue una maestra, con todas las letras: exigente, generosa, motivadora. Y tenía un gran sentido del humor”, destaca Julio Sal Paz, actual director del Departamento de Letras de la Facultad de Filosofía y Letras (FyL) de la UNT.

La doctora Rojas falleció ayer y quienes la conocieron se sienten un poco huérfanos. “Hizo algo por todos en el INSIL (Instituto de Investigaciones Lingüísticas y Literarias Hispanoamericanas). Estaba en todos los detalles; ¡para las fiestas parecía Papá Noel!”, agrega Sal Paz, quien se describe como miembro de “sus últimas camadas de tesistas”, que fueron más de 25.

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Vida de universidad

Era una apasionada del idioma español y del respeto de sus normas, con un fundamento comunicacional. “Creo que debe existir una norma que sirva como orientación. De lo contrario, no podríamos entendernos entre nosotros. Como tampoco entenderíamos a alguien que de golpe empezara a hablar en español antiguo”, le explicó hace unos años a LA GACETA.

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Prácticamente toda su vida tuvo como eje la Facultad: allí comenzó su carrera, como estudiante y también como docente: en 1963 ya era ayudante estudiantil y desde allí recorrió todos los escalones, hasta llegar a Profesora Emérita en 2012. Cuando se jubiló, en 2010, era profesora titular de Historia de la Lengua (Disciplina Lingüística). Era, además, miembro de la Academia Argentina de Letras y de la Academia Argentina de la Historia, y presidenta de la Sociedad Argentina de Lingüística. Fue pionera en los estudios lingüísticos sobre Tucumán y la región del NOA (a los que se dedicó como docente e investigadora del Conicet), pero además, gran formadora de recursos humanos y una apasionada por la gestión: no sólo fue decana de la Facultad, sino también la creadora del INSIL, de la Especialización en la enseñanza del español como lengua extranjera de la UNT, y del Doctorado en Letras.

“Siempre insistía en estimular la participación en la vida de las instituciones, y se esmeraba en ayudar a entender la vida en la universidad más allá de lo puramente académico”, cuenta su discípulo.

Rojas participó de cuatro grandes proyectos de investigación internacionales: dirigió en conjunto con Jens Lüdtke, de la Universidad de Heidelberg (Alemania), una investigación sobre los tipos de discurso en la historia del español en América. Entre 1994 y 2007 coordinó el Proyecto Internacional de Historia del español en América a través de los documentos coloniales (intervinieron investigadores de 11 países de América, de Canarias y de Andalucía). Desde 2002, dirigía un proyecto de videoconferencias en conjunto con Reinhold Werner, de la Universidad de Augsburg (Alemania) para llevar adelante el proyecto sobre Lexicografía y Semántica. Y trabajó en un proyecto lexicográfico internacional, dirigido por Ana Chiquito, de la Universidad de Bergen (Noruega), sobre el léxico referido a la pobreza.

Recibió, entre otros, el Primer Premio Nacional de Lingüística de la Secretaría de Cultura de la Nación (1983); el Gran Premio Iberoamericano Augusto Cortazar FNA (PK), en 1989; el Tercer Premio de la Secretaría de Cultura de la GCBA en Ensayo, 1999; y el premio Houssay a la Trayectoria Científica SECyT, en 2003.

“Era incansable -sigue recordando Paz Sal-. Era capaz de gestionar el decanato todo el día y mandarte correcciones a las 4.30 de la mañana, porque se había comprometido a ello. Siento una gran pena, pero también la gran alegría de haber sido su alumno”.

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