Carolina Schwab conoce toda la ingeniería del voley

Carolina Schwab conoce toda la ingeniería del voley

La tucumana que jugó en la selección nacional, tiene una vida en familia, dedicada al deporte y a la ingeniería

ALTA FAMILIA. Carolina junto a su esposo Pablo Cerisola, sus hijos Sofía y Pablo, y la novia de su hijo, María Gordillo. ALTA FAMILIA. Carolina junto a su esposo Pablo Cerisola, sus hijos Sofía y Pablo, y la novia de su hijo, María Gordillo.
24 Marzo 2018

Era una niña cuando, como les sucede a muchos, llegó a un deporte por invitación. “Unas amigas me llevaron al club Belgrano y al poco tiempo me enganché” cuenta Carolina Schwab.

Parece increíble, pero “La Flaca”, como la llaman sus amigos, confiesa que llegó a la selección sin saber jugar al voley: “estaba en un torneo Argentino, y de la selección me vieron ahí con mi 1,82 metro y mis 14 años. Me llevaron por mi altura. En la selección fue donde aprendí a jugar, Guillermo Orduna fue mi primer técnico”.

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La selección desarrollaba un “Plan de Altura” y Schwab cumplía con los requisitos, pero fue el potencial que tenía para explotar lo que la llevó al equipo.

Carolina no sabía hasta dónde llegaría con el voley, pero sí deseaba permanecer en ese mundo. “Tenía pensado estudiar kinesiología o fisioterapia, pero tenía que irme a Buenos Aires. Yo quería estar en Tucumán, y por recomendación de mis padres, Silvia (fallecida) y Hugo, ambos ingenieros, entré a Ingeniería” contó la jugadora.

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Schwab en su vida, al igual que dentro de la cancha, toma decisiones cruciales. “Tenía propuestas para jugar en Italia y España, pero ya venía de vivir cuatro años sola en Buenos Aires y decidí volver a la provincia con mi familia.

Su talento la llevó a integrar las distintas selecciones nacionales de voley. Jugó diversos sudamericanos y mundiales juveniles. Con la Mayor de la selección, la más soñada por cualquier jugadora, pudo participar del Mundial de China en 1990, una competencia histórica porque participaron las “dos” Alemania. La del este se encontraba bajo la influencia de la ex URSS, país que se llevó la copa, mientras EE.UU. debió conformarse con el tercer puesto.

PERFIL
Nacimiento: 4 de diciembre de 1972
Club: Tucumán de Gimnasia
Deporte: Voley
Posición: Central
Apodo: “La Flaca”

Las millas acumuladas con la selección le dio la posibilidad de conocer el mundo. Por eso, si debe irse de Tucumán ya tiene un destino elegido: “Me encanta EE.UU., me podría ir a vivir ahí sin ningun problema. Pero si tengo que pensar en otro lugar, no hay como Argentina”. 

El juego que desarrolló dentro de los “nueve por nueve” (medidas de la cancha) no es su único talento: “me encanta pintar, en mi casa tengo pinturas hechas por mí, algo que aprendí de mi papá, mi tía y mi abuela. Ellos me contagiaron este gusto” contó con alegría Carolina.

El rock nacional, encabezado por Soda Stereo, copa sus listas de reproducción; también el folklore con Los Nocheros y Los Tekis, y, claro, Abel Pintos: “soy una fanática total” confesó. Las comedias atraen a Schwab: la atemporal serie Friends y The Big Bang Theory lideran su lista de favoritos en su menú de Netflix.

Tal como lo deseaba, Carolina sigue vinculada al voley. Pablo, de 21 años y Sofía, de 16, juegan en la Primera de Tucumán de Gimnasia. “Mi marido, Pablo Cerisola (presidente del club de Córdoba 1.180), también juega al voley, es natural que nuestros hijos también lo hagan. Crecieron dentro de la cancha”.

La ingeniería es parte del ADN Schwab: “somos una familia de ingenieros y trabajamos en la empresa que tenemos con mi papá y mi hermano Germán.” Ante este panorama, se puede afirmar que las decisiones que tomó Carolina la llevaron por el camino que seguramente deseaba, junto al voley y a la familia.

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