Hay que parar la sangría

Hay que parar la sangría

Tucumanos “saltan” a San Martín y a Atlético para ir a clubes foráneos

 reuters reuters
11 Marzo 2018

Aunque no al nivel de la caña de azúcar o del limón, entre las exportaciones de nuestra provincia deben contarse los jugadores de fútbol. Y bien vale decir que no se trata de un fenómeno reciente. A modo de muestra baste nombrar a: Ricardo Cisterna -debutó en San Martín; jugó en San Lorenzo y en Rosario Central-, Juan Andrés Marvezzi -breve paso por Bella Vista, desde donde saltó a Tigre y a Racing; con la selección ganó la Copa América de 1941, en Chile-, José Rafael Albrecht -se inició en Atlético, brilló en los “Matadores”, famoso equipo de San Lorenzo-, Raúl Agüero -también de origen “decano” pasó por Rosario Central y llegó a jugar en Ecuador-, Juan José Meza -surgió en Central Norte, brilló en Vélez y es ídolo en Colombia-, y Antonio Apud -de Atlético pasó a Boca-.

En los últimos años proliferó la migración. Con una característica particular: la mayoría nunca jugó en ninguno de los clubes más importantes de la provincia. Algunos, como Matías Kranevitter, Roberto Pereyra y Joaquín Correa fueron citados a la Selección.

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La calidad y la cantidad de futbolistas tucumanos que integran los planteles de clubes del país y del mundo es tal que tranquilamente podrían armarse más de un equipo y que alguno pelee el título en la Superliga (ver canchita). LG Deportiva se contactó con algunos de ellos, para conocer las razones de este fenómeno. La mayoría apunta a la necesidad de atender cuestiones que si bien no tienen que ver directamente con el fútbol en sí, impactan en lo futbolístico. Subrayan, por ejemplo, la necesidad de que el club cuente con un albergue cómodo, donde el joven viva bien y se alimente saludablemente. No pocos mencionan, además, la importancia de que se brinde educación al futbolista.

Tanto Atlético como San Martín comenzaron a encarar obras de infraestructura para darle a las categorías menores las comodidades necesarias. Vestuarios, albergues, nuevas canchas o acondicionamiento de las existentes -el “Decano” cuenta con la única cancha de césped sintético del norte-. La inversión, en el caso de Atlético, fue importante e incluye la compra de un terreno donde se montará un complejo para los chicos.

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Acaso fruto de esos cambios de política sean las proyecciones de Tomás Cuello y de Jonás Romero, en Atlético. Ambos ya se pusieron la camiseta de la selección Sub 19. Tal vez este sea el camino para detener la “fuga de talentos”, que pasan a jerarquizar clubes foráneos, sin haber jugado en la provincia.

Aunque solía entrenar con las infantiles de San Martín, Matías Kranevitter había dejado de hacerlo incluso antes de emigrar. El bolsillo familiar no daba para pagar la cuota del club, por lo que el “Colo” debió olvidarse de vestir la camiseta del “Santo”. El fútbol, sin embargo, le tiraba; y por eso decidió participar de una prueba para River. Salió airoso, lo que implicó mudarse a la Capital Federal.

“Quizás haber ido a Buenos Aires da muchas más posibilidades para poder triunfar, porque tienen una buena pensión y escuelas donde estudiar”, dice a LG Deportiva. A Kranevitter no le fue mal en Buenos Aires. De hecho, de allí partió hacia España y, luego, a Rusia. Pero no cree que él sea una excepción. “Sería muy bueno que los clubes tucumanos se fijen en nuestros chicos, porque tenemos muchos que pueden jugar en Primera y en todas las divisiones”, sugiere.

En paralelo a lo estrictamente futbolístico considera que para la formación se deben atender otros ítems. “Resulta clave una buena pensión, donde se brinde una excelente alimentación y donde los chicos se encuentren contenidos en todos los aspectos”, subraya.

Según Kranevitter, la provincia es un gran semillero de futbolistas. “Acá hay gran futuro; por eso todos los años vienen clubes a llevarse los mejores exponentes. Tenemos jugadores por todo el mundo; en las mejores ligas”, afirma. Precisamente debido a ese potencial considera que los principales equipos tucumanos deberían nutrirse más de jugadores locales. “Sería importante que Atlético y San Martín tengan entre sus titulares más jugadores de aquí que de afuera”, propone. Pero sabe que sólo hay una vía para que se dé algo así: “la única forma de tener muchos chicos jugando en Primera es que los clubes apuesten por ellos”.

Su desempeño en River” hizo que Diego Simeone lo reclame para Atlético de Madrid. Jugó allí 11 partidos, y fue cedido a Sevilla, que por entonces dirigía Jorge Sampaoli, actual técnico de la selección. En agosto del año pasado, el “Conchonero” lo vendió a Zenit, de San Petersburgo (Rusia). Kranevitter también lució la “blanquiceleste” del seleccionado mayor. Pero le quedó un deseo por cumplir: “me hubiese encantado jugar en Primera con San Martín, equipo del cual soy hincha y en el cual hice mis primeros pasos”.

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