Rabdomiólisis, el riesgo de la obsesión por el gimnasio

Rabdomiólisis, el riesgo de la obsesión por el gimnasio

El intento de ponerse en forma “para ayer” puede causar ruptura muscular.

¡ATENCIÓN! La actividad física siempre debe ser progresiva.  fmlibre.com.ar ¡ATENCIÓN! La actividad física siempre debe ser progresiva. fmlibre.com.ar
16 Enero 2018

Convengamos: buena parte de quienes pretenden lucir traje de baño han acumulado kilos durante el año. Y la actividad física no suele ir más allá de las buenas intenciones. No faltan, entonces, quienes quieren “ponerse en forma” en un trámite express. Pues hay que advertir que es una práctica poco recomendable y que sus consecuencias, la rabdomiólisis, puede ser incluso grave. ¡Si hasta el nombre asusta!

“Cuando una fibra muscular se daña por contracción sostenida, libera a la sangre una sustancia que en grandes concentraciones puede generar insuficiencia renal aguda”, explica Gabriela Ferretti, clínica y neuróloga de la Asociación de Peritos de la Salud de la Ciudad de Buenos Aires. Destacó que, aunque el porcentaje es bajo, los casos graves pueden requerir diálisis. La causa más frecuente -añadió- es la actividad muscular que sobrepasa las capacidades que el cuerpo puede tolerar. Lo bueno es que si no es grave, el tratamiento consiste en “lavar del cuerpo” los productos liberados por el músculo dañado. La señal de alerta es la orina oscura después del ejercicio.

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Consejos

Lo primero es hidratarse antes, durante y después de la actividad. No esperar a sentir sed y pensar que todo inicio de actividad física debe ser progresivo. No hacer ejercicio en horas de alta temperatura. Buscar asesoramiento, evitar la exigencia física si se hace dieta sin harina. Y si la orina aparece oscura, hidratarse y consultar urgente al médico.

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