El cielo de Yerba Buena se llenó de miradas

El cielo de Yerba Buena se llenó de miradas

 TODOS MIRANDO ARRIBA. Las acrobacias aéreas y la demostración del avión que suelta agua para combatir los incendios forestales y de cañaverales fueron los momentos que más captaron la atención del público. la gaceta / fotos de analía jaramillo TODOS MIRANDO ARRIBA. Las acrobacias aéreas y la demostración del avión que suelta agua para combatir los incendios forestales y de cañaverales fueron los momentos que más captaron la atención del público. la gaceta / fotos de analía jaramillo
30 Octubre 2017

Por momentos, uno siente el impulso de agacharse, como un instinto de supervivencia completamente inútil, pero la mirada no se puede despegar del cielo. Y ayer, en el Aerofest Tucumán, el cielo de Yerba Buena se llenó de miradas. Es la trompa del avión de Emilio Pilot que aparece entre los cañaverales, de frente al público y en el momento menos esperado. Cuando todos logran enderezarse, el pájaro amarillo ya está a miles de metros de altura, haciendo unas piruetas que causan vértigo de solo verlas. Aplausos para el audaz piloto acróbata, que nunca escucha los aplausos.

Mientras tanto, las miradas no se pueden desviar del cielo. Despega y aterriza mil veces el helicóptero negro comandado por Ignacio Salvucci, un joven piloto de 19 años que llegó desde Córdoba (en helicóptero, tres horas de vuelo, exactamente la autonomía de la nave) para participar del festival. Esa es la novedad de esta edición: se ofrecieron vuelos de bautismo en helicóptero, una experiencia diferente a la de volar en avión. “Despegás y aterrizás en cualquier lado, en segundos estás en el aire, podés quedarte suspendido unos metros y es más difícil de aprender, pero es hermoso”, dice el cordobés.

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Pocas cosas despiertan tanta curiosidad como volar. Un poco por el cúmulo de sensaciones que provoca despegarse del suelo, otro poco porque se la tiene como una actividad lejana, vedada solamente a esos bichos raros que son los pilotos, que dedican prácticamente toda su vida a volar. Y un poco para contradecir esta sensación de lejanía es que se organiza, desde hace nueve años, el Aerofest Tucumán, que en cada edición suma más y más concurrentes. “El objetivo del festival es, precisamente, mostrar todo lo que hacemos en el Aeroclub. Hay muchos pilotos que comenzaron a hacer sus cursos luego de asistir a este evento, y eso es lo que buscamos”, finalizó Marcelo Heguy, vicepresidente de ese club asentado en Horco Molle.

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